«Yo le diría a doña Ana González que ya está tardando en anunciar la inauguración de esa nueva etapa como auditorio de El Bibio con un concierto del joven músico gijonés»
Quienes tenemos la oportunidad de estar muy cerca de la trayectoria profesional de los músicos que empiezan a querer vivir de su trabajo, sabemos muy bien de sus penalidades en un país donde la música no es precisamente una de sus pasiones. No olvidemos que aquí se les llegó a multar y creo que aún multa por tocar en las calles.
Después de una larga y dura carrera profesional, cursada en muchos casos fuera de España por aspirar a una mejor preparación que la que se les ofrece en los conservatorios de su país, provoca auténtica pesadumbre e irritación comprobar hasta qué punto las condiciones laborales en las que trabajan quienes, partiendo de cero, se ven obligados a hacer bolos por el país, al albur de las circunstancias, especialmente adversas en estos tiempos de pandemia.
Sin embargo, en medio de tan lamentable situación, ocurre a veces que un músico español como el pianista asturiano Martín García logra uno de los premios más importantes del mundo en el Concurso Internacional de Cleveland. Lo hizo hace unos días con el Tercer concierto de Serguéi Rajmáninov y obtuvo asimismo los premios de música de cámara y dúo para pianos.
Martín García García tiene actualmente 25 años de edad y su primera actuación con orquesta la realizó a los 9 en Cangas del Narcea. Como solista actuó en el II Festival de Piano de Varsovia con la Orquesta de la Academia Beethoven (2005) y en el Festival de Piano del Ruhr, apadrinado por el maestro Radu Lupu (2013), donde interpretó obras de Haydn, Brahms, Prokófiev, Beethoven, Debussy y Cziffra. También tocó en Moscú con Los Virtuosos de Gnessin y formó parte de las lecciones magistrales de la Academia Internacional de Verano en Uelzen (Alemania) con Vladímir Krainev.
Martín García García es natural de Gijón, ciudad en la que su alcaldesa ha decidido recientemente prohibir la tauromaquia y dedicar la Plaza de Toros de la ciudad a la música. Yo le diría a doña Ana González que ya está tardando en anunciar la inauguración de esa nueva etapa como auditorio de El Bibio con un concierto del joven músico gijonés, a modo de homenaje a su trabajo, a su talento y al de todos los músicos españoles que luchan por sobrevivir en un país tan sordo como el nuestro a la música y a la cultura. La ocasión bien lo merece. De seguro que lo celebraría Melchor Gaspar de Jovellanos: «Es, pues, claro que el gobierno ha prohibido justamente este espectáculo [la tauromaquia] y que, cuando acabe de perfeccionar tan saludable designio, aboliendo las excepciones que aún se toleran, será muy acreedor a la estimación y a los elogios de los buenos y sensatos patricios».