El presidente del Principado pide en el Día de la Constitución un “debate sereno” para reformar la Carta Magna, avanzar hacia un modelo federal y reforzar la legitimidad democrática de las instituciones

Asturias amaneció este 6 de diciembre con un mensaje político que pretende trascender la celebración institucional del Día de la Constitución. Frente al tono solemne que suele acompañar la efeméride, Adrián Barbón optó por una reivindicación: España necesita actualizar su marco constitucional, reforzar la participación ciudadana y avanzar hacia un modelo federal que responda a los desafíos del país en pleno siglo XXI. “El futuro de nuestro proyecto común pasa inequívocamente por la construcción de un Estado federal”, aseguró el presidente del Principado en una intervención en la que defendió la Constitución como “un logro colectivo, fruto de la Transición política y del consenso”. Ese espíritu, dijo, debe servir ahora para abrir “un debate sereno, honesto y basado en acuerdos amplios” que permita adaptar la Carta Magna a la realidad actual sin renunciar a sus fundamentos.
Barbón se declaró “hijo de la Transición y de la Constitución”, pero recordó que las hojas de ruta también envejecen: “Más democracia y más participación es siempre mucho mejor”. Y con esa premisa, desplegó una batería de propuestas que, de salir adelante, transformarían la arquitectura institucional del país.
Un Senado que represente al territorio “de verdad”
Una de las reformas que el presidente considera más urgentes es la del Senado, una Cámara que, en su opinión, “nunca ha ejercido plenamente su función territorial”. Para corregirlo, planteó reducir el número de senadores, establecer una representación igual entre comunidades autónomas y que todos ellos sean elegidos por los parlamentos regionales.
El objetivo: convertir el Senado “en una auténtica Cámara territorial”, capaz de canalizar los intereses de las autonomías y mejorar la gobernanza del Estado compuesto. Una idea que Barbón sitúa en el núcleo del modelo federal que defiende para España.
La segunda gran línea de reforma que propuso apunta directamente a cómo se eligen los responsables del poder ejecutivo en todos los niveles. Barbón aboga por la elección directa, y a doble vuelta, de alcaldías, presidencias autonómicas e incluso de la Presidencia del Gobierno de España. Este sistema, argumentó, reforzaría la estabilidad institucional, aportaría mayor legitimidad democrática y permitiría a la ciudadanía tomar decisiones más claras sobre quién debe gobernar. Una fórmula que, según él, fomentaría un vínculo más directo entre la ciudadanía y sus responsables públicos.
Blindar los valores democráticos “en un contexto difícil”
En su mensaje, Barbón no rehuyó el clima político de los últimos tiempos y recordó que España atraviesa un momento “difícil desde el punto de vista de la defensa de la democracia”. Por ello, insistió en que cualquier reforma debe apoyarse en los pilares que han sostenido la convivencia en las últimas décadas: diálogo, consenso, responsabilidad institucional y defensa de la libertad, la justicia y la igualdad. “No se trata de romper, sino de actualizar lo que hemos logrado”, resumió, apelando a una Constitución que siga siendo el marco de referencia para las generaciones futuras.
En pleno 46 aniversario de la Carta Magna, el presidente asturiano quiso dejar claro que reformarla no es cuestionarla, sino preservarla. Y puso sobre la mesa un debate que, a su juicio, España debe abordar sin ruido y con la misma serenidad que hizo posible aquel pacto fundacional de 1978.