“Lo que he hecho en mis historias es mezclar lo bueno de la épica y lo cruento de la guerra. Combinar estas dos facetas para crear mis historias”
“Me gusta tener personajes que sean héroes violentos, que sean bárbaros, y pensar en ellos y en darles voz poniéndome en su piel, como si yo mismo fuera uno de ellos”
Joe «Lord Grimdark» Abercrombie está de vuelta en Asturias. Cargado de una sonrisa y con la ilusión de alguien que empieza en esto de juntar letras, lo cierto es que Joe Abercrombie es uno de los autores más importantes de la literatura fantástica. Sus novelas, con ese toque oscuro y sangriento de la guerra, son todo lo contrario a lo que podemos encontrar en los libros de Tolkien o en cualquiera de los clásicos del género. La trilogía de La Primera Ley, Tierras Rojas o Mar Quebrado ya triunfan en las estanterías de las librerías de todo el mundo. El Celsius, marcado en rojo en su calendario, le acoge como a uno de los suyos. Y él lo disfruta porque para él, el festival de Avilés es algo diferente, especial. El jueves a las 19:00, el público podrá disfrutar de un encuentro con «Lord Grimdark».
¿Por qué tanta muerte en tus libros?
Me parece una pregunta muy interesante. Supongo que, simplemente, darles ese punto de interés o de atrevimiento a mis historias. Desde pequeño me encantaba la fantasía, me encantaban las novelas fantásticas donde había héroes y guerreros, espadas, luchas encarnizadas. De alguna manera he querido reflejar eso en mis historias.
Además de leer muchas novelas de fantasía épica, también he leído novelas del oeste, y de guerra. Lo que he hecho en mis historias es mezclar lo bueno de la épica y lo cruento de la guerra. Combinar estas dos facetas para crear mis historias.
Eres uno de los autores más importantes del Grimdark. De hecho, te haces llamar Lord Grimdark en Twitter. ¿Cómo ves el desarrollo de este tipo de novelas en los últimos años?, parece que han crecido mucho.
He de admitir que, a pesar de que me llame Lord Grimdark en Twitter no soy para nada un lord. De hecho he estado en la casa de los lores y no me han permitido la entrada, por desgracia.
El tema del Grimdark, como nombre para un tipo de fantasía, en un momento dado no se veía tan interesante. Se veía más como una broma. Yo mismo lo empecé a utilizar como una broma. A mí la Fantasía me encanta, me parece lo más. Pero en su momento vi que las novelas fantásticas empezaban a ser demasiado vagas. Buscando más realismo y más crudeza y un tipo de descripción de escenas diferente, caí en los libros de Juego de Tronos, de George RR Martín. Y me encantó volver a vivir el peligro y la sensación de realidad que me transmitían esas novelas.
La verdad es que yo quería leer novelas y sorprenderme. Quería que mis lectores se sorprendieran con esas cosas que yo escribía. No que fuese como una fórmula mágica que siempre funcione así. Que se viese algo nuevo en ellas.
El Grimdark, como decía, empezó como una broma. Como una forma de ridiculizar este tipo de novelas que se pasaban de horripilantes o de macabras. De violentas. Yo mismo bromeo con ello. Cuando yo empiezo a bromear sobre ello, hubo lectores que se lo tomaron muy en serio, el hecho de llamar a las cosas que escribo como género Grimdark. Yo mismo no me lo tomo tan en serio el apelativo, yo lo que quiero es escribir historias que me gusten y gusten a mis lectores. Sentir esta conexión. No quiero decir que esta etiqueta describa mi obra, no lo veo como una etiqueta que poner a todo lo que hago.
Una de las virtudes como escritor es que haces personajes muy complejos. Míticos son ya el inquisidor Glotka o Nueve Dedos: ¿Cómo llegas a desarrollar personajes tan complejos y atormentados?
Los personajes, desde mi punto de vista, son el corazón de las historias. Creo fielmente que una historia mediocre, con unos personajes increíbles, es una buena historia. Y creo que una historia con una trama increíble y unos personajes mediocres no se verá tan bien a ojos del lector.
Al final, yo respondo a la intención de crear personajes que tengan una voz propia, que piensen por sí mismos. Mis lectores pueden pensar que tengo un gran plan que sale de manera natural. Pero no es tanto así. Siempre tengo en cuenta diferentes puntos de vista, como James Ellroy. Lo cierto es que hay dos formas de aproximación para crear personajes. A mí me gusta la de James Ellroy o la de George RR Martin, que es una forma de acercarse a los personajes creando una voz para cada uno de ellos y conformando la trama alrededor de esas voces. Es todo lo opuesto a lo que son los clásicos, o a lo que es Tolkien, donde una voz omnisciente narra y se aproxima a la historia, pero no son los personajes los que tienen voz propia dentro de la historia.
