
POR LUIS MANUEL MADIEDO HONTAÑÓN, CATEDRÁTICO DE INSTITUTO Y ABOGADO
«Al parecer, algún valor debe tener cuando la opinión pública se va enterando de que la minería del carbón en Asturias sigue viva, y muy viva. Lo terrible es que (…) se produce, en los últimos tiempos, ligada siempre a una tragedia humana»

Según nos vienen vendiendo a los ciudadanos asturianos desde finales de los años 90 del siglo pasado, la actividad minera del carbón en Asturias sería ruinosa, y ya estaba en vía muerta.
La minería del carbón no tenía ningún futuro.
Se pasó del blanco al negro. De «Esto es oro» ante un pedazo de carbón, cual gigantesca pepita de oro, de los grandes popes de la política y el sindicalismo de la región en los años 80, al «Esto no vale nada, y vamos a otros asuntos».
Pues, al parecer, algún valor debe tener cuando la opinión pública se va enterando de que la minería del carbón en Asturias sigue viva, y muy viva.
Lo terrible es que esta retroalimentación con la sociedad asturiana se produce, en los últimos tiempos, ligada siempre a una tragedia humana.
La mina de Cerredo, en marzo; ahora Vega de Rengos, en Cangas del Narcea. Una, con muchas incógnitas en cuanto a su funcionamiento dentro de los parámetros exigibles en la economía emergida; otra, con toda la luz burocrática sobre ella y, aun así, la tragedia minera vuelve.
Y Hulleras del Norte Sociedad Anónima (HUNOSA)… ¿Dónde está?
Pues está liquidando lo último que le ligaba a la tradición minera asturiana y a su pasado, la Brigada de Salvamento Minero, totalmente abandonada. A ver si se aburren, y que siguen en plena forma todavía gracias a sus esfuerzos personales en todos los sentidos: físicos, económicos, familiares, etcétera.
¿No es todo esto un error político mayúsculo?
Asturias necesita actividad económica, y nunca será, por mucho cambio climático y mucha especulación inmobiliaria que pueda existir coyunturalmente, una potencia turística residencial.
Reconozcamos nuestro pasado, seamos fieles a lo que Asturias ha sido, y dentro de nuestra idiosincrasia está la mina, que al día de hoy se presenta como una actividad rentable: hulla, antracita… ¿Tierras raras?
Ordenemos el asunto, no lo veamos como una actividad marginal dentro del conjunto de la actividad económica en el Principado de Asturias.
Para finalizar, hemos de recordar que HUNOSA depende del Gobierno de España. Del Gobierno de Pedro Sánchez. Asturias debe ser algo más que una chincheta en un mapa electoral.