Dicen que la unión hace la fuerza. Sin embargo, nos enfrentamos a una sociedad individualista, cada vez más preocupada por si misma y menos por los problemas de los demás. Este parece ser uno de los retos a los que debe hacer frente en la actualidad la participación social. El estudio de Participación Social y Voluntariado, realizado a petición del Gobierno del Principado de Asturias por el Taller Animación Sociocultural, busca dar respuesta a cómo abordar esta problemática. El objetivo es impulsar el desarrollo de la participación y el voluntariado como vehículo para una sociedad más sostenible social, económica y medioambientalmente. Repasamos los principales retos de participación en Gijón.
La evolución de la participación social en Gijón
Tal y como recoge el estudio, la mayor implicación ciudadana en Gijón se dio durante las décadas 60, 70 y 80 del siglo pasado, gracias especialmente a los movimientos vecinales y a las AMPAS de colegios e institutos. Una participación en aquellos años ligada al territorio, a la lucha de clases y a la lucha sindical. Sin embargo, esto es ahora muy distinto.
La participación ha descendido considerablemente, se ha diversificado su forma y los movimientos vecinales ya no son un agente clave de transformación. Estamos ante la llamada ‘época de la inmediatez’ o, lo que es lo mismo, una época en que las personas no se implican por la falta de resultados a corto plazo.
Pero, ¿qué ha motivo este descenso de la participación? Según han manifestado los ciudadanos en el estudio, la inestabilidad y precariedad laboral de los jóvenes, la incorporación de la mujer al mundo laboral y una dificultad de conciliación personal según aumentan las responsabilidades son algunas de claves. Aunque no todos piensan igual.
Para otra parte de los ciudadanos, la participación no ha descendido, sino que ha variado su forma. A su juicio, se ha invisibilizado y su reconocimiento no es tan notorio.
¿Qué tiene que pasar para que los gijoneses participen?
Lo que refleja el estudio es que los gijoneses participan, pero lo hacen de forma puntual, siendo menos común toda aquella participación que conlleva responsabilidades y una mayor implicación. Pero, ¿qué habría que hacer para que esto cambiase? Estas son algunas de las peticiones de los vecinos de Gijón en este sentido.
- Dotar de herramientas, formación, concienciación y educación para la educación desde diversos ámbitos de la vida.
- Facilitar desde la Administración la participación de las personas y la obtención de las herramientas necesarias.
- Repartir personalidades y roles, y promover una perspectiva comunitaria, dando importancia a la creación de redes entre entidades.
- Mejorar las condiciones de vida en el ámbito laboral y personal para facilitar así la implicación de las personas en la vida participativa.
El perfil de los miembros de asociaciones en Asturias
Mientras que la media nacional de participación asociativa es del 26,6%, el porcentaje de la población asturiana que afirma pertenecer a alguna asociación es ligeramente inferior, del 23,6%. Analizamos este dato.
En Asturias no se entiende la participación social sin los sindicatos, y el estudio así lo refleja. Entre los tipos de asociación que cuentan con mayor participación destacan, por este orden, los sindicatos (33,7%), los clubes deportivos (30,7%), las AMPA (14,9%) y las ONG (13,9%).
Por segmentos de edad quienes más participan son las personas que tienen entre 45 y 64 años. Y otro dato que se revela del estudio es que a mejor posicionamiento económico, laboral y salarial, mayor es el porcentaje de pertenencia a algún tipo de asociación.
Igualmente, se puede extraer que respecto a la situación laboral, son quienes trabajan (40%) o los jubilados (47,2%) los que más implicados están. Y por último, cabe destacar la importante brecha de género, siendo la presencia masculina mucho mayor que la femenina. Un 30% de los hombres sostiene que pertenece a algún tipo de asociación, mientras que en las mujeres el dato es solo del 17,8%.