Monchu García va camino de los cincuenta años y casi veinticinco de militancia socialista. Llegó al PSOE desde el movimiento asociativo, desde aquel incipiente Abierto Hasta el Amanecer que lo tuvo como uno de sus padres. Pasó también por el Ayuntamiento y hace cuatro años perdió la Secretaría General frente al que hoy es, de nuevo, su rival. Achaca a Iván Fernández Ardura una gestión que ha creado división en el socialismo gijonés, falta de contacto con los barrios y con la sociedad en general. “Si no estás ahí, ¿cómo lo vas a saber?”. Por ello apuesta por un programa basado en la recuperación de la convivencia en la Agrupación, el retorno a los barrios, la formación y abrir las puertas de la Casa del Pueblo a los jóvenes.
Uno de los pilares de tu candidatura es la recuperación de la convivencia interna. Hablabas incluso el otro día de superar la “larga resaca” de estos procesos. ¿Cómo estás viendo esos problemas de convivencia durante estos días?
Para estar en un proceso que es tremendamente importante, que va a definir futuro de la Agrupación en los próximos cuatro años, hay una razonable relación de convivencia. Digo razonable porque no ha sido buena en estos años. Pero ahora, que podría haber una tensión mayor, se están manteniendo las cosas en el cauce adecuado.
Al final creo que es importante entender que no hay adversarios en la casa, igual que no hay adversarios en la política. Hay gente con opiniones diferentes y con modelos diferentes. Yo creo que esto es una confrontación de modelos, de maneras de hacer. Porque, de fondo, es muchísimo más lo que nos une que lo que nos separa. Estamos en una organización que tiene unos valores definidos, y unos objetivos definidos. La cuestión es ¿cómo queremos alcanzar los objetivos que nos marcamos como organización? ¿Cuáles son las prioridades? Pero, de fondo, está la manera de hacer. En ese sentido incluso la convivencia hay que trabajarla, porque es una manera de hacer.
En la presentación de la candidatura había gente que externalizó una cierta incomodidad en la vida del partido.
Quizá porque veníamos de situaciones muy tensas. Yo nunca entendí por qué llegaron a Gijón. Gijón no tenía nada que ver con lo que había sucedido en Madrid en aquellos tiempos. Hubo quien, intencionadamente, le apeteció llevar la tensión hasta las agrupaciones. Creo que esa tensión no fue capaz de digerirse porque hubo personas que pensaron que había una revancha histórica, como una especie de triunfo sobre aquellos que habían estado agraviándoles. En el PSOE las tensiones son históricas en sus congresos, pero la diferencia es que luego se digieren bien. Se han digerido bien en todos los órdenes, a nivel federal y autonómico. Ha habido integración y recuperación de las relaciones. Al final estamos hablando de cuestiones entre personas. Yo creo que aquí no, no se ha hecho bien. Aquí quien tenía la responsabilidad cuando compañeros y compañeras intervenían en las asambleas o en los grupos de trabajo, y eran malmirados o abucheados, o había un cuestionamiento fuera de los mínimos del respeto, no estuvo hábil en cortar eso. Quien tiene que cortar eso es la dirección política. Con lo cual la convivencia fue un poco complicada.
Pero yo no quiero hablar de eso. Quiero hablar de las posibilidades de reconciliar y de tener una convivencia ordenada. Si es que además no se trata de nada más que de que la gente pueda expresar sus ideas sin sentir rechazo. Y yo no tengo rechazo por las ideas o por los planteamientos que tenga un compañero, aunque no esté de acuerdo. Y eso es de lo que queremos hablar.
El actual secretario afirma que se han organizado más de 300 actos con más de 10.000 participantes y que ha sido tu sector quien se ha autoexcluido…
No es cierto. Yo estuve en muchísimos de esos actos. Aunque ahora me lo niegan algunos. Lo que me costaba era encontrar gente que viniera conmigo, porque se sentía incómoda. Pero no es ese el tema. Volvemos a ver las diferencias de cómo vemos las cosas. Él no dice la verdad, o no acierta, cuando dice que se hacen más actos ahora que nunca. Por aquí siempre pasaron ministros, diputados… Por cierto, esta vez menos diputados autonómicos porque con alguno no se contó. Y siempre pasó de todo, y siempre se hicieron actos, y siempre hubo presencia. Se tomase o no se tomase nota, siempre la hubo.
