El joven, nacido en Senegal, logró construir su vida y traer a su familia a la ciudad que siempre soñó, trabajando en el marisco y pescado del Cantábrico

La Zamorana (de Churi y Pipo), establecimiento referente de mariscos y pescados del Cantábrico, lleva más de 80 años ofreciendo a los gijoneses productos de calidad desde su local en Avenida Hermanos Felgueroso 40. Pero detrás de sus mostradores, además de los sabores del Cantábrico, se esconden historias humanas que merecen ser contadas. La de Iba Diop es una de ellas. El joven nació en 1987 en Senegal, en el seno de una familia de pescadores de la tribu Wolof. Cuentan desde el restaurante, en el que trabaja, que el joven soñó con mejorar su vida y se preparó estudiando varios idiomas: español, francés e inglés. En 2006, comenzó un viaje lleno de incertidumbre, embarcándose junto a otros chicos en una patera rumbo a la Isla de La Gomera. Desde allí pasó por diversos centros de acogida en Tenerife, Las Palmas y Murcia, pero su objetivo siempre fue claro: llegar a Gijón. Un amigo le había hablado de las oportunidades de la ciudad.
La vida en la ciudad no fue sencilla para Iba en un principio. Durante años, narra el establecimiento a través de un post en su cuenta de Instagram, se ganó la vida como vendedor ambulante, sin papeles, trabajando día y noche para mantenerse y poder traer a su pareja Sokhna desde Senegal. Cuatro años después, ya en 2010, logró regularizar su situación y comenzó a trabajar en el sector hostelero de Gijón. Con esfuerzo y dedicación, fue ascendiendo: de limpiar platos a convertirse en un excelente ayudante de cocina, cuentan en el local, especializado en pescados, carnes y mariscos.
En 2021 nacía en Gijón su hija Anta, consolidando el sueño de Iba y Sokhna de vivir juntos en la ciudad que habían elegido como hogar. La historia de Iba, sin embargo, no se limita a su vida laboral y familiar. El pasado viernes, cumplió otra ilusión: conocer a la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, a quien quiso agradecer personalmente las oportunidades que la ciudad le ha brindado para construir su vida junto a su familia. «La gente luchadora y trabajadora independiente de color, país, religión…merece siempre una y mil oportunidades, esto es un ejemplo pero existen miles, se nos olvida que España también fue un país de emigrantes que partieron para buscar una vida mejor, no lo olvidemos nunca«, añaden desde el popular establecimiento gijonés.