Acompañantes de enfermos critican que se les obligue a pasar horas al raso de madrugada con una situación epidemiológica favorable. La FAV pedirá a la gerencia su apertura
Las horas de espera ya son complicadas cuando hay un familiar enfermo, pero aún son peores cuando se aguarda a la intemperie, sobre todo con la llegada del mal tiempo. Los usuarios de Cabueñes están “hartos” de que las salas de espera del hospital se encuentren inutilizadas por la pandemia cuando, entienden, la situación epidemiológica es lo suficientemente favorable para poder acoger a los acompañantes. MiGijón ha recogido las quejas de algunos de estos usuarios, unas protestas que respalda la Federación de Asociaciones Vecinales de Gijón a preguntas de este diario
“Son espacios enormes inutilizados. Entiendo que sea así cuando había muchos contagios, pero ahora no tiene sentido estar al raso de madrugada, cuando se puede estar interior con mascarilla y distancia sin que suponga un riesgo”, expone Susana Rodríguez. Esta joven de 28 años acompañó a su hermana a Cabueñes de madrugada. “De noche es una odisea. No te queda otra que resguardarte en el coche. Hace una humedad… Y no puedes moverte de allí, porque no sabes cuándo va a salir el paciente”, remata. Algo similar sufre María Álvarez, de 55 años. “Muchas personas como yo, que nuestros padres son mayores, tenemos que ir habitualmente. Es una locura ir periódicamente. Mientras no hacía frío, se llevaba relativamente bien. Pero ahora con el mal tiempo, es un sinsentido”, respalda. De hecho, no ven lógico que la cafetería sí esté abierta hasta las diez de la noche. “Cuando cierra, no sabes dónde quedarte. Si se puede estar en el bar del hospital, debería poderse entrar en la sala de espera también“, critican ambas.
“Operativas en breve”
Esta postura la comparte la Federación de Asociaciones Vecinales de Gijón. “Transmitiremos a la gerencia esta preocupación. Entendemos que las salas de espera tienen que estar abiertas, sobre todo en las Urgencias. Es un problema que también hemos visto en los centros de salud. No es lógica una medida de seguridad tan extrema, cuando afortunadamente la región cuenta con una buena situación epidemiológica”, adelanta su presidente Manuel Cañete. “La Consejería tiene que dar una solución. Al hospital no se va a tomar café, se va por enfermedad”, zanja. Actualmente, tan solo se permite acceder a los acompañantes en casos excepcionales, como es el caso de personas dependientes o menores. Salud facilita la información del paciente telefónicamente en aquellos casos en los que la espera es demasiado larga para que los acompañantes aguarden fuera.
A preguntas de este diario por las quejas suscitadas, la Consejería de Salud ha adelantado que las salas de espera “estarán operativas en breve”. “La intención es recuperar pronto este espacio. Estamos trabajando en ello”, deslizan fuentes del Gobierno autonómico.
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