El presidente criticó al Partido Popular por «mezclar coste con impacto económico»
El presidente del Principado de Asturias y secretario general de la Federación Socialista Asturiana (FSA-PSOE), Adrián Barbón, ha señalado este viernes que «no» considera que el informe sobre la oficialidad hubiera sido útil para iniciar las negociaciones sobre la reforma del Estatuto de Autonomía incluyendo la cooficialidad del asturiano porque «no responde al modelo de la FSA».
En declaraciones a los medios al término de la presentación en la Junta General del libro ‘Asturias: 40 años’, Barbón ha remarcado que el modelo de los socialistas asturianos es el de la «oficialidad amable». «No queremos el carácter vehicular obligatorio en educación», aseguró, rechazando también que haya «necesidad imprescindible de saber asturiano» para acceder a la función pública.
Al respecto, ha indicado que el informe ‘Estudio sobre el marco adecuado para la planificación y desarrollo de la normalización del uso de la lengua asturiana y el gallego-asturiano en el ámbito del Principado de Asturias’, coordinado por el profesor de la Universidad de Oviedo Miguel Presno, no fue elevado al Consejo de Gobierno para su análisis.
Barbón ha explicado que la consejera de Cultura, Berta Piñán, no elevó el informe al Consejo de Gobierno al considerar «que no responde al modelo» que se propugna desde la FSA-PSOE y el grupo parlamentario socialista, y por eso la consejera de Hacienda, Ana Cárcaba, «no lo conocía».
Además, Barbón ha insistido en que la iniciativa de la negociación no era del Gobierno sino de los grupos parlamentarios, y el planteamiento era primero aprobar la reforma y después «definir el modelo». «Por eso nunca quisimos abrir el debate del modelo, porque entendíamos que debía ser fruto del consenso», dijo.
Resaltó que el citado informe es «exclusivamente» de los firmantes. «Es responsabilidad suya», dijo, reiterando que «el Gobierno no lo ha debatido en el Consejo y, por tanto, no lo ha hecho suyo». «Que yo sepa no hay encargados más informes», añadió.
Asimismo, argumentó que en el Gobierno no se preparan informes propios «porque no hay 27 votos para reformar el Estatuto». «No vamos a abordar ningún modelo cuando no hay reforma del Estatuto sobre la mesa», aseveró, pidiendo disculpas a quienes se sientan «frustrados» por el bloqueo del proceso.
Con todo, el presidente aprovechó para criticar al Partido Popular por usar el informe para «no asumir» la «enorme responsabilidad de bloquear la reforma del Estatuto», y por «mezclar coste con impacto económico».