Ya en época de Jovellanos se tiene constancia de los “pucheros de faves”, plato que, probablemente, fue el precursor de la actual fabada asturiana
La fabada es uno de los clásicos en la gastronomía asturiana. Un plato que no falta en ningún hogar y que en estos meses, con la llegada del frío, se hace imprescindible también en los restaurantes con más solera del Principado.
Pero, ¿de dónde viene esta receta? Ya en época de Jovellanos se tiene constancia de la existencia de un plato, “pucheros de faves”, que a todas luces es el precursor de la actual fabada. Se sabe, igualmente, que el cultivo de esta legumbre se remonta en Asturias al siglo XVI, pero desconocemos a día de hoy dónde y cuándo arraigó esta fórmula entre las costumbres astures.
Fabada, historia de la gastronomía asturiana
Entre las hipótesis que se barajan, la de que la receta pudo viajar con los peregrinos por el Camino de Santiago, ya que mantiene cierto parecido con el cassoulet, un plato tradicional originario del sur de Francia. Sea como fuere, la fabada ha logrado convertirse en el plato por excelencia en nuestra tierra y, aunque cada cual le aplica sus propios truquillos, lo que todas ellas mantienen en común es la calidad de su ingrediente principal: la faba.
“La faba que tenemos en Asturias es única. Tiene una calidad que no hay en otro lugares, y por eso es importante asegurarnos siempre de su procedencia, buscando producto certificado por el Consejo Regulador”, señala José Manuel García desde la empresa asturiana Pepe’l Bueno. Esta compañía asturiana, asentada en Luarca, lleva 50 años distribuyendo fabas y otros productos asturianos a toda España.
“Faba asturiana” y su Indicación Geográfica Protegida
Por eso ellos, mejor que nadie, conocen el salto de calidad que ofrece utilizar un buen producto frente a recurrir a cualquier otra variedad: “El compango es importante, está claro. Pero al final es la faba la que aporta esa textura incluso mantequillosa que hace que cada cucharada sea única”, explican.
Para continuar con su legado, el Principado de Asturias protege su cultivo, venta y distribución a través del Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida “Faba Asturiana” o “Fabes de Asturias” y se encarga de su defensa a través de la denominación de Faba Asturiana desde el año 1996.
Andar haciendo el pijo con el desconocimiento de su origen y verás que rápido saquen la patuca los vascos para apropiarse de ese origen. Al tiempo.
Equi yeramos fatos. Yera raro nun lo copiarlos d’algún llau.
Hay que jodese.
Nin Cuadonga, nin fabes, nin berces, etc.
Ya ta bien.