Los productos afectados, distribuidos en Asturias, Madrid y Murcia, podrían haber llegado a más comunidades; Salud pide no consumirlos y busca garantizar su retirada total

La Consejería de Salud del Principado de Asturias ha alertado a la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) de la presencia de toxina estafilocócica en dos lotes de productos elaborados por la quesería Rojo Prieto, activando el sistema de información rápida de la Red de Alerta Alimentaria Europea. Los lotes afectados son el 08125 y el 08225, ambos comercializados bajo la marca Quesería Rojo Prieto. Se han distribuido en formatos envasados al vacío de 350 gramos y 2,5 kilos, con fechas de caducidad en octubre de 2026. Aunque el reparto inicial se circunscribe a Asturias, Madrid y Murcia, las autoridades no descartan redistribuciones a otras comunidades autónomas.
El incidente fue detectado a través de los sistemas de autocontrol de la empresa encargada de preparar las cuñas, que dio aviso al Servicio de Seguridad Alimentaria y Sanidad Ambiental. Tras conocer la situación, la administración autonómica inició una inspección para verificar el alcance del problema. Mientras se confirma la retirada efectiva de los productos en el Principado, Salud recomienda a cualquier persona que tenga en su domicilio alguno de los artículos incluidos en esta alerta que no los consuma. Por ahora, no se tiene constancia de ningún caso de intoxicación relacionado con los lotes afectados.
Las autoridades sanitarias recuerdan que, en caso de haber ingerido estos productos y presentar náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal o postración, se debe acudir al centro de salud habitual. Por otra parte, la empresa fabricante deberá presentar un plan de acción que recoja un estudio sobre las causas del incidente y las medidas previstas para evitar su repetición. El plan deberá ir acompañado de una modificación inmediata de su sistema de gestión de seguridad alimentaria y un refuerzo de los análisis en sus próximos lotes. La Consejería de Salud realizará el seguimiento del proceso y, una vez implantadas las medidas, llevará a cabo análisis de vigilancia sanitaria para comprobar la eficacia del plan y garantizar la seguridad de las nuevas producciones.