Este viernes, a las 19.30 horas, se inaugurará el siempre esperado Belén Monumental que todos los años instala la Asociación Belenista de Gijón en el Antiguo Instituto; su presidenta relata detalles sobre esta afición y de la actividad de este colectivo
Comenzamos estas navidades inminentes dando voz a vecinas y vecinos de Gijón que desempeñan diferentes ámbitos de la vida social y empresarial de la ciudad. Y qué mejor manera de hacerlo que con el testimonio de Elvira Suárez, que es la presidenta de la Asociación Belenista de Gijón, quien aprovecha estas líneas para agradecer a la Fundación de Cultura su apoyo. Hoy dicha asociación presenta en sociedad, a las 19.30 horas en el Antiguo Instituto, el Belén Monumental de este año, que, como es habitual, contará con bonitas sorpresas. Suárez accedió al cargo en el 30 abril después de ser vocal y vicepresidenta y siempre socia.
La pregunta es más que obligada: ¿Cómo se metió en este belén?
En casa siempre se puso y le voy a contar una anécdota, si me lo permite.
Se lo permito.
Mi madre tiene 94 años.
Bueno, ¡ya son!
Y mi padre 103, con la cabeza mejor que la mía.
¡Qué maravilla!
Pues a lo que iba. Mis padres son del barrio de Jove y ella me cuenta que cuando ella era pequeña bajaba sola hasta la iglesia a ver el belén.
Y tantos años contándole la historia…
Y poniéndolo en casa.
¿Cómo era su belén?
Era, como decimos, de cacharrería.
«Iba mi ‘güela’ a buscarme al colegio Santo Ángel, donde estudiaba, y cada año por estas fechas nos parábamos en el escaparate de Relancio»
Ya me puede explicar eso porque yo soy un poco corta en cuestión de belenes…
¡Sí, mujer! Íbamos a comprar las figurinas de barro a Relancio.
¡Ah!, en la calle del Instituto. Yo también.
¡Fíjese! Tengo figuras hasta con el precio marcado por debajo, en peseta, porque las tengo guardadas todas. Iba mi ‘güela’ a buscarme al colegio Santo Ángel, donde estudiaba, y cada año por estas fecha nos parábamos en el escaparate…
Y siempre caía alguna…
Sí. Así me empezó la afición. Un año, hace muchos, mi marido y yo decidimos a apuntarnos al concurso de belenes.
Y ganaron.
No, lo primero que merecimos fue un diploma; otro año, un tercer premio; al otro, un segundo…
Y al siguiente, el primero.
Acertó. Luego ya no nos presentamos más. Hay que dar paso a las personas nuevas que se unen a la asociación.
¿Tienen muchos socios?
Somos sobre trescientos. Mire, hay cuatro categorías de belenes: parroquias, colegios, familias y otras entidades (escaparates, por ejemplo).
¡Bueno! Tenemos a la familia Heredia que sigue con la tradición.
¡Ay! Con German Heredia hay muy buena sintonía, porque se hace querer de todas las formas y maneras. Le pasa un poco como a mí, no sabe decir que no. Se implica con todo.
La propia alcaldesa también es una artista en estas cuestiones. Yo tengo ido a su casa a ver el belén tan impresionante que hacía.
También es una gran belenista. Porque mire, esta afición no se pierde. No tiene nada que ver con ser o no creyente. Es un arte, una tradición y una cultura. Fíjese en los niños y niñas. La llegada de los Reyes Magos es ver plasmada la alegría de verdad. Esa ilusión nos vuelve a la niñez.
¡Claro! Pero en todo esto, hay un problema que es dónde guardar todas las figuras y demás, durante todo el año.
Sí que es un problema, porque el belenista tiende a innovar y a comprar cada año más figuras.
¿Aquí en Gijón queda algún sitio donde se puedan adquirir?
La Librería Diocesana, en Begoña, tiene figuras. No muchas, pero ahí las hay. Mire en Oviedo si hay algún sitio más donde comprar figuras. También sé de gente que se va a Madrid, al mercadillo de la Plaza Mayor, a por ellas. Y que no se me olvide la feria de Alcobendas, que es exclusiva de figuras y complementos para belenes, que se hace siempre en el mes de noviembre. Hay muy buenos escultores de figuras.
¿Y aquí?
Sí, Eduardo Cotarelo Madariaga. Fíjese, él es veterinario y aunque piense que no tiene nada que ver, él sabe trabajar esos músculos.
Les da vida.
Eso es. Yo le conocí en unos encuentros belenistas celebrados en Oviedo. A raíz de ahí se hizo socio.
«En enero empezamos a pensar en el siguiente belén»
Ustedes tendrán, me imagino, un local social.
Tenemos un bajo donde trabajamos y he de decirle que empezamos en enero a pensar en el siguiente, porque hay que bocetarlo; porque hay belén costumbrista, hebreo, imaginativo, infantil…, siendo la base la misma.
El portal, con la Virgen, San José y el Niño, los Reyes Magos y la Anunciación a los pastores.
Eso es. A partir de eso que es lo principal, se incluyen motivos costumbristas. Mire, por ejemplo, en el belén de Los Fresnos, que lo hicimos nosotros, los protagonistas, digamos, están metidos en una casa mariñana, y tiene también un hórreo.
Así que la Asociación Belenista de Gijón además de encargarse de la construcción del Belén Monumental, hace otros tantos.
Haremos otro para el Centro Cultural de San Esteban del Mar, que se inauguró recientemente y que fue en su día una capilla. Será la primera exposición que se hará allí.
¿Qué más?
Asesoramos con el Belén del Botánico, que tiene figuras del Ponticu. ¡Ah! Y el del Grupo Cultura Covadonga también lo vamos a montar nosotros, con todo lo que conlleva… Limpiar las figuras, arreglar las que están regular… Y el de Parque Principado también es nuestro.
Porque ustedes hacen también las casas, las montañas, el río…
Todo. Nosotros trabajamos a escala con poliestireno, pintura, silicona, espuma de fachada… Hacemos hasta las tejas de los tejados.
Eso sí que es una sorpresa.
Mire, el belén tiene que enamorar. Si no se cambian las construcciones cada año, ya no hay sorpresa, por eso es tan trabajoso.
Esta es una historia totalmente desconocida. Son verdaderos artesanos. Ya le digo yo que, con estas líneas, la inauguración de hoy será vista de otra manera y con otra perspectiva. Enhorabuena por tanto arte.
Y recuerde que en la Feria de Muestras también pueden verse las figuras que hacemos en un stand que montamos para la ocasión.
