La pérdida de fondos europeos obliga al Ayuntamiento a asumir íntegramente los 21,4 millones del proyecto

Serio revés el para proyecto de transformación de Cimavilla. La Dirección General de Fondos Europeos del Gobierno de España dejó en lista de reserva la propuesta presentada por el Ayuntamiento de Gijón al no alcanzar la puntuación necesaria para obtener financiación comunitaria. Esta decisión provisional frustra, por ahora, las expectativas de contar con apoyo europeo y golpea de lleno a la Tabacalera, eje central del plan y la gran apuesta cultural del consistorio para el barrio alto.
El Plan de Actuación Integrado (PAI) Cimavilla 2030 estaba concebido como un programa integral de regeneración de Cimavilla, alineado con la Agenda Urbana 2030, y se aprobó en febrero de este año como condición habilitante para acceder a fondos FEDER. Entre sus proyectos estrella figuraba la rehabilitación de Tabacalera, cuya primera fase —la reforma del antiguo convento— tenía un presupuesto de 6,1 millones de euros. Ese importe iba a financiarse dentro de la bolsa de unos 20 millones de fondos europeos comprometidos para el conjunto del plan.
Sin embargo, tras el batacazo europeo, el Ayuntamiento pierde esa cofinanciación, lo que obliga a replantear la financiación completa de Tabacalera. El coste total de la actuación asciende a 21,4 millones de euros, que ahora deberán salir íntegramente de las arcas municipales salvo que se encuentren vías alternativas.
Pese al varapalo, el equipo de gobierno insiste en que el proyecto seguirá adelante. «Como habíamos garantizado a los vecinos, el compromiso no varía», afirmó en declaraciones a El Comercio Jaime Fernández-Paíno, director general de Alcaldía. En la misma línea, remarcó que «este Ayuntamiento tiene capacidad sobrada para invertir 24 millones de euros en el barrio alto durante los próximos cinco años».
Además, el consistorio ha anunciado que presentará alegaciones a la resolución con el objetivo de revertir la decisión y recuperar la financiación europea. Mientras tanto, asegura que se mantendrán los plazos y la financiación prevista para el proyecto, incluida la licitación de las obras en 2025.
Tabacalera había sido definida en el PAI como el “epicentro estratégico” de la regeneración de Cimavilla. Su apertura buscaba no solo crear un gran equipamiento cultural, sino también atraer talento joven, generar actividad económica y contribuir a fijar población en el barrio histórico. La pérdida de cofinanciación no paraliza Tabacalera, pero sí la encarece: el Ayuntamiento deberá sostener en solitario una factura mucho más alta mientras pelea por recuperar la cofinanciación europea.
Tendrá algo que ver haber revertido la zona de bajas emisiones?