El Sindicato de Estudiantes autonómico se suma al llamamiento nacional tras la muerte en Sevilla de la menor Sandra Peña, y convoca dos manifestaciones que partirán a las 12 desde El Parchís, en Gijón, y La Escandalera, en Oviedo
Mañana martes, 28 de octubre, se cumplirán dos semanas exactas desde que Sandra Peña, de tan sólo catorce años -la misma combinación de cifras del fatídico día, por caprichos del destino-, decidiese quitarse la vida, incapaz de seguir soportando el acoso al que, presuntamente, la sometían varias de sus compañeras del colegio Irlandesas de Loreto, en Sevilla. Quince días en lo que la sombra de aquel suceso no ha dejado de ensombrecer la actualidad nacional, y que ha desatado una oleada de repulsa en el conjunto de la sociedad española. También en el ámbito académico, desde el que el Sindicato de Estudiantes ha llamado a secundar la huelga estudiantil convocada para mañana en todo el territorio. Y ese ‘todo’, por supuesto, incluye Asturias; de hecho aquí, en el Principado, serán dos las manifestaciones que visibilizarán ese clamor, y que partirán a las 12 horas desde El Parchís, en Gijón, y la plaza de la Escandalera, en Oviedo. Será la forma en que el alumnado de ESO, Bachillerato y FP dirá «Basta» al bullying, llame a la depuración de responsabilidades y exija a las Administraciones acciones eficaces que, de una vez por todas, pongan coto a tan execrable práctica.
Bajando al detalle, las reivindicaciones consensuadas por las distintas representaciones autonómicas del Sindicato de Estudiantes incluyen, de entrada, la «dimisión inmediata» de la directiva del Irlandesas de Loreto, así como la retirada de toda financiación pública que percibe, a través del concierto de la Junta de Andalucía con la Fundación Educativa Mary Ward, por «no haber activado el protocolo ‘antibullying'» en tiempo y forma «para proteger el buen nombre del colegio de y su negocio». Todo ello, sin obviar la responsabilidad jurídica a la que, entienden, los administradores del centro deben someterse. Si se amplía el campo, otras reclamaciones incluyen «la contratación de miles de psicólogos y psiquiatras en la sanidad pública y en cada colegio, instituto y facultad», y la supresión de todo apoyo económico a instituciones académicas privadas. «Ni un euro público para engordar el negocio de la enseñanza privada concertada, que siempre tapa el acoso y todo tipo de abuso contra los alumnos», recalcan desde el Sindicato. Tampoco falta la llamada a implementar «una educación libre de discursos de odio».
Así las cosas, los organizadores de la huelga concluyen reclamando al Gobierno central y a los de las distintas regiones que el trágico suceso que derivó en la muerte de Peña sirva de punto de inflexión e incite una reinterpretación del modelo educativo nacional. «No hay dinero para la enseñanza pública, que se hunde por los recortes; no hay dinero para poner en marcha un plan de prevención de los suicidios en los centros y apoyar nuestra salud mental, pero sí lo hay para incrementar salvajemente el gasto en armas, para privatizar los servicios públicos y subvencionar todos los negocios privados de la sanidad y la educación», sentencia el Sindicato de Estudiantes.