Pero él confunde asistencia con participación. Asistencia es estar presente. Participar es tomar parte. Y hay una tendencia en esta dirección política a confundir los dos conceptos. Que pueden parecer iguales, pero para nada es lo mismo. Cuando uno participa es partícipe, es decir, es transcendente su espacio y su acción. Y cuando uno asiste, simplemente asiste. En esas asistencias hubo, y en esos inicios de participación, mucha gente que no apoyó a la dirección política en el momento de su elección. Pero como siempre se puso a trabajar por el partido. Pero se sintió incómoda. Y yo no quiero que nadie se sienta incómodo. Yo no quiero que el domingo que viene, o el lunes que viene, si nosotros estamos al frente de la Agrupación, no quiero que nadie se sienta incómodo. Quiero que la gente venga desde el minuto cero, ya, a trabajar. Porque los retos que tenemos no se afrontan con el 50% del partido. No se pueden afrontar. Y los retos que tenemos no son solo los retos de los socialistas, son retos de la sociedad. Si necesitamos a todo el partido, también vamos a necesitar al resto de partidos. Porque no lo vamos a construir solos, y yo quiero insistir en eso. No podemos generar confianza en la ciudadanía y en el resto de fuerzas políticas – que la necesitamos- si no somos capaces de fiarnos de nosotros mismos, o de una parte importante de nosotros mismos.
Hablando de la necesidad de contar con otros partidos: durante esta legislatura hubo diversas situaciones en las que la oposición se unió – incluyendo a Vox y Podemos – para votar en contra de las decisiones de gobierno. ¿Faltó diálogo desde el PSOE?
Yo soy partidario de los diálogos hasta el agotamiento. Además creo que las relaciones de confianza se tejen en el espacio personal. Eso es lo que te permite tener una relación de confianza en lo político. No se puede ver a la gente como advesarios o enemigos, más allá de que cada uno defiende sus propios intereses, que realmente son intereses ideológicos, no partidistas. Yo no entiendo que la gente haga las cosas por una razón de cuestión de lo que le convenga electoralmente. Yo creo que la gente hace las cosas porque tiene una visión de la sociedad y a veces no coincide con la tuya.
Yo creo que el diálogo es una buena práctica. Y también hay que reconocer que ha habido quien no ha querido dialogar con el gobierno. Y lo digo también desde el mismo arco ideológico donde nos situamos los socialistas. Hemos tenido muchas dificultades para hablar con Podemos porque hay un sector mucho más antisocialista que progresista. Eso dificulta las cosas.
De hecho, no se llegó a un acuerdo de gobierno de la izquierda en 2015
Creo que lo pagaron bien en ese sentido. Ahí se cimenta la victoria socialista: en la traición al voto progresista que hizo Podemos.
Ahora, el diálogo es absolutamente necesario con todos, porque las mayorías en este país van a tardar en volver. Tienes que entender que todos los que están en el Pleno comparten contigo la representación de la ciudad. No es exclusiva ni tuya ni del sector ideológico en el que te representas y que ahora es mayoritario en la ciudad. Ni cuando era al revés en 2011. Todos tenemos una representación compartida, nos vemos obligados. Pero también es cierto que a veces tienes que tomar decisiones. ¿Por qué? Porque el gobierno está para gobernar. Tiene que buscar el diálogo hasta el agotamiento. Pero, si no es posible, tiene que decidir.
Volviendo al tema del proceso que vivís, Ardura puso sobre la mesa su gestión económica del partido: liquidación de la deuda con la FSA, reducción de la hipoteca de la Casa del Pueblo
La cuestión económica es muy sencilla. Los socialistas damos parte de nuestro dinero cuando estamos en puestos. Lo damos por compromiso. Cuando dicen que un concejal cobra X, sí, cobra X. Pero los socialistas cobran X menos Y porque aportamos a la organización. Aparte de que tenemos diferentes niveles de cuota. Y no como en otros partidos. Aquí se paga por el banco, aquí el que está a la orden del día paga y si no pierde sus derechos como militante. Y no hay capacidad de inscribirse o de aparecer en un listado donde, de repente, aparecen seiscientos u ochocientos, o mil, según capricho. Aquí no es así. Hay una tradición de aportar más dinero quienes están en cargos de representación del partido. Si tú tienes más concejales, tienes más dinero.
