«Ha habido mucha gente que ha cambiado sus hábitos de consumo», celebra Pablo Santos, propietario de este establecimiento de la calle San Bernardo, quien asegura «que se puede vivir sin plástico» al tiempo que anima a «acudir más al mercado para evitar el residuo»

Un cartel recibe a los clientes de Kolozero a la entrada del negocio con el encabezado «Goodbye plastic. Goodbay Kolozero». «Después de 4 años intentándolo, nos vemos obligados a cerrar la tienda», empieza el texto situado en la cristalera de la puerta de este establecimiento de la calle San Bernardo, clausura que tendrá lugar «a mediados de enero, posiblemente el sábado 17», apunta Pablo Santos, propietario y administrador. Y al final del mismo, un mensaje: «Seguid siendo plastic free».
Y es que durante los cuatro últimos años, este ‘plastic free supermarket’, o lo que es lo mismo, supermercado libre de plástico, ha puesto a disposición de los gijoneses en el número 38 de esta céntrica vía gijonesa, con salida también a La Merced, productos ecológicos, orgánicos y sostenibles. «La diferencia un poco con el granel de alimentación es que no sólo es producto perecedero, como fruta, verdura, frutos secos, cereales, legumbres, arroces, etcétera, sino que hay una amplitud más grande, como vinos a granel o kombucha. La idea era que fuera un concepto un poco más amplio, incluyendo todos los frescos que fueran posibles excepto carne y pescado», explica Santos. Además, disponía de otros artículos sin este derivado del petróleo, como pudiera ser estropajos o copas menstruales, siempre sostenibles. «Evitamos plásticos de un solo uso, sólo trabajamos productos biodegradables, que no estén testados en animales… Producto ecológico, orgánico y, siempre que se pueda, de proximidad», relata.

Se va triste, como es obvio, pero también «muy agradecido a toda la clientela que ha venido por aquí» de todas las zonas de Asturias, porque «hemos podido mantener el proyecto gracias a ellos». Y satisfecho por que «ha habido muchísima gente que ha cambiado sus hábitos de consumo. Empezó comprando alguna cosa y luego ya hacía una compra bastante amplia». Todo libre de plástico, porque «se puede vivir sin ello, cuesta un poco más, pero luego te sientes mejor al ver que no tienes tanto desecho, que luego no sabes cómo se va a reciclar». Por eso llama a que la gente «vaya más al mercado. Siempre que hay un mercado, hay producto a granel; nosotros no hemos inventado nada nuevo. Entonces, siempre que se pueda ir al mercado, se pueda evitar el residuo».
Durante 30 días podremos seguir haciendo este tipo de compra más respetuosa con el planeta en el propio Kolozero, que rechazó dar un giro hacia un establecimiento de productos ecológicos con envases de plástico para realizar el proyecto más viable. «De eso ya existe en Gijón, funcionando muy bien, donde tienen de todo y lo hacen perfectamente, pero nosotros no queríamos ser un supermercado más. De la otra manera podríamos doblar el número de referencias y llegar a más público que compra envasado, porque es más cómodo, pero no hemos querido apostar por ello», explica Santos, que cerrará así las puertas de un comercio que ha logrado permanecer cuatro años, lo que considera «un éxito», removiendo conciencias.
