El colectivo carga contra la negativa municipal a potenciar el servicio de alquiler de bicicletas, que el Gobierno mantiene por una supuesta imposibilidad de incrementar el gasto hasta que se licite uno nuevo, y recuerda que los pliegos reconocen una capacidad de crecimiento del 20%

Parece ser que, después de todo, la partida presupuestaria de la que se nutre el servicio GijónBici sí que podría aumentar… Siempre que se quisiese, desde luego. O, al menos, esa es la base del último tirón de orejas que el Observatorio Xixonés de Movilidad (OXM) ha hecho al Ayuntamiento de la ciudad. En un escrito hecho público este jueves, el colectivo el cuestión ha atacado frontalmente las reiteradas negativas del Gobierno municipal a incrementar la inversión, sostenidas una y otra sobre el argumento de que no sería factible hasta que expirase el contrato en vigor. Y… ¿Cuál ha sido el arma utilizada por el OXM? Pues ese mismo contrato, una de cuyas cláusulas sí que reconoce una capacidad de crecimiento de la inversión de hasta un 20%.
La situación actual parte de una petición conjunta que el Observatorio y el Conseyu de Mocedá de Xixón formularon el pasado mes de agosto. En ella, ambas entidades demandaban una mejora y expansión del servicio de alquiler de bicicletas público, a la vista de su estado presente, plagado de deficiencias, y de la creciente demanda. Como ya se ha dicho, la Concejalía de Tráfico echó por tierra esa demanda, alegando que el contrato, al estar financiado con fondos europeos, no podía ser alterado en modo alguno… Argumento que, ahora, parece haber quedado en tela de juicio. De ahí que en el OXM insistan en que «el Consistorio debe aplicar el aumento de presupuesto contemplado, destinando esa inversión a la compra de nuevas bicicletas».
El problema parece ir mucho más allá de un simple capricho. A juicio del Observatorio, la flota actual de GijónBici, integrada por unos 280 vehículos, se ha «quedado pequeña para la demanda, circunstancia ya conocida por el Ayuntamiento». En ese sentido, las estimaciones del colectivo prevén un añadido de otras cien bicicletas a ese parque móvil para alcanzar el mínimo deseable. Una apuesta sin la cual, alertan, el servicio «no podrá adaptarse a las necesidades reales de la ciudadanía, y no cumplirá con su papel de alternativa sostenible de movilidad».