La deuda con la FSA era una deuda ligera. La hipoteca, yo también reduje la mía, porque va pasando el tiempo. Es normal que se reduzca y es normal que tengas más ingresos. Aquí hubo épocas con muchos más ingresos, y épocas con menos. Pero el PSOE es una organización que cuida principalmente de su patrimonio. Porque es lo que nos diferencia del resto de las organizaciones: las casas del pueblo son nuestras, no son de alquiler. Algunas las compramos, algunas son históricas. Tenemos una visión de permanencia en el tiempo. Somos una cadena, eslabones de una cadena. Lo explicó muy bien Adrián Barbón el otro día. En algunos momentos esos eslabones pueden estar más o menos débiles, más o menos fuertes. Pero somos parte de una cadena. Esa es la parte que tiene que ver con lo económico, que es algo natural. La economía de un partido no es como la de un particular, pero se le puede parecer.
También destacaba los resultados electorales, recuperando la alcaldía para el PSOE
Es lo mismo. Aquí el ciclo de Foro estaba acabado. El trabajo de todo el partido, los que estábamos en la institución, que éramos siete, pero de la anterior cuando se fueron diez, y el trabajo de los compañeros y compañeras fuera del partido… todo sumaba. Pero hay condiciones que son externas al partido que también ayudan. Veníamos con una buena dinámica a nivel nacional, y esta es una gran ciudad y la dinámica nacional cuenta. En Gijón pesó muchísimo recuperar voto en la izquierda por la traición que había hecho a ese voto de izquierda, progresista, Podemos. Esto es parte de una cadena.
El resultado electoral es una foto fija. Los apoyos son apoyos prestados. Eso le ha pasado a todos los gobiernos, de cualquier signo. Los apoyos son prestados, por un momento determinado. Y no te puedes quedar contento con lo que tienes. Ni cuando tienes ocho ni cuando tienes diecisiete. Porque si tú estás contento es que no estás entendiendo que hay un montón de gente con problemas. Y en la política estamos para solucionar problemas. Si tú tienes una visión autocomplaciente de la situación, si tú crees que lo que tenías que hacer ya está hecho, si tú crees que el amor que te presta un votante o una votante, es continuado y va a ser eterno, es que no sabes que tienes que conquistar ese amor constantemente con tus hechos. Y tus hechos son trabajar por los problemas de la gente. Pensar que una foto fija del año 2019 se sostiene en el tiempo, sólo porque se dio, sin analizar realmente cómo llegaste a obtener ese resultado, pensando que es por tus capacidades del momento… Estás teniendo un problema. Cualquier avance social, cualquier avance de cualquier tipo, si quieres que tenga continuidad, hay un proceso continuado: acción, reflexión sobre lo hecho y volver a actuar. Si tú no reflexionas y no analizas, podrás cometer más errores.
Asegura el secretario general que las encuestas dicen que el PSOE sigue creciendo en Gijón, pero que tú no te crees esas encuestas.
No es que no me lo crea. Es que él tiene unos datos que no entiendo por qué en el partido a la militancia no los da. Que nos enseñe la encuesta, a ver dónde se preguntó. Las encuestas fallan más que escopetas de feria. Eso está demostradísimo ahora y antes. Aquí el único que acertaba con las encuestas, porque no se creía ninguna y las analizaba todas, era Alfonso Guerra. Yo creo que es el mejor sociólogo que hubo nunca en este país. Pero, ¿sabes lo que pasa? Que hace mucho que no está. Yo no veo que haya encuesta que acierte. Y, si la hay, ¿por qué no nos la enseña? ¿No estamos en la transparencia? Yo quisiera saber los datos de esa encuesta. Si es que la hay.
Hablando ya de tu proyecto político, hablas mucho de recuperar liderazgo. ¿En qué sentido?
Es muy sencillo. El liderazgo se puede ejercer de varias formas. Se puede ejercer en exceso, con lo cual es fácil que se pierda. O se puede ejercer sin presencia, con lo cual también es fácil que se pierda. El liderazgo no se trata de estar presente todos los días, de dar órdenes, o dar instrucciones u orientación todos los días. Es una coordinación, es aprovechar todos los talentos que existen y emitir opinión.
La Agrupación de Gijón siempre fue un agente político de primer orden, independientemente de que estuviéramos en el gobierno o en la oposición. La Agrupación Socialista de Gijón siempre emitió opinión. Y además nunca fue una opinión caprichosa, siempre fue una opinión que respondía a trasladar lo que estaba sucediendo en la ciudad. Siempre orientó la acción política del gobierno, porque tiene que orientarla. Porque en el gobierno, con toda la autonomía que tiene que tener – y que se le respeta y así está en los estatutos del partido – necesita tener una orientación política. Porque no está gratuitamente. Ahí no están personas, sino personas que representan a una organización. Y esa organización está viva, y está viva dentro y fuera de la institución. Para estar con fuerza necesita tener una Agrupación que realmente sepa qué está sucediendo en la sociedad. Que sepa anteponerse a los problemas y prepararse para los riesgos de las decisiones que, a veces, pueden ser difíciles y que hay que tomar. Yo creo que eso es una dejación de funciones que ha tenido esta dirección política.
