El festival de cine independiente contará con las salas de Ocine en Los Fresnos, que suma a las de Yelmo en La Calzada. Se busca recuperar también las proyecciones en Gijón Sur
Del 11 al 19 de noviembre, el Festival Internacional de Cine de Gijón/Xixón se erige en su 60ª edición como la gran fiesta y el punto de encuentro del cine auténticamente independiente, manteniendo su apuesta por esas películas que ofrecen una mirada personal y genuina, y que en su gran mayoría no tienen asegurada la visibilidad. Ese cine que conviene ver en Gijón/Xixón, aquí y ahora, porque podría no llegar a salas comerciales o plataformas online. Cine alternativo, sorprendente y humano que revela y emociona.
El FICX recuperará este año las proyecciones en el centro de la ciudad, al estar las negociaciones con las salas Ocine «muy avanzadas». Así lo ha destacado el director del certamen, Alejandro Díaz Castaño, durante la presentación del festival, en la antigua Escuela de Comercio, acompañado del concejal de Cultura de Gijón, Manuel Ángel Vallina, y de la gerente de Divertia, Lara Martínez. Este ha señalado que las negociaciones van «por muy buen camino», a lo que ha añadido que será una incorporación «interesante», al estar en el centro. Cabe recordar que tras el cierre de los cines Centro, las proyecciones se pasaron a los cines Yelmo, en La Calzada. Díaz ha apuntado que estas últimas salas se mantienen y que esperan recuperar también las de Gijón Sur, de forma que se llegaría a más zonas de la ciudad.
Con una imagen del ilustrador gijonés Marco Recuero, en la que el mar de la ciudad asturiana vuelve a ser el protagonista, y bajo el lema «Tu gran ola del cine independiente», el Festival apela rotunda y directamente al público, pero también a distribuidores, programadores y prensa a subirse a la gran ola del 60 FICX. Porque puede que no haya otra gran ola, otra oportunidad para ver una selección de películas tan especial como la que pasará este 2022 por el festival. El FICX se posiciona así con determinación en el panorama de festivales nacionales como el lugar donde rompen las olas, donde surgen los grandes descubrimientos, donde la propia fuerza del mar provoca a su vez nuevas ondas expansivas.
A pesar de cumplir 60 años, el FICX es un certamen conjugado en presente que mira al futuro: Frente a la cantidad, la calidad; frente a la acumulación, el filtro; frente a la despersonalización, la cercanía; frente a la competitividad, la colaboración y la implementación de acciones concretas con otros certámenes, en una clara apuesta por la sostenibilidad en cuanto a formato y recursos. Más allá de convencionalismos, etiquetas y debates sobre géneros y narrativas, el Festival de Gijón/Xixón vuelve a apostar por un cine honesto, un cine de historias que bucea en el ayer y saca a flote el hoy para reconstruir el mañana.
En su Sección Oficial, Retueyos marca la dirección del cine que vendrá de la mano de cineastas emergentes que calarán en la cinefilia; Albar pone la mirada en nombres experimentados, mientras que Tierres en Trance propone inmersiones en la memoria de Iberoamérica, España y Portugal para entender nuestro tiempo.
Retueyos, historias sinceras sin límites de géneros y formas
Discursos y formas heterogéneas componen una sección que marca la dirección del cine que vendrá. Diversas maneras de narrar y hacer que convergen en un punto en común, la verdad de un cine que cuenta historias que tocan en primera persona a sus creadoras y creadores.
Mitra Farahani, productora de El libro de las imágenes del recientemente fallecido Jean-Luc Godard, firma À vendredi, Robinson, que se estrenará en España en el FICX en colaboración con ZINEBI (en una muestra real, palpable, de las sinergias del FICX con otros certámenes). Premio Especial del Jurado en la Berlinale, es una película fascinante en la que la cineasta iraní provoca el primer encuentro entre el maestro de la Nouvelle Vague, y la leyenda del cine y la poesía de su país, Ebrahim Golestan. Un filme crepuscular construido sobre la sabiduría de dos genios nonagenarios. Un e-mail cada viernes es el desafío que Godard lanza desde su iPhone a Golestan, que recoge el guante iniciando una atípica y divertida conversación, siempre bajo la constante presencia de su directora.
