Las alegaciones no convencen y Gijón se queda fuera del reparto FEDER

La polémica en torno a la exclusión del plan Cimavilla 2030 de la última convocatoria del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) suma un nuevo capítulo adverso para el gobierno local. El ministerio de Hacienda ha desestimado las alegaciones presentadas por el Ayuntamiento de Gijón, cerrando la puerta a una revisión de la puntuación obtenida y confirmando que el proyecto no recibirá financiación europea -valorada en 12 millones de euros-.
La decisión deja al Consistorio ante un escenario complejo: asumir con fondos propios los 21,4 millones de euros previstos para la rehabilitación de la antigua Tabacalera y otras actuaciones en el barrio histórico, uno de los proyectos estratégicos del mandato. Además, debilita el discurso del Ejecutivo local, que en los últimos días había centrado su crítica en la supuesta falta de transparencia del proceso estatal de adjudicación.
Las alegaciones municipales, de más de veinte páginas, solicitaban una revisión al alza de la valoración técnica del proyecto y cuestionaban el reparto territorial de los fondos. Sin embargo, el Ministerio ha rechazado los argumentos al considerar que la evaluación se ajustó a los criterios de la convocatoria y que no se ha acreditado la existencia de errores materiales, arbitrariedad ni vulneración de los principios de equidad y proporcionalidad.
En el fondo del asunto subyace un problema de enfoque. Las alegaciones, a las que ha tenido acceso miGijón, no impugnaban la legalidad del procedimiento, sino que pretendían que el órgano evaluador reconsiderase su valoración técnica. En términos administrativos, ese margen de apreciación —conocido como discrecionalidad técnica— solo puede revisarse si se demuestra un fallo manifiesto, algo que el Ayuntamiento no logró acreditar. Buena parte del documento se limitaba a reforzar explicaciones ya incluidas en la memoria original del plan, ampliadas a posteriori, sin aportar hechos nuevos que obligaran a modificar la puntuación.
A ello se suma que algunos de los argumentos incorporados en las alegaciones excedían el propio marco de la convocatoria, tanto por extensión como por contenido, al introducir desarrollos que no formaban parte del proyecto evaluado inicialmente. Este aspecto ha sido clave para que el Ministerio concluyera que no procedía revisar la calificación otorgada.
Cuando se dio a conocer el fallo hace unos meses, el director general de Alcaldía, Coordinación y Proyectos de Ciudad, Jaime Fernández-Paíno, denunció públicamente el “oscurantismo” del Ministerio, asegurando que el Ayuntamiento desconocía las razones concretas de la exclusión y la puntuación obtenida. “La ciudadanía merece saber con qué cartas jugamos”, afirmó, reclamando transparencia al Gobierno central.
Ese relato fue corregido días después por el Gobierno del Principado de Asturias, que salió al paso de las declaraciones municipales para aclarar que la convocatoria FEDER es de carácter estatal y que la administración autonómica no tiene “voz ni voto” en el proceso. El consejero de Hacienda y portavoz del Ejecutivo, Guillermo Peláez, subrayó que la evaluación corresponde a una comisión de trece técnicos de distintos ministerios y advirtió de que las palabras de Fernández-Paíno “pueden generar confusión” entre la ciudadanía.
Ahora en el ámbito municipal, la desestimación de las alegaciones ha reavivado las críticas a la gestión del gobierno de Foro. Desde el PSOE se considera que el desenlace confirma lo que venían advirtiendo desde el inicio del proceso: la falta de rigor con la que se elaboró y presentó el proyecto.
“Oviedo y Avilés, una vez más, superan a Gijón, al Gijón de las renuncias, al Gijón que va a tardar de recuperarse de todos los años de gobierno de Foro”, ha afirmado la portavoz del Grupo Municipal Socialista, Carmen Eva Pérez Ordieres. A su juicio, el plan Cimavilla 2030 “se presentó de forma apresurada y sin preocuparse en acreditar que se cumplían los requisitos de la convocatoria”.
Pérez Ordieres ha recordado además que el PSOE ya advirtió al responsable municipal de solicitar la financiación de que las alegaciones carecían de base sólida. Según la portavoz socialista, el documento se limitaba a “decirle a los técnicos evaluadores qué nota tenían que poner”, sin cuestionar de manera efectiva la evaluación realizada ni aportar elementos jurídicos o técnicos que justificaran una revisión.
Para el PSOE, la desestimación de las alegaciones es una consecuencia directa de la forma en que se gestionó el proyecto desde el inicio. “Aprobaron el proyecto de forma apresurada el día antes de que acabara el plazo y no se tomaron la molestia de acreditar la capacidad financiera o la competencia administrativa del Ayuntamiento”, ha señalado Pérez Ordieres, que habla de una “falta de rigor y seriedad muy grave” por parte del gobierno local.
Las críticas socialistas se extienden también al modelo de trabajo interno del Ejecutivo de Foro. Según fuentes municipales, la redacción del plan Cimavilla 2030 se realizó con un equipo muy reducido y sin contar con personal especializado en captación de fondos europeos de las concejalías del Partido Popular, socio de gobierno. La coordinación recayó casi por completo en la Dirección General de Alcaldía, bajo la supervisión directa de Fernández-Paíno, que además ejerce funciones delegadas de la alcaldesa Carmen Moriyón.
Este modo de proceder contrasta con el discurso que Foro mantenía en 2023, cuando desde la oposición acusaba al anterior gobierno socialista de haber hecho perder a la ciudad 9,4 millones de euros en otra convocatoria europea. Entonces, el partido hablaba de descoordinación, de falta de profesionalidad y de la necesidad de rodearse de técnicos especializados para competir con garantías en Europa.
“El contraste es evidente”, subraya Pérez Ordieres, quien recuerda que durante el anterior mandato socialista Gijón logró captar 37 millones de euros en fondos europeos. “Eso permitió a la ciudad trabajar de la mano de Europa en políticas de transformación”, frente a un gobierno actual que, a su juicio, “actúa aislado respecto a Europa”.
“Mientras otras ciudades se afanan en ser más eficientes, sostenibles e innovadoras, Foro solo aspira a convertir Gijón en una ciudad en blanco y negro”, concluye la portavoz socialista.
Otra más.
Que los ponga de su bolsillo.