Fuentes de la aerolínea confirman que la aeronave, fabricada por Airbus, sufrió una «incidencia técnica» que obligó a los pilotos a dar media vuelta; los pasajeros fueron reubicados en otro aparato, que despegó con casi tres horas de retraso

Imaginemos la situación: uno acaba de embarcar en un avión que, en cuestión de unas pocas horas, le trasladará de la mediterránea Barcelona a la cantábrica Asturias. Y todo va según lo previsto, afortunadamente; el embarque se ha hecho en tiempo y forma, el despegue ha ido como la seda, el viaje parece transcurrir favorablemente… Hasta que, de pronto, el comandante de la aeronave informa por megafonía de que se ha detectado un problema técnico y que, por prudencia, es mejor dar media vuelta y regresar al punto de partida. Es fácil intuir el desconcierto, la indignación, los nervios e, incluso, el miedo que pueden embargar a quienes sufren algo así… Y precisamente esa experiencia fue la que vivieron esta mañana, bien temprano, los pasajeros del vuelo VLG1570-VY1570 entre la ‘ciudad condal’ y el Principado. Sólo diez minutos después de haber despegado del Aeropuerto de El Prat, a las 7.14 horas, el aparato, un Airbus A321, viró en redondo y retornó a la terminal barcelonesa, afectado por una «incidencia técnica» que la compañía, sin embargo, no ha detallado. Los viajeros fueron reubicados en otro aparato, si bien este último no partió hasta casi tres horas más tarde; en todo caso, todos ellos se encuentran ya en destino y, según fuentes oficiales de Vueling, están sanos y salvos, si que se hayan producido más incidencias.
Lejos de responder a un capricho de la aerolínea, o al fruto de sus políticas internas, la decisión de los pilotos de volver al punto de salida al identificar un problema se ajusta a los dictados de la legislación aérea internacional que, por otro lado, es sumamente estricta, como cabría esperar. En efecto, basta la detección de una irregularidad aparentemente menor, por nimia que resulte a ojos de un profano, para que los protocolos de seguridad impongan, por prudencia, el regreso. Y no es inusual que tales hechos se den por decenas al cabo de un único día en todo el globo… Del mismo modo que no es habitual que las compañías informen de ellos externamente. A ese respecto, el que Vueling haya facilitado a este medio datos sobre lo acontecido esta mañana, aunque hayan sido escasos, contrasta con lo que pasó en el mes de agosto, cuando el día 28 otro Airbus que tendría que haber volado desde el Aeropuerto de Asturias hasta la Terminal de París Orly dio media vuelta sin que trascendiesen los motivos reales de la maniobra. Aquella fue una conducta ampliamente criticada por los afectados, tanto en la terminal de Santiago del Monte como en las redes sociales.