Dos debates parlamentarios enfrentan a representantes del Gobierno asturiano y de Vox sobre transparencia, recurrencia y finalidad de las subvenciones nominativas

Asturias volvió a vivir un pleno marcado por el enfrentamiento político en torno a las subvenciones públicas. En este sentido, la sesión estuvo protagonizada por las intervenciones de Javier Jové y Sara Álvarez, de Vox, que cuestionaron duramente la gestión de ayudas a colectivos LGTBI y el uso de subvenciones nominativas por parte del gobierno, y la defensa de estas políticas por parte de Ovidio Zapico y Guillermo Peláez, en representación del Ejecutivo.
Jové puso el foco en lo que calificó como un “derroche” y “uso partidista” de los fondos públicos, citando cifras concretas de subvenciones entregadas en los últimos años. Según sus datos, asociaciones como XEGA habrían recibido más de 114.000 euros en solo dos años, mientras que otros colectivos habrían destinado el dinero a actividades como talleres de yoga en la playa, descensos LGTBI en piraguas o excursiones recreativas. Por su parte, Zapico defendió que las subvenciones se ajustan a la legalidad y al interés público, destacando que todas las ayudas son transparentes y aprobadas en los presupuestos de la Junta General del Principado. Además, anunció que la futura Ley LGTBI asturiana será sometida a exposición pública antes de mediados de diciembre, permitiendo que ciudadanos, colectivos y partidos puedan hacer aportaciones antes de su tramitación final en el Consejo de Gobierno.
El debate se intensificó cuando Sara Álvarez criticó el uso recurrente de las subvenciones nominativas, considerando que el gobierno las emplea como “palanca política” para favorecer a determinados colectivos. El consejero del Gobierno, Guillermo Peláez, recordó que las nominativas están amparadas por la Ley 28/2003, representan solo el 0,7% del presupuesto autonómico y que su recurrencia no está prohibida legalmente, citando incluso precedentes de subvenciones nominativas que se mantienen desde 1997. La intervención del Ejecutivo concluyó con un alegato en favor de la diversidad y los derechos LGTBI: “Preferimos el amor y el sexo libre y no nos gusta el maltrato y la crueldad animal que ustedes financian allí donde gobiernan”, afirmó, en clara alusión a las políticas impulsadas por partidos de derecha en otras comunidades.