Las mujeres trans son tan mujeres como lo son las cisgénero. ¿Entonces las mujeres trans deberíamos ser acogidas con las manos abiertas en el feminismo, no? La respuesta evidente es que sí
Este 8 M será el primero que celebre abiertamente como mujer. Después de sentir media vida que no encajo, que no estoy siendo yo, me doy cuenta. Sí, soy una mujer trans. Las mujeres trans son tan mujeres como lo son las cisgénero. ¿Entonces las mujeres trans deberíamos ser acogidas con las manos abiertas en el feminismo, no? La respuesta evidente es que sí. Digo, ¡qué bien! Por fin encajo en un sitio.
Sin embargo la realidad es más compleja, desde hace un tiempo está teniendo más voz un feminismo trans excluyente (si es que se le puede llamar feminismo) que no solo niega la identidad de las mujeres trans, si no que las venden como un enemigo del feminismo. Dicen que las personas trans dividen la lucha feminista. Sin embargo son ellas las que la separan, decretando quien es una mujer de verdad y quien no, excluyendo así a las que no cumplen su criterio. Para ellas el feminismo ya no va sobre terminar con la desigualdad o el machismo, si no de decretar quien es o no mujer. Dicen que quieren acabar con el género, no como las personas trans que perpetúan los estereotipos de género, pero casualmente atacan a las personas que no cumplen sus criterios cis sexistas, las no normativas. Con su discurso biologicista están reduciendo ser mujer a tener vagina y capacidad de parir, idea contra la que lleva luchando el feminismo toda la vida.
Pero el odio llega mucho más lejos que solo una cuestión teórica, intentan acabar con nuestro derecho a existir bloqueando leyes que nos benefician, crean bulos contra nosotras e incluso intentan vender que hay violadores haciéndose pasar por mujer. Algunas trans excluyentes llevan tan lejos su odio que no ven la contradicción en compartir discurso con la extrema derecha, e incluso llegan a compartir espacios con ella.
Y ahora digo ¿qué hago yo en un 8 M si no me quieren muchas de mis compañeras? Quiero pensar que solo es una minoría ruidosa, que no me pasará nada, que nadie cuestionará mi identidad. Pero el miedo está ahí.
La verdad es que el feminismo hegemónico no es incluyente, no es interseccional. No solo excluye a de las mujeres trans, también a mujeres lesbianas, bis, intersexuales, asexuales, racializadas, pobres, trabajadoras sexuales, con discapacidad. Creando mujeres de primera, segunda o tercera categoría dentro de la sociedad. Es un feminismo que no es para todas, y es responsabilidad nuestra cambiarlo. Debemos luchar por un feminismo que tenga en cuenta a las minorías desfavorecidas, sino no es feminismo ni es nada.
Quiero acabar esto diciendo que no, que no me esconderé más, que tendré miedo pero por eso mismamente hay que salir a manifestarse el 8 M. Por un 8 M inclusivo que represente al 100% de las mujeres, no nos pueden parar. Su odio no puede parar nuestras reivindicaciones.
Hana