La pieza metálica, que sirve de pasarela, se ‘escapó’ de un montacargas situado frente al portal número veintitrés, y fue a parar sobre la trasera de un monovolumen estacionado en batería, destrozando el cristal; no se produjeron heridos

¿Qué pudo ser? ¿Una ráfaga de viento? ¿Una maniobra imprudente? ¿Una mala estibación de la carga? En fin, las pesquisas en curso darán respuesta a esa crucial pregunta, formulada después de que esta mañana, alrededor de las nueve, una chapa metálica, utilizada normalmente como pasarela en los andamios, cayese del montacargas que la izaba a lo alto del número veintitrés de la calle Poeta Alfonso Camín -un edificio de siete plantas-, en la frontera entre Ceares y el Llano, y se precipitase hacia la vía pública. El buen azar quiso que no hubiese ninguna persona en las inmediaciones, pero no puede decirse lo mismo de los vehículos estacionados; uno de ellos, un monovolumen de la marca Renault, vio destrozado el cristal y el portón traseros cuando el objeto se estrelló contra dicha sección. El suceso está siendo investigado.