Miles de personas responden al llamamiento de los sindicatos y se manifiestan por el centro de la ciudad asturiana para exigir la preservación del alto el fuego, denunciar los incumplimientos cometidos e instar a que la matanza ocurrida no sea olvidada

Figure o no en alguno de los libros de historia que se escriban en el futuro, el 15 de octubre de 2025 quedará grabado para siempre en el recuerdo de miles de personas como el día en que Asturias y, más concretamente, Gijón, o una buena parte de sus respectivas ciudadanías, dejaron a un lado sus quehaceres cotidianos y otorgaron el protagonismo de la jornada a un estrecho corredor de tierra situado en Oriente Medio, de existencia turbulenta y realidad amenazada: Gaza. Porque si durante la mañana de ayer unos pocos cientos de personas se manifestaron tanto en dicha urbe como en Oviedo, en respuesta al llamamiento hecho por el Sindicato de Estudiantes, en la tarde se contaron por miles quienes, atendiendo a la convocatoria lanzada por varias organizaciones sindicales generales, y acompañada de paros laborales parciales, se lanzaron a las calles y plazas gijonesas para mostrar su apoyo al pueblo gazatí, para visibilizar su rechazo a los incumplimientos de la paz activa perpetrados por Israel, y para exigir a la comunidad internacional tanto una protección real de la tregua entre el Estado hebreo y Hamás, como la imposición de responsabilidades a los autores de la matanza.
Desde El Humedal, punto de inicio del recorrido, la nutrida comitiva atravesó arterias como Álvarez Garaya, la plaza del Carmen o la calle Munuza, antes de desembocar en el siempre vistoso Muro, imitando desde allí el trazado seguido en horario matutino por los alumnos. Y, al igual que sucediese en la marcha organizada y protagonizada por estos últimos, decenas de banderas palestinas ondearon sobre la multitud, complementadas con pancartas, carteles y escritos de todo tipo, mientras se coreaban las consignas de sobra conocidas, pero no por ello menos oportunas. Así, los gritos de «Vosotros, sionistas, sois los terroristas» o «Desde el río hasta el mar, Palestina vencerá», entre otros muchos clamores, volvieron a resonar en Gijón, marchando el ritmo de un avance que tuvo en cabeza a los portavoces de las principales entidades sindicales: Comisiones Obreras (CCOO), en la figura de su secretario general en Asturias, José Manuel Zapico, y Unión General de Trabajadores (UGT), personificada en su máximo representante regional, Francisco Javier Fernández Lanero. Junto a ellos fue posible avistar a los concejales al frente de los Grupos Municipales del PSOE, Izquierda Unida (IU) y Podemos.
Como es habitual en toda manifestación que se precie, la finalización de la marcha se produjo en la plaza Mayor, a escasos metros del Ayuntamiento. Una plaza que, todo sea dicho, no tardó en quedarse pequeña, obligando a decenas de participantes en la protesta a posicionarse en las calles que convergen en el lugar. Ya en la meta, fue responsabilidad de los organizadores tomar la palabra y verbalizar las peticiones de los asistentes, un catálogo de demandas consensuado y fácil de imaginar: el fin definitivo del «genocidio en Gaza», vigilancia internacional para que el plan de paz suscrito se respete y sea duradero, garantías del futuro del pueblo palestino y asistencia en la reconstrucción de la Franja, atendiendo no a los intereses hebreos, sino a los de sus habitantes… Y, tan importante como lo anterior, la imposición de responsabilidades y, por ende, castigos a aquellas personas que han orquestado la debacle ocurrida en Gaza, con Benjamín Netanyahu a la cabeza. El tiempo dirá si este grito lanzado desde el Principado es oído… Y surte efecto.