A los detenidos se les imputan 55 delitos contra el patrimonio: veinte robos en bares, siete asaltos violentos a gasolineras y veintiocho sustracciones de vehículos; la operación ha sido realizada conjuntamente por la Policía Nacional y la Guardia Civil

La Guardia Civil y la Policía Nacional de Asturias han desarticulado un grupo criminal acusado de cometer más de medio centenar de robos con fuerza y violencia en distintos puntos del centro de Asturias. La operación, denominada Octanos-Nemea, se saldó con la detención de cinco personas —de entre 19 y 34 años y vecinas de Siero, Llanera, Oviedo y Pola de Lena— y la realización de dos registros domiciliarios autorizados judicialmente. A los detenidos se les imputan 55 delitos contra el patrimonio: 20 robos en bares, siete asaltos violentos a gasolineras y 28 sustracciones de vehículos, además de los delitos de pertenencia a grupo criminal, usurpación de estado civil y dos infracciones contra la seguridad vial.
Según informan fuentes de la Guardia Civil, el grupo actuó principalmente entre los meses de abril y julio de este año, con una actividad delictiva continuada en los concejos de Llanera, Gijón, Siero, Mieres, Oviedo, Corvera, Avilés, Castrillón y Cudillero. La oleada de robos provocó una notable alarma social, lo que llevó a ambos cuerpos policiales a coordinar un operativo conjunto para identificar y detener a los autores. El modus operandi consistía en la sustracción previa de vehículos del grupo VAG (SEAT, Audi o Volkswagen), que eran robados mediante el uso de dispositivos electrónicos para desactivar los inmovilizadores. Posteriormente, los implicados utilizaban estos coches para desplazarse a los lugares de los robos, generalmente de madrugada. En los asaltos a locales de hostelería empleaban distintos métodos, desde el lanzamiento de rejillas metálicas contra las cristaleras hasta el uso del conocido “alunizaje”.
La investigación determinó que los robos seguían siempre un patrón similar: cuatro integrantes actuaban de forma coordinada, con reparto de funciones y una ejecución rápida, de entre ocho y diez minutos. En los casos de las estaciones de servicio, los presuntos autores no dudaban en emplear violencia o intimidación contra los trabajadores. El suceso más grave se produjo el pasado 22 de mayo en Mieres, cuando sustrajeron 140.000 euros tras agredir al empleado de una gasolinera.
La Guardia Civil destacó la complejidad de la investigación, que requirió el análisis de cámaras de seguridad, huellas dactilares, restos biológicos y prendas de vestir utilizadas durante los robos. Los cinco detenidos han pasado a disposición del Juzgado de Instrucción número 2, mientras que la investigación sigue abierta y no se descartan nuevas detenciones en las próximas horas.