Después de firmar Medeas y Hannah, el italiano Andrea Pallaoro presenta con Monica un drama familiar ovacionado en la Sección Oficial de Venecia cuyo reparto internacional encabeza Trace Lysette (Shea en la imprescindible serie de televisión Transparent), junto a la infalible Patricia Clarkson (La librería). Monica vuelve a casa por primera vez en 20 años para cuidar de su madre enferma. La sencillez y la serenidad impregnan la luz y el tempo de esta delicada historia de reconciliación familiar en su íntimo acercamiento a temas universales como el abandono, la identidad, la aceptación o el perdón.
Pink Moon parte de una sorprendente premisa: Iris y su hermano Iván se enfrentan, desde puntos de vista opuestos, a la noticia de que su padre, de 74 años y en perfecta salud, decide celebrar su próximo cumpleaños anunciando el deseo de llevar a cabo su propia eutanasia. Segundo largometraje de la guionista y directora holandesa Floor van der Meulen, cuyo filme 9 Days- from my Window in Aleppo triunfó en los Premios del Cine Europeo. Pink Moon captura magistralmente el carácter práctico, liberal y sin ceremonias de su país natal. Estrenada mundialmente en el pasado Festival de Cine de Tribeca en Nueva York, esta comedia dramática atrapa emocionalmente a golpe de humor negro y de una apabullante banda sonora.
Albar, maestría fiel a la cita con Gijón
El diálogo constante que el FICX mantiene con cineastas que han contribuido a conformar su identidad a lo largo de los años, así como con otras voces experimentadas que aún no habían pasado por Gijón, se materializa en la competición Albar con las últimas películas de prestigiosos directores como Hong Sang-soo, Emmanuel Mouret o Kirill Serebrennikov.
El maestro Hong Sang-soo, objeto de una retrospectiva en el FICX y galardonado en varias ocasiones (la última de ellas, Premio Especial del Jurado con In Front of Your Face el pasado año), fiel a su cita con Gijón presenta La novelista, premiada en la pasada edición de la Berlinale. En este nuevo capítulo de su prolífica obra, Sang-soo recurre a la autoficción y al blanco y negro para contar la historia de una escritora en pleno bloqueo creativo. Con su sencillez habitual, el director surcoreano vuelve a su tema favorito, los entresijos de las relaciones humanas, aplicando profundidad y obteniendo significado, encanto y belleza de los detalles más cotidianos.
Como Hong Sang-soo, el francés Emmanuel Mouret ha logrado sublimar el nada fácil arte de la comedia romántica (o el romanticismo con toques de humor). Dos años después de participar en Albar con la aclamada Las cosas que decimos, las cosas que hacemos, vuelve al FICX con Crónica de un amor efímero. El director francés, que ha hecho de las relaciones amorosas y de los sentimientos el leitmotiv de su filmografía, escribe espléndidos diálogos para estructurar las veinte citas que dan forma a un delicioso romance extramatrimonial, intenso y divertido, protagonizado por Sandrine Kiberlain y Vincent Macaigne, dos destacados nombres del cine francés actual, cuya química funciona a la perfección.
El director disidente ruso Kirill Serebrennikov, tras su paso por Cannes, llega a la competición del FICX con La mujer de Chaikovski, melodrama formalmente impecable que aborda la homosexualidad del gran compositor romántico y que el cineasta no pudo rodar hace una década por la prohibición expresa del Gobierno de Rusia, que lo mantuvo en arresto domiciliario. Como en Leto o Petrov’s Flu, Serebrennikov sigue centrado en figuras de la cultura rusa, esta vez a través del personaje de la esposa del creador de El lago de los cisnes, que nunca aceptó la auténtica condición sexual de su marido y a la que el realizador acompaña en su férrea oposición a aceptar las presiones para que se divorcie.
Tierres en Trance, la afirmación de la identidad desde la memoria
La búsqueda de la identidad personal y colectiva desde los cimientos de la cultura y la memoria se hacen palpables en la programación de la competición Tierres en Trance dentro de la Sección Oficial, que el FICX dedica a las cinematografías de nuestro país, de Portugal y de América del Sur.
