El presidente hacía alusión a la futura reforma en el acto de celebración del 40 aniversario del Estatuto de Autonomía
La Junta General del Principado ha celebrado este lunes un acto institucional para conmemorar el 40 aniversario del Estatuto de Autonomía de Asturias con la intervención de cuatro presidentes autonómicos, el actual Adrián Barbón, y los exdirigentes Pedro de Silva, Juan Luis Rodríguez-Vigil y Antonio Trevín, que abordaron el origen del proceso estatutario y su recorrido hasta la actual negociación para su reforma, señalando como principales retos mejorar el desarrollo competencial y la cogobernanza entre administraciones.
En la sesión, a la que no acudieron Francisco Álvarez–Cascos ni Javier Fernández «por motivos personales», Adrián Barbón aprovechó para dedicar unas palabras en memoria de Vicente Álvarez Areces ante la proximidad del tercer aniversario de su muerte: «Un presidente que, si viviera, hoy estaría aquí». También se dedicó un emotivo recuerdo a los otros dos presidentes fallecidos, Rafael Fernández y Sergio Marqués.
El acto, en el que participaron el presidente del parlamento, Marcelino Marcos Líndez, y el rector de la Universidad de Oviedo, Ignacio Villaverde, fue organizado por el Espacio Fundamentos, el foro de debate promovido por ambas instituciones.
Adrián Barbón dijo que la pandemia ha evidenciado la importancia de la cogobernanza, poniendo en valor las Conferencias de Presidentes y el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, y apostando por «potenciar» el Senado. Igualmente, incidió en la necesidad de reforzar los servicios públicos y puso el acento en el horizonte «inevitable» de la digitalización y la economía verde; el valor de la colaboración público-privada, que ve «totalmente indispensable»; «la importancia esencial» de la ciencia; y el reconocimiento del mundo rural.
Sobre la reforma estatutaria, el presidente se mostró convencido de acometerla: «Allí donde los visionarios de la sombra anticipan siempre el desastre, yo vislumbro la opción de acometer transformaciones que redunden en el progreso de Asturias». «Por más que pueda parecer ingenuo a estas alturas, me cuesta aceptar que Asturias desaproveche, cuatro décadas después, una oportunidad histórica para adecuar nuestro Estatuto, mejorar su autogobierno y proteger nuestro patrimonio cultural», afirmó.
40 años de Estatuto
Pedro de Silva resaltó el «trabajo de consenso» que rodeó a la tramitación y aprobación del vigente estatuto, que nació «sin ningún en contra». En un complejo contexto histórico y territorial de los primeros años democráticos, dice el expresidente que Asturias, desde un sentimiento regional «hondo y sincero», supo «jugar bien sus cartas, que no eran ni muchas ni altas, para aprobar el estatuto que más le convenía».
Por su parte, Antonio Trevín incidió en el desarrollo competencial de la comunidad, sus diversas reconversiones y su apuesta por la protección del medio natural, que ha permitido a Asturias tener «la costa mejor conservada de toda España». Trevín, que realizó parte de su intervención en asturiano, quiso también aprovechar el foro para reclamar un «control eficaz» de lobo que permita garantizar la viabilidad de la ganadería extensiva.
Rodríguez-Vigil centró su intervención en el regimen local señalando «una inadecuada extracentralización de los servicios públicos en Oviedo» a lo largo de estas décadas, proponiendo fórmulas de coordinación, como las comunidades de municipios, para mejorar la capacidad de gestión de las administraciones locales.
El expresidente, además, dijo no apreciar «mayor necesidad de reformar el actual Estatuto», que ha durado 40 años «sin grieta institucional ni discordias ciudadanas», salvo si se consideran causas de carácter orgánico o político para mejorar el bienestar de los asturianos. En todo caso, propone «partir de un consenso similar» al de la actual norma estatutaria en aras de la concordia.