La zona Centro, Cimadevilla y la Arena es donde más se concentran este tipo de viviendas turísticas
El Ayuntamiento de Gijón ha presentado este jueves el avance de un estudio sobre viviendas de uso turístico que, en un preliminar, ha contabilizado el pasado agosto unas 1.000, y otras tantas sin licencia administrativa. El concejal de Promoción Económica y Empleo, Santos Tejón, ha apuntado, al respecto, que solo con las 1.000 viviendas de uso turístico legalizadas, Gijón es el principal municipio asturiano en número. Por ello, ha considerado necesario marcar unas pautas ante una posible proliferación de este tipo de viviendas y ante el impacto económico que puedan tener.
El edil ha mostrado su deseo a que este tipo de viviendas no influyan en la vida de los gijoneses, para que no pase lo que en otras ciudades donde hay una proliferación de ellas. Tejón, asimismo, ha indicado que están abiertos a lo que les diga el estudio, de cara a conocer el impacto y poder tomar decisiones. Ha puesto el ejemplo de San Sebastián, donde no se da licencias en zonas donde está masificado el número de viviendas de uso turístico. En el caso de Gijón, la zona Centro, Cimadevilla y la Arena es donde más se concentran, observándose también una diferencia significativa entre casco urbano y periurbano.
Turismo «invisible»
Por su parte, el responsable del estudio, Sergio González, profesor titular de Sociología de la Universidad de Oviedo, ha señalado que con él colaboran en este proyecto Claudia Suárez, economista de la Universidad de Oviedo, así como otros dos componentes del equipo, los profesores de la institución académica asturiana Arturo Colina y José Pablo Calleja. González ha señalado que las plazas de vivienda turística no están a la vista, al contrario que los alojamientos regulados como hoteles. «Son invisibles», ha reiterado, a lo que ha indicado que no hay carteles que lo indiquen.
De ahí que este estudio sirve para «cartografiar» cuántas viviendas turísticas hay en Gijón, dónde y a qué precio se ofertan, para contraponerlo con la oferta reglada. A la «invisibilidad» de estas viviendas se suma que algunas no cuentan con licencia administrativa. A este respecto, se va a comparar Gijón con ciudades similares como Vigo, Santander o San Sebastián, esta última ya con regulación específica.
González ha apuntado que no van a hacer una foto fija, al tener Gijón un comportamiento turístico estacional. Por ello, se harán tres cortes estadísticos; uno en agosto (temporada alta), otro en octubre (temporada media) y un último en noviembre (temporada baja). Al margen de ello, se analizará el impacto social de este tipo de viviendas y también se estudiará si otras ciudades cuentan con una regulación propia sobre estas.
En el primer caso, se hablará con asociaciones vecinales, de hostelería, de comercio, agentes inmobiliarios y otros colectivos afectados o implicados de alguna manera con las viviendas de uso turístico. También quieren analizar problemas como el tensionamiento en el precio del alquiler o de convivencia con vecinos. Para él, se trata de ayudar a conciliar los intereses de los propietarios de estas viviendas, con los de los turistas y los vecinos.
El estudio, que se empezó el pasado agosto, se entregará al Ayuntamiento en febrero de 2023. Los encargados del mismo utilizarán como fuente la base de datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), pero ya que recoge solo las que tienen licencia, se usará también un agregador de datos, que recoge viviendas particulares que se ofertan, principalmente en Internet.
A la espera de los resultados, ha señalado que la principal fuente de conflictos de convivencia es que se concentre en poco tiempo el uso de la vivienda, con gente de entrada y salida cada poco.