Con Tetuán, Iratxe Fresneda, completa la trilogía sobre el registro y la memoria que comenzó con Irrintziaren Oihartzunak y continuó con Lurralde Hotzak, estrenada en el FICX en 2018. La cineasta y profesora de la Universidad del País Vasco investiga en este documental de creación, que tendrá premier mundial en el FICX, las vidas de cuatro personas migrantes, utilizando como argumento central su propia historia familiar. A veces como observadora, en otras ocasiones en primera persona, Fresneda busca rescatar los aspectos positivos de la migración y el intercambio cultural en una película humanista que aborda temáticas sociales evitando ser discursiva mientras exhibe una asombrosa fluidez musical.
Tiger Award a la Mejor Película del pasado Festival de Róterdam, y Mejor Dirección en la competencia Vanguardia y Género del reciente BAFICI, Eami, de la paraguaya Paz Encina, nos llevará al Gran Chaco sudamericano. El drama del exterminio y desplazamiento de la pequeña comunidad indígena de los Ayoreo observado a través de los ojos en trance de una niña de cinco años, narradora omnisciente en su propia lengua de la historia de su comunidad. Con esta ficción, la visionaria directora de La hamaca paraguaya (2006) se vale de su dominio de la fotografía y el sonido para crear un intenso espectáculo sensorial que busca la inmersión hipnótica y emocional en un universo desconocido.
Claudia Sainte-Luce dirige a su sobrino Diego Armando Lara Lagunes en El reino de Dios, película ganadora del Festival de Guadalajara, con la que regresa al FICX después de haber presentado Los insólitos peces gato. En su cuarta incursión tras las cámaras, Saint-Luce, voz destacada del cine independiente mexicano, huye del formalismo del guion para contar, con la frescura y espontaneidad del mundo infantil, el despertar a la madurez de un niño, feliz en la sencillez de su universo rural, que ve cómo se disuelve su inocencia y su fe mientras se prepara para recibir la Primera Comunión.
El 60 FICX invita a (re)descubrir a Elina Löwensohn, mucho más que un icono del cine indie
El Festival Internacional de Cine de Gijón/Xixón rinde en 2022 homenaje a la actriz y directora Elina Löwensohn (Bucarest, Rumanía, 1966), a través de un foco que la reivindica como figura clave del cine independiente y underground norteamericano de los 90, junto a directores como Hal Hartley, y pone en valor una trayectoria vinculada a grandes directores del cine europeo, especialmente Bertrand Mandico, uno de los creadores más relevantes del cine francés actual, con el que mantiene una fructífera relación creativa y desarrolla sus propios proyectos desde 2011.
Su rostro se popularizó en títulos como la película de culto Nadja (1994) de Michael Almereyda con producción de David Lynch, Basquiat de Julian Schnabel (1996), La lista de Schindler de Steven Spielberg (1993), La sabiduría de los cocodrilos de Po-Chih Leong (1998), en la que compartió protagonismo con Jude Law; así como en apariciones en shows de televisión como Seinfeld.
Entre su extensa filmografía, la actriz y cineasta visitará Gijón/Xixón para presentar el ciclo que celebra su carrera y en el que se podrán ver, entre otras, las emblemáticas Simple men y Amateur, de Hal Hartley; la escalofriante Sombre, de Philippe Grandrieux; Suite Armoricaine de Pascale Breton (Premiada en Locarno en 2015); el explosivo polar Laissez bronzer les cadavres de Hélène Cattet y Bruno Forzani, adaptación de una novela de Jean-Patrick Manchette; o After Blue, su más reciente colaboración con Mandico, premiada en Locarno y en Sitges. El ciclo incorporará asimismo un programa con algunos de los cortos en los que la actriz ha trabajado junto al director francés, así como Rien ne sera plus comme avant, dirigido por la propia Elina Löwensohn.
La imagen del 60 FICX
Sobre la imagen de esta edición del Festival de Gijón/Xixón, el ilustrador Marco Recuero alude a que cada año en noviembre «el FICX nos arrastra como un tsunami de cine y cultura, que es lo que he intentado representar en el cartel de este año, combinando el 60 con la una ola estilizada formada por líneas paralelas, creando una imagen muy icónica fácil de reproducir y de recordar«.