Me gusta tener personajes que sean héroes violentos, que sean bárbaros, y pensar en ellos y en darles voz poniéndome en su piel, como si yo mismo fuera uno de ellos. Escribir desde dentro de la cabeza de mis personajes. Quiero que los lectores sientan el contacto y el acercamiento. Es cierto que escribir una historia puede ser algo mágico. Pero intento abstraerme de esa parte más mágica y pensar que escribir una historia es sólo mi trabajo. Pero hablando de los personajes ahí sí que dejo que la magia fluya dentro del trabajo. Para mí lo más importante es escribir a los personajes y crear un desarrollo de su voz personal, crear un estilo para cada uno de ellos. Es algo muy difícil de hacer a lo largo del desarrollo de una novela, pero es cierto que ese desarrollo acaba cambiando con las revisiones de la novela antes de ser publicada. Desarrollar esa voz personal y ese estilo propio de los personajes es difícil.
Brandon Sanderson, otro de los grandes, dice que hay dos tipos de escritores. El jardinero, que se sienta a escribir sin haber planeado nada la historia, y el constructor, que tiene que tener toda la estructura, trama y personajes desarrollados antes de comenzar. ¿En qué lugar se sitúa Lord Grimdark?
Bueno, creo que hablar de jardinero o constructor es simplificarlo todo un poco demasiado. Es difícil situarse en uno de los dos porque, en el fondo, yo creo que soy una aleación de ambas facetas. Quizá puedo decir que empecé más como el jardinero, porque es divertido. Llegas a una historia, sin ninguna pretensión, pero en seguida te das cuenta de que la impulsividad de sentarse y ponerse a escribir por si sola no funciona. Necesita una pequeña estructura detrás para seguir funcionando. Como he dicho, me encanta hacer de jardinero a la hora de desarrollar a mis personajes, porque creo que si tienes un plan muy fijo no acabas encontrando la voz. Yo hablaba de que la voz es muy importante, encontrar el estilo de cada personaje. Y para eso hay que escribir sobre el personaje, dejar que el personaje hable y así encontrar como ese hilo conductor que va a seguir a lo largo de la novela. Pero es cierto que también es muy importante tener un pequeño plan, una estructura que sostenga la historia, la trama. Porque, seamos sinceros, si tú construyes mal una casa ¿qué va a pasar? Pues que se va a derrumbar y va a matar a todo el mundo. Antes me gustaba mucho empezar escribiendo una escena, sin más. Sin pensar, sin plan ninguno. Solo por la diversión de escribir. Pero rápidamente, al escribir esa primera escena, me daba cuenta de que la historia y los personajes me llevaban a ir trazando un plan para poder ampliar esa historia en lo sucesivo. Hay que tener cuidado, ser cuidadoso a la hora de balancear ambas partes. Ahora lo que hago es ambas cosas. Planeo un poco, escribo un poco. Planeo otro poco, escribo otro poco. Es un poco buscar esa reciprocidad. Hago una estructura como muy cruda, muy sencilla, al principio. Pero que me permita, sobre todo, ir disfrutando a la hora de ir creando, poco a poco, la historia
Me gustaría añadir algo más. Quizá he descubierto que, mi punto fuerte, está en empezar una historia a veces hasta el final. Hacer un borrador rápido, tener toda la historia en un bloque condensada y, después, releerla y editarla a la vez que la reeleo. Al final pienso que lo que hago es que escribo mis libros y los edito yo también. Podría decirse, quizá, que soy como un cirujano. ¿Quizá haya descubierto yo el tercer tipo de escritor? El escritor cirujano, un poco como un carnicero.
Eres ya un veterano en el Celsius. ¿Tienes pensado incluir algún paisaje de Asturias en tus novelas?
La verdad es que en mi última novela sí que menciono a Avilés, aunque sea de pasada. Me encanta estar aquí, me encanta venir a este tipo de convenciones porque no se parecen en nada a las convenciones clásicas para autores que hay en Reino Unido o Estados Unidos, porque parecen más una feria de comerciantes que un festival. ¿Es algo un poco más profesionalizante, podría decirse? Los eventos, en este tipo de festivales, son por trabajo, en las convenciones. Pero, sin embargo, el Celsius es un festival de verdad.
Se siente uno muy bien al estar aquí, hablar con otros autores, con la gente, en un entorno distendido y relajado. La gente es muy amable, y haber visto crecer el festival es algo increíble. La primera vez que estuve aquí, habría unas dos mil personas. Ahora está lleno de gente en todo momento, todas las charlas tienen audiencia, las calles están repletas. Es maravilloso estar de vuelta. Especialmente porque en Asturias se está de cine. Con cuarenta grados en Reino Unido en algunas zonas, con el calorazo que hay en Madrid… Asturias es cool pero en todos los sentidos. Fresquita y encantadora.