Cuando digo esto digo que hay que hacerlo de una manera empática. Y empática no es decir si le caes bien a la gente. Es ponerte en el lugar de la gente. Si estás en política y eres progresista tienes que ponerte en el lugar de la gente que está mal, no en el que está complacido. Porque tú estás aquí para buscar soluciones para la gente que tiene problemas. Es para lo que estás.
¿Entiendo que ha faltado guía al Ayuntamiento, que no ha habido una dirección desde del partido?
No, lo que nosotros entendemos es que para poder decidir sentarte en un diálogo entre compañeros con quien está en la institución tienes que conocer lo que pasa en la ciudad. Lo que digo es que esta Agrupación no sabe lo que pasa en la ciudad, no está con las vanguardias, no está con los movimientos sociales. No se trata de ir a visitarlos. Puedes ir a visitarlos treinta y seis veces o trescientas sesenta. Se trata de ir a escucharlos. Se trata de participar en esos movimientos. Se trata de entender cuáles son sus problemas. No ir a darles instrucciones, sino a recibir información y a recibir instrucciones. Tú luego tienes que combinarlos con los intereses cruzados que se manejan en toda la ciudad. Porque a veces los intereses de un colectivo con el que te ves son contrarios a los de otro colectivo con quien también te ves. Y tú tienes que casar esto. Tienes que ser capaz de conjugar los intereses colectivos. Eso no se hace por ir a visitar. Se hace por empatizar.
Hablas en tu programa también de recuperar territorios, incluyendo dos secretarías para ello. ¿Cómo vais a articular esa participación del territorio, de los barrios?
Es muy fácil. Somos un partido con mucha militancia que tiene cientos de militantes en todos los barrios de Gijón. Podemos ir a un modelo clásico, como fuimos durante muchísimos años, de secciones de distrito y agrupar a los militantes en reuniones concretas territoriales, por lo que les afecta. Siempre hubo reuniones del PSOE en La Calzada, en la calle Ribargorza y en muchísimos sitios. De lo que se trata es volver a trabajar en los barrios, tener un grupo de personas que son referentes en los barrios y que conectan con la realidad de los barrios. Es necesario. Y es necesario que esas personas tengan relación con las entidades de cualquier orden que están trabajando en los barrios, que a veces trabajan por cuestiones que les pasan exclusivamente en el barrio. Pero si no estás ahí, ¿cómo lo vas a saber? Si tú piensas que por ir a visitar una asociación de vecinos tienes arreglado el problema, es que no te enteraste de nada. Es más, fíjate cómo están las cosas, que hay cambios en las asociaciones de vecinos y el partido se entera por la prensa. ¿Cómo es posible? Eso no sucedió nunca.
Otro pilar en tu programa es la formación, la atracción de jóvenes. Y es que los partidos, salvo tal vez Podemos o Vox, tenéis un problema por la falta de chicos jóvenes.
Yo soy de los más jóvenes y estoy a punto de cumplir cincuenta años. Eso es cierto. Por eso yo tuve un empeño y una invitación directa a la gente joven. Yo llevo muchos años trabajando con jóvenes y es que creo que hay una verdadera oportunidad de acercar a la gente joven. Pero a la gente joven hay que hablarles en su código, no pueden venir a estar liturgias que tenemos los partidos que parecen misas conventuales. La gente es mucho más dinámica, más práctica, y tiene que ver transcendencia en su aportación y se va a otra cosa si ve que no se le va a tomar en serio.
La formación no la planteo como una cuestión de formar a los que ya están. Si no de dar la oportunidad de aprender de otra gente que viene de fuera. Cuando tú colaboras con otra gente se establecen relaciones, y a veces esas relaciones se convierten en colaboración, y a veces esas relaciones de colaboración acaban convirtiéndose en compromiso. Pero no necesariamente. Hay gente que puede colaborar con el PSOE y tiene una posición idelógica diferente, pero en un sector concreto tiene una visión y quiere aportar sobre ella, y aporta. Eso es sano. No tenemos que pedirle el carnet a la gente. Yo me acuerdo cuando yo era chaval que nadie me pidió el carnet cuando estábamos haciendo la historia de Abierto Hasta el Amanecer. Es más, nosotros pensábamos que el PSOE nos quedaba en la burguesía, nos creíamos de izquierdas que la leche. Luego nos dimos cuenta de que nos adelantaban por la izquierda porque fuimos a pedir locales para los jóvenes y acabaron dándonos las llaves de la ciudad. El Ayuntamiento y el partido no tuvieron miedo de colaborar con una recua de chicos y chicas de La Calzada que tenían una idea. Eso es lo que yo quiero recuperar y quiero que eso se potencie a través de una escuela de cuadros porque, precisamente, hay que ir trabajando el relevo. Siempre he tenido varias militancias, estoy en clubes deportivos, en entidades sociales, y siempre en el partido. Y en todos los sitios se ha trabajado el relevo menos en el partido. No porque haya gente que haya que relevar por edad. No es una cuestión de edad. Qué mejor que formar a la gente.
