Las primeras investigaciones señalan un hundimiento imprevisto en el techo de la galería; este miércoles se reunirá la Comisión Regional de Seguridad Minera

Un desprendimiento “fortuito e imprevisto” fue la causa del accidente ocurrido el pasado viernes en la mina de Vega de Rengos, en Cangas del Narcea, en el que fallecieron dos operarios de 42 y 32 años,. El accidente se produjo a las 17:00 horas en el techo de un taller de arranque de una galería de unos setenta metros de longitud, afectando a una superficie estimada de seis a ocho metros. La capa de mineral en la zona tenía aproximadamente tres metros de ancho.
El consejero de Ciencia, Industria y Empleo del Gobierno asturiano, Borja Sánchez, explicó que tras la inspección visual realizada el mismo viernes durante las tareas de rescate, que todo apuntaría a que se trató de un hundimiento súbito sin indicios de riesgo previo. La última inspección en la zona se había realizado el jueves y no detectó ninguna anomalía.
Además de la investigación de la Policía Judicial, la Autoridad Minera inició el mismo viernes la indagación sobre las causas del accidente. Para este miércoles se ha convocado una reunión de la Comisión Regional de Seguridad Minera, donde se presentarán los primeros datos disponibles y se analizarán las tareas de supervisión periódicas realizadas en la explotación de TyC Narcea, que cuenta con todos los permisos y autorización para extraer hasta 90.000 toneladas de carbón con fines industriales.
Borja Sánchez ha querido aclarar que este accidente no tiene relación con el ocurrido en marzo en la mina de Cerredo, donde fallecieron cinco mineros, ya que aquella explotación no contaba con los permisos correspondientes.