«Pero no todo son “chuches” en este Mercadín de la Sidra tan gijonudo, no. La joyería tiene un lugar importantísimo en este espacio»
Con un 95% de ocupación hotelera en la Semana Grande, el verano gijonés continúa repleto de turistas y curiosos que disfrutan de las múltiples actividades que se ofrecen. Durante diez días, el Festival de la Sidra Natural es otro de los muchos eventos que adornan Gijón y que dio su pistoletazo de salida el pasado viernes.
Mientras esperamos el multitudinario escanciado simultaneo, que tendrá lugar el 26 de agosto, para intentar superar el récord vigente de 9.721 personas, los Jardines de la Reina lucen con los coquetos puestos del Mercadín de la Sidra. Es indispensable que todos los participantes tengan entre sus productos algo que tenga que ver con tema sidrero y su materia prima: la manzana.
Así pues, se pueden degustar “llambionaes” con ingredientes de manzana y sidra, como el árbol de “roses” que ofrece Mery González, que siempre bate su propio récord de ventas con sus pastas de escanda y espelta, elaboradas por ella misma artesanalmente.
En el caso de Carmen Fuego, es todo un orgullo haber recuperado una receta de su abuela. Con las “Covadongas” ha dado la oportunidad al concurrido de dar un mordisco con sorpresa a unos pequeños pastelitos rellenos de mermelada de manzana.
Observando como transcurre la semana, está ya parapetada Manolita, una gran muñeca de trapo que, emulando a una bañista de los años 30, no quita ojo a sus dulces de escanda y manzana, que trae a Gijón desde Pola de Lena.
No podían faltar tampoco los “Lazones”. Preparados con crema de avellana y dulce de manzana, no se puede abandonar el fantástico mercado, sin llevarse uno a la boca.
Pero no todo son “chuches” en este Mercadín de la Sidra tan gijonudo, no. La joyería tiene un lugar importantísimo en este espacio.
Isma Marcos y Javi Ortega trabajan el azabache con esmalte. Al fundirlos con fuego, diseñan unas creaciones de lo más llamativas. Esta edición, presentan dos novedades. Unos pendientes en forma de botella y un colgante mosaico que es una manzana.
Realizadas con flores secas y resina, la exposición de pendientes y colgantes donde trabajan Laura Sarcieda y Pablo Villarmea, tampoco deja indiferente al público que se asoma a su caseta. Ya son muchos los años que participa este taller y muchos también los clientes asiduos en cada edición.
Y también desde que comenzó este fantástico evento, se puede visitar a Vicen Sanz. Lleva trabajando el barro y la loza desde hace ya mucho. Sus diseños esmaltados y que adornan perchas y cuadros han sido siempre bienvenidos no solo en este “mercadín”, sino en Asturias entera.
Y ya saben, el viernes 26 metan un vaso de sidra en el bolso y prepárense para escuchar, a partir de las 18.00 horas en la Playa de Poniente, a la Banda de Gaites de Noega y a dos grandes, Nerea Vázquez y Alberto Rodríguez. Estos pedazos de artistas serán los encargados de amenizar el evento donde intentaremos seguir en el Guinness. No estará exento de carcajadas, nervios y mucha, mucha sidra. ¡A por él!