Vecinos, familiares y amigos se reunieron para agradecer décadas de entrega y trabajo comunitario, poniendo en valor la huella humana que Viri ha dejado en varias generaciones de la parroquia
La Asociación Vecinal San Emiliano de Vega celebró este fin de semana un acto muy especial con motivo de su 21 aniversario. La jornada, cargada de emoción y de recuerdos, sirvió también para rendir homenaje a una de las vecinas más queridas de la parroquia: Elvira Amelia Peón Parajón, conocida por todos como Viri.
El acto comenzó con un agradecimiento a todos los asistentes y con un sentido minuto de silencio por los mineros fallecidos en Vega de Rengos, en Cangas del Narcea. Este año, el homenaje tuvo un carácter singular, ya que por primera vez la persona reconocida fue elegida por votación popular tras un acuerdo asambleario, lo que reforzó aún más el significado del tributo.
Viri, nacida en 1940 en Casa d’Emilia de Nicolás —la actual Tienda María José—, es una figura profundamente vinculada a la historia y la vida social de Vega. Hija de Luis y Sabrina, y una de seis hermanos, comenzó a trabajar con tan solo 12 años en Casa Ricardo, donde recuerda que cobraba una peseta la hora. Desde entonces, su trayectoria ha estado marcada por el esfuerzo, la entrega y la vocación de servicio hacia sus vecinos.
Tras su matrimonio, celebrado en Vega por el párroco don Alejandro Canal, trabajó sin descanso en el Bar Los Puyos, un establecimiento que se convirtió en punto de encuentro y símbolo de convivencia en la parroquia. Allí, Viri forjó gran parte de las relaciones que hoy la convierten en una vecina entrañable y respetada.
En 1987 abrió la Mercería Viri, donde además de vender artículos de regalo, ropa de bebé o lotería, ofrecía compañía, conversación y un lugar de acogida para todo aquel que lo necesitaba. Su implicación en la vida comunitaria también la llevó a colaborar en el Coro Femenino Santa Bárbara, en el grupo Vegaroles y en múltiples actividades parroquiales. Incluso participó en las Marchas Verdes en defensa de la zona rural.
Este homenaje es el cuarto reconocimiento que recibe a lo largo de su vida, una muestra evidente del cariño que le profesa la comunidad. En la ceremonia se destacó su generosidad, su carácter amable y su disposición constante para ayudar, ya sea acompañando a vecinos al médico o visitando a mayores en la residencia. “¿Cómo no te van a querer si das todo lo que tienes?”, le dicen sus vecinos. Vega se lo ha querido devolver con gratitud, admiración y un aplauso unánime.
