La manifestación, convocada ayer jueves por la Plataforma Médicos del SESPA, denunció guardias de 24 horas, semanas de hasta 80 horas y agendas «inasumibles» en Atención Primaria. El acto concluyó con la lectura de un manifiesto que reclamó reformas urgentes
Cientos de médicos del Sistema Público de Salud del Principado de Asturias (SESPA) volvieron este jueves a las calles de Oviedo para denunciar lo que consideran un deterioro insostenible de sus condiciones laborales. La marcha, convocada por la Plataforma Médicos del SESPA, partió de la Plaza de España a las 17.00 horas y avanzó hasta la Plaza de la Escandalera. Se trata de una protesta enmarcada en el ciclo de movilizaciones que este año suma ya seis jornadas de huelga, y que volvió a poner el foco en las guardias de 24 horas, la sobrecarga asistencial y las carencias de la Atención Primaria asturiana. De hecho, durante el recorrido, muchas pancartas ilustraron el ánimo del colectivo: “20h y sigo trabajando; lechuga como una fresca, ¿te opero?”; “Médico cansado, paciente maltratado”; “Menos horas, más vida”; “Sin tiempo, sin vida, la vocación se nos olvida” o “Queréis medicina de primera con condiciones de tercera» son algunos de los lemas que se pudieron leer.
Para la Plataforma, integrada por más de 800 facultativos y de carácter independiente y asambleario, la raíz del conflicto es estructural. Los médicos denuncian semanas de hasta 80 horas, guardias obligatorias hasta los 55 años, horas “fantasma” que no computan para la jubilación y salarios que dependen precisamente de esas jornadas maratonianas: “Un sábado a las cuatro de la mañana, tras 20 horas de trabajo, un adjunto cobra unos 24 euros brutos la hora; un residente, 11”.
El acto culminó en la Escandalera con la lectura del manifiesto, pronunciado por Helena González, médica de Aparato Digestivo en el HUCA y en el Hospital de Cangas del Narcea y portavoz de la Plataforma. Tras una breve introducción, resumió la situación del colectivo con un mensaje claro: “Los médicos no podemos más”. Denunció que las guardias de 24 horas “no cotizan, pero sí tributan”, lo que supone que un médico “puede llegar a trabajar hasta seis años más que cualquier otro profesional sin que ese tiempo cuente”. Recordó que los descansos tras una guardia son insuficientes y que los facultativos carecen de complementos de nocturnidad, turnicidad y compensaciones adecuadas.
El manifiesto se detuvo también en la Atención Primaria, donde cupos de 1.800 a 2.000 pacientes y mañanas con 40 o 50 consultas convierten la asistencia diaria en “una carrera de obstáculos”. González criticó que muchos médicos deban atender urgencias y domicilios en su propio vehículo, sin compensación económica ni cobertura adecuada, y que algunos centros ni siquiera dispongan de un espacio digno para descansar durante las guardias. La precariedad laboral fue otro de los puntos destacados. La portavoz explicó que muchos facultativos encadenan contratos de pocos días, movilidades forzosas y cambios de turno sin aviso previo. “Yo misma, en un año, he firmado cuatro contratos; uno de ellos, de cinco días. ¿Qué banco daría una hipoteca con un contrato así?”, preguntó ante los asistentes.
El manifiesto también dedicó parte de su intervención a los efectos en la salud mental: “Somos la profesión con mayor número de suicidios, de depresión, ansiedad y adicciones”. La falta de conciliación, añadió, “impide ver a los hijos, compartir cenas familiares o acompañar a un ser querido en urgencias”. Más del 90% de los médicos jóvenes, apuntó, sufre burnout. Por todo ello la petición fue clara: “Queremos condiciones dignas, como cualquier otro trabajador. Queremos cuidar de nuestros pacientes, pero no podemos hacerlo si nadie cuida de nosotros”.