Liturgias aparte, ¿qué problema hay para atraer a los jóvenes?
Entre otras cosas, la política está tremendamente denostada. Y ha habido gente trabajando muy fuerte porque se denostase la política. No cotiza estar en política, tiene un desprestigio social. Cuando yo creo que debería ser al revés, debería estar tremendamente más valorada porque es la acción que cuida de los intereses generales. Pero si lo que queremos es revertir eso, debemos empezar a hablar bien de la política. Debemos dar menos espectáculo, poner en valor al debate, poner en valor la diferencia. La diferencia suma, no divide. Si tenemos visiones divisivas cuando alguien piensa diferente, tenemos un problema.
Estamos poniendo en riesgo, con la forma de hacer política actual, la democracia. Lo digo con temor. Porque si no empezamos a valorar las opiniones diferentes y a llevarlas al terreno del diálogo ordenado, incluso de la confrontación ordenada, y eliminamos el respeto, y seguimos utilizando las grandes palabras – guerra, batalla, traición, crisis mundial – para cosas que son del día a día político, seguimos haciendo un flaco favor. Y seguimos haciendo que la gente joven, que tiene muchos problemas porque está arrancando una vida – y la vida no es fácil arrancarla – se acerque a un partido. Y no a este, a cualquiera. Salvo a los partidos que son más populistas, que consiguen arrastrar a gente que reflexiona poco. Tenemos la obligación didáctica de explicarle que en política las soluciones no son mágicas. Que cuando se habla de consenso no se habla de que todo el mundo esté de acuerdo, sino de aceptar una razonable insatisfacción que te permita sostener un acuerdo. Nadie gana. Pero sobre todo no pierde nadie. Es lo que se trata cuando hablas de un consenso. Y eso es difícil en una sociedad que plantea éxitos-fracasos, blanco-negro, azul-rojo. Se nos olvidan los matices.
¿Qué culpa tienen PP y PSOE de la aparición de los populismos con Podemos y Vox?
Muchísima. Podemos nace porque la gente que siempre votó al PSOE está en la parada del autobús, esperando a que pase el PSOE y lo suba dentro, y no acababa de pasar. Por alguna razón se había alejado bastante de la realidad. Pasó una furgoneta nueva, llena de colorinos y les dijo “subíos”, y se subieron.
En cuanto a la extrema derecha, siempre estuvieron contenidos. La extrema derecha no es nueva en este país, lo que pasa es que estaba contenida dentro del PP. La misma gente que hoy está diciendo las cosas que dice, fuera de todo orden y toda lógica en la extrema derecha, estaba dentro del PP porque era la única opción de derechas que había quedado. Pero decían lo mismo, pero lo decían dentro del Partido Popular, y no eran mayoritarios.
Hablemos de feminismo. El día de la presentación de tu programa hablabas que sería una candidatura feminista, pero que existía un feminismo que no te representaba. ¿Puedes aclararnos cuál es ese feminismo?
Yo no estoy en el feminismo queer, no me gusta cómo está redactada la Ley Trans. Tengo una posición feminista tradicional. Tengo la suerte de tener una familia que me educa bastante con este tema y creo que es importante no poner en contradicción los derechos de determinados colectivos con los derechos de la mujer. Y creo que hay unas tendencias que los ponen en contraposición cuando no debe ser así. El feminismo bien entendido solo hay uno. Luego hay otras cosas. Yo quiero posicionar el partido donde siempre estuvo y el movimiento feminista en este país se construyó con el PSOE. Y quiero que siga así.
Para terminar quería preguntarle sobre la alcaldesa. Ana González ha apoyado a Ardura en este proceso. ¿Valoráis que pueda decidir no presentarse a la reelección en caso de que gane vuestra candidatura?
Lo primero va antes. Lo que ahora toca es hablar de este proceso. No hay nada que hablar de ese tema.