
Las catorce formaciones que protagonizan el Carnaval de Gijón exigen al Gobierno local, en particular a Medio Ambiente y a Divertia, que expidan los permisos necesarios para preparar sus espectáculos
«¡Queremos ensayar, queremos ensayar!». Así de contundentes han gritado este domingo las catorce charangas de Gijón, frente al Ayuntamiento. Eran las doce de la mañana.
Una hora antes, las agrupaciones antroxeras iban tomando posiciones alrededor de la estatua de Pelayo, donde siempre se reúnen para dar el pistoletazo de salida al Carnaval de la ciudad.
¿Este año? Pues todo está por ver, ya que llevan esperando por el permiso para poder ensayar coreografías y música todo el verano. Divertia pasa el testigo a Medio Ambiente, y al revés. Este último ente es el que tiene la mano para que las charangas pueden hacer una simple hora de ruido en los patios de colegios y asociaciones, y así poder poner en marcha las coplas que se escenificarán en el Teatro Jovellanos y en las calles de la ciudad.
Todas, sin excepción, decidieron llevar a cabo esta reunión frente al Consistorio para que también la ciudad valore este retraso. Tenían que haber comenzado a ensayar ya en septiembre…
Poco a poco fueron depositando los tambores en el empedrado suelo, a la vez que desplegaban pancartas de protesta.
El manifiesto leído venía a explicar el motivo de tal movimiento:
«Estamos aquí, en la Plaza Mayor, frente al Ayuntamiento para alzar la voz que ya no nos dejan hacer sonar con nuestros tambores, que descansan hoy en silencio, en el suelo. Un silencio que duele, que simboliza la falta de respuesta, de respeto y compromiso de quienes deberían estar apoyándonos.
Las charangas somos el alma festiva de Gijón, Somos música, ritmo, alegría, cultura popular, pero llevamos meses sin poder ensayar, sin poder preparar el carnaval. Pedimos permisos, buscamos soluciones, escribimos, llamamos y la respuesta ha sido el silencio. Un silencio que apaga tapones, pero no la pasión que sentimos.
Esta situación no es nueva, ya hace unos años venimos padeciendo recortes en los horarios de ensayo, demoras en los permisos y trámites cada vez más complicados. Cada año nos adaptamos, cumplimos con todo lo que se nos pide y seguimos adelante porque somos tolerantes y amamos lo que hacemos.
Este año la situación ha superado todos los límites y a estas alturas seguimos sin permisos para ensayar y sin nada claro y eso para quienes vivimos y respiramos el carnaval durante todo el año, es la gota que colma el vaso. Habla os de falta de seriedad, respeto y visión hacia una parte de la cultura gijonesa.
Venimos a recordar que de tras de cada tambor hay una persona y detrás de cada coreografía, hay horas de esfuerzo y amor por Gijón. No queremos seguir viviendo este problema cada año. Los permisos tienen que ser estables y garantizados…»
Trabajar conjuntamente con las formaciones, y no de espaldas a ellas; eso es lo que piden las charangas, que esperan una respuesta inmediata a esta concentración.