Pese a que, hasta la fecha, sólo se ha detectado un caso en Asturias, y en un ejemplar silvestre, la medida del Principado pretende cortar de raíz una posible proliferación ; también afecta a Castropol, Corvera, Gozón, Ribadesella, Tapia de Casariego, Vegadeo y Villaviciosa

La archiconocida gripe aviar ha vuelto a dar el salto a los titulares de prensa, a las conversaciones de los ciudadanos y, también, a las decisiones de los Gobiernos. Con casi un millar de casos detectados en Europa entre el 1 y el 5 de noviembre, y menos de un centenar en territorio español, la Consejería de Medio Rural del Principado ha decidido tomar cartas en el asunto, y prohibir la cría de aves de corral al aire libre en ocho concejos declarados de especial vigilancia: Castropol, Corvera, Gozón, Ribadesella, Tapia de Casariego, Vegadeo, Villaviciosa y, sí, también Gijón. Una medida que a muchos puede parecer draconiana, pero que pretende cortar de raíz cualquier posible proliferación del mar dentro de las fronteras asturianas, reduciendo al máximo el riesgo de transmisión de la enfermedad. Por el momento, aquí sólo se ha localizado un caso de gripe aviar; fue en agosto, en Ribadesella, si bien es cierto que afectó a un alcatraz, ave catalogada como silvestre.
Bajando al detalle, el decreto autonómico incide en la mencionada limitación, aunque concede que, si detener la cría es imposible, se podrá mantener, siempre que se coloquen telas pajareras o cualquier otro dispositivo que impida la entrada de aves silvestres, y el contacto de estas con los alimentos y el agua de las de corral. Al mismo tiempo, queda prohibido dar a estas últimas agua procedente de depósitos a los que puedan acceder aves silvestres, salvo si se trata previamente para inactivar posibles virus de gripe aviar, y también se paraliza el uso como señuelo de aves anseriformes -patos, ocas, gansos, cisnes…- y charadriformes -gaviotas, chorlos…-. Más aún, queda terminantemente prohibida la cría de patos y gansos con otras especies de aves de corral, y aquellos depósitos de agua que estén situados en el exterior requeridos para determinadas aves de corral deberán estar suficientemente protegidos contra las aves acuáticas silvestres. Finalmente, los servicios veterinarios se reservan el derecho de hacer visitas de control sanitario y análisis periódicos en las explotaciones y recintos con aves.
Aunque acotada a los ocho municipios ya mencionados, desde Medio Rural se recomienda que todos los criadores de aves al aire libre de Asturias la apliquen, para multiplicar la seguridad. En cualquier caso, se trata de una táctica que complementa la suspensión de ferias, concursos, certámenes, subastas, mercados y cualquier otro evento que suponga la concentración de animales, decretada el pasado 22 de octubre. Y todo ello, ante el papel clave que las aves silvestres juegan en la propagación del mal, pues pueden transmitirlo a las domésticas mediante el contacto directo o indirecto. No obstante, el Principado sí insiste en un aspecto capital: en España, tanto la carne de ave como los huevos son totalmente seguros, ya que la gripe aviar no se transmite a través del consumo de tales productos.