«Me acostumbré a escuchar a mi padre de mañana que, los días lluviosos, se levantaba contento y cantando alguna tonada»
«Todas las ayudas son buenas pero el folklore empieza por uno mismo»
Joaquín Díaz es músico y folclorista. Nacido en Zamora hace 74 años, ha dedicado su vida a sus trabajos de interpretación, investigación y divulgación de la cultura tradicional y el folklore. Ámbitos que ha dado a conocer con la publicación de libros y la grabación de discos sobre romances, canciones, dichos populares, cuentos legendarios y leyendas de difusión oral.
Además, es creador del Centro Etnográfico de Urueña, proyecto que culminó en 1994 con la Fundación Joaquín Díaz, además de presidente titular honorífico de la Cátedra de Estudios sobre la Tradición en la Universidad de Valladolid y académico numerario de la Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción en Valladolid.
Este viernes 13 de mayo recibirá un concierto homenaje a su carrera artística, en el marco del Teatro Filarmónica de Oviedo. El cartel del concierto contará entre otros muchos artistas con Pasión Vega, Amancio Prada o Víctor Manuel.
¿Cómo fueron sus comienzos? ¿Cuándo y a quién escuchó la primera canción que marcaría su inclinación a la música?
Mis comienzos, siendo un niño todavía, están muy vinculados a la radio y a los programas de “discos dedicados y de felicitación” que había en emisoras de Zamora, donde nací. Cantaba muchas de esas canciones que me aprendía con mi media lengua y parece ser que gustaba mucho escucharlo a mis vecinas, que hasta me aplaudían por el patio de vecindad. Sin embargo, la canción que marcaría mi inclinación hacia la música tradicional la escucharía a una cachicana de la finca de mi abuelo y fue el “Romance de San Antonio y los pajaritos”. Estuve toda la noche intentando repetir los nombres de los pájaros y, como no recordaba alguno, fui al día siguiente a preguntarlos a la señora que me lo cantó y ahí empezó mi primer trabajo de investigación.
Usted ha sido un cantante poco ortodoxo en sus puestas en escena. De sus experiencias como cantante y divulgador, ¿con cual se quedaría?
Mi satisfacción mayor me la daban los rostros de mis entrevistados cuando rememoraban cosas de su infancia o de su juventud. Siendo personas ya mayores y habituadas a que sus hijos les hiciesen poco caso, me producía una enorme satisfacción haber ratificado la importancia de su legado y la trascendencia que había tenido su esfuerzo en memorizar todo aquello y poder entregarlo a alguien que lo valorase.
El folclore es una herramienta de divulgación musical primordial, ¿Cree que está viviendo un buen momento? ¿Qué opina de las nuevos fenómenos que han surgido en torno a la música tradicional?
Es una herramienta magnífica de aprendizaje y una fuente de conocimiento que da excelentes resultados sobre todo en el ámbito familiar. Por desgracia hoy se producen con dificultad las relaciones intergeneracionales, que tanto y tan bien servían para entregar conocimientos de un modo natural. Los y las nuevos fenómenos/as siempre sirven para demostrar que la tradición no muere y además basa su propia supervivencia en la evolución.
Hay un enclave en un pueblo castellano cargado de magia e historia. Háblenos del Museo etnográfico en Urueña.
El Museo y la Fundación de Urueña fueron el resultado de una necesidad. Durante años traté de acopiar datos y documentación sobre versiones, variantes, costumbres y temas de antropología. Me di cuenta de que se necesitaba un lugar para albergar todo eso y servir de ámbito de encuentro y diálogo para los estudiosos y amantes de la tradición en sus múltiples formas. La Diputación de Valladolid me ofreció una casa del siglo XVIII que había adquirido en ese pueblo y no lo dudé. Al final se ha convertido en la razón principal de mi vida.
¿Hacen falta más ayudas para la divulgación e investigación del folclore popular?
Todas las ayudas son buenas pero el folklore empieza por uno mismo. Tenemos que buscar el rico patrimonio que cada uno tenemos y que es el resultado de una entrega de conocimientos que viene de muy atrás, que hunde sus raíces en siglos pasados. Ese es el primer paso. Valorar nuestros propios conocimientos y luego difundirlos entre quienes nos sucederán.
¿Cuál es su relación con la música tradicional asturiana? ¿Ha cantado alguna tonada? ¿Qué connotaciones encuentra entre el folclor castellano y el astur?
Me acostumbré a escuchar a mi padre de mañana que, los días lluviosos, se levantaba contento y cantando alguna tonada. Recuerdo en particular “Cuando salí de Cabrales” (él era de Inguanzo) o “Dicen que los bués de Xuana”. Generalmente no me he atrevido a cantar temas asturianos aunque algunas canciones he incluido en discos de hace muchos años. La más reciente la grabé con Xuacu Amieva y se titulaba “En toda la quintana”. Muchos temas romancísticos asturianos tienen su correspondencia en el folklore de León o el de Castilla pero la forma de cantar singulariza los estilos locales.
Numerosos premios y reconocimientos a lo largo de su vida. ¿Que le queda por hacer a Joaquín Díaz?
Pues tal vez descansar, pero de eso habrá tiempo cuando me muera.
Algún recuerdo que tenga en escena, de los imborrables.
Canté durante diez años en medio mundo pero no puedo olvidar un recital que di en la Casa de Cultura de Avilés que se llenó hasta la bandera.
¿Qué aficiones tiene aparte de la música?
El coleccionismo ha sido mi perdición. Los libros antiguos, los pliegos de cordel, los instrumentos musicales raros…Demasiado arroz para tan poco pollo.
Amigos y seguidores le rendirán tributo en Oviedo ¿Qué supone para usted el concierto homenaje que le van a conceder en el teatro Filarmónica este próximo viernes?
Creo que es la mayor alegría que me podía deparar el hecho de cumplir años: seguir teniendo muchos amigos, incluso entre mis compañeros, y recibir de ellos el cariño y la ofrenda musical de sus propios repertorios. No puedo pedir más salvo el placer de abrazarlos y la ocasión de agradecérselo.
Un consejo para las personas que estén comenzando en el mundo de la música tradicional, ¿Cuáles son los ingredientes necesarios para permanecer sobre los escenarios tantos años?
Pues que no lo dejen si de verdad están atraídos por la riqueza de la tradición. Para perseverar en algo hay que estar enamorado de ello y el folklore está lleno de atractivos.
Muy bien Joaquín si puedo iré desde ZARAGOZA