Ana González ha insistido, al igual que el consejero, en que el intercambiador no una estación de autobuses
El consejero de Medio Rural y Cohesión Territorial del Principado de Asturias, Alejandro Calvo, ha destacado este miércoles que el intercambiador de autobuses y aparcamiento disuasorio proyectados en Gijón enlazan con la movilidad del futuro que encaja en la estrategia en la que se trabaja desde el Gobierno regional.
Así lo ha señalado, en declaraciones a los medios de comunicación, antes de la reunión con la alcaldesa de Gijón, Ana González, para dar a conocer cuestiones acerca de ambos, que suman algo más de cuatro millones de euros.
Asimismo, ha recalcado que se harán con cargo a fondos europeos, lo que permite acelerar este proceso de cambio a una movilidad más sostenible, con reducción de emisiones y una menos desplazamientos en coche privado.
El consejero ha apuntado que la licitación se prevé hacer antes de la primavera de 2023 y la ejecución tendría como límite el año 2026. Ambos proyectos contribuirán a ser una pieza más junto a la llegada del AVE, el Plan de Vías y la continuación del ‘metrotren’.
Respecto al intercambiador, tendrá una zona preferencial para el peatón, donde se encuentra el acceso a distintos métodos de transporte público, y que va a estar conectado con la futura actuación ferroviaria del Plan de Vías y el ‘metrotren’.
Y aunque aún no está concretado, Calvo ha hablado de la instalación de unas pérgolas, el que la bici tenga elementos que la hagan segura y que se dé comodidad y seguridad al peatón.
En cuanto al aparcamiento disuasorio, en la zona de la avenida de Portugal, ha indicado que encaja con la nueva centralidad de la ciudad, donde la futura estación intermodal se situará en Moreda, y que abrirá una «gran ventana, peatonal, verde». Una actuación que engloba, según el consejero, al ámbito de la Acerona y la plaza de Europa.
Dicho esto, ha dejado claro que el intercambiador no sustituye a la estación de Alsa. El consejero ha indicado que el concepto de movilidad se está transformando y se encamina a establecer paradas y una microcentralidad, tanto de transporte urbano como interurbano. «Ese es el futuro al que vamos», ha apuntado, el poder cruzar la ciudad en cuatro o cinco paradas.
También ha explicado que el intercambiador contará con una estructura toda en superficie, con espacio donde los distintos usos se ordenan –transporte interurbano, urbano y taxis–, de forma que peatonalmente puedas cambiar de uno a otro.
Ha asegurado que tendrá un impacto «sencillo» en lo constructivo, con instalaciones modulares y modulables a la hora de ir adaptándose a las necesidades. Calvo ha puesto el ejemplo de Vitoria, que ya trabaja con este tipo de servicios urbanos que favorece el transporte público.
Para el consejero, el gran cambio está en esas líneas a modo de ‘tranvía’, con pocas paradas para recorrer largas distancias rápido, a través de carriles bus y regulación semafórica, que ya ha empezado a hacer Gijón. La obra, en este caso, la va a gestionar directamente el Principado, pero se hará un convenio de colaboración con el Ayuntamiento.
González, por su parte, ha insistido, al igual que el consejero, en que el intercambiador no una estación de autobuses. Esta última estará al lado de la de tren, dentro del Plan de Vías. Respecto al intercambiador, ha apuntado que en esa zona confluyen ya muchas líneas de Emtusa y hay planeada alguna de las estaciones del ‘metrotren’.
La alcaldesa ha visto importante pensar en la comodidad del peatón, para que tenga posibilidades de cambiar de medio de transporte público. Ha incidido, además, en que en esa zona es donde más líneas de autobús confluyen.