El Sporting no fue el único club de fútbol profesional en la ciudad
El Sporting no fue el único club de fútbol profesional en la ciudad. Sí, fue el primero y también el más representativo de Gijón. Lo cierto es que al profesionalismo también llegó el Real Deportivo Oriamendi, que había nacido de la unión de dos clubes locales. Tras la Guerra Civil, el Club Gijón y el Oriamendi Fútbol Club. Ambos tenían un origen dispar.
El Gijón era un club popular, formado por obreros en su mayoría. Había sido fundado en 1926, como consecuencia de la fusión de la Unión Deportiva Rácing, que era de La Guía, y el Fortuna de Ceares y solo cuatro años después había llegado a ser campeón de España de aficionados al vencer en la final de 1930, celebrada en el barcelonés estadio de Montjuic, al Hércules de Alicante por 3 a 2.
Por el contrario, el Oriamendi F.C. no había gozado de grandes éxitos deportivos y había sido creado por jóvenes de clase media, miembros de las juventudes carlistas de la ciudad. De esa unión tan heterogénea salió el Real Deportivo Oriamendi, entidad presidida por Antonio Solar, que tenía como secretario a Fernando Casielles y en cuya junta directiva ejercía como vocal el exjugador sportinguista Estanislao Embil.
Su sede estaba en el número 36 de la calle Covadonga y jugó en Segunda División la temporada 39-40, finalizando el curso en cuarta posición y llegando a ganar al Sporting en El Molinón por 1 a 2. Tras el exitoso año, se vio obligado a renunciar a su plaza en la división de plata del fútbol español para jugar en la categoría amateur regional.
En la temporada 1943-44, consiguió el ascenso a la Tercera División española y acabó la temporada en una meritoria segunda posición. Los problemas económicos persistían y así, se vio obligado, en el verano de 1944, a fusionarse con el Club Hispania, pasando a ser filial del Sporting y cambiando su denominación a Real Oriamendi Hispania, nombre que modificó nuevamente al año siguiente, pasando a ser Real Deportivo Gijonés, perdiendo definitivamente su pasado oriamendista.
Finalmente, en julio de 1948, dejó de ser filial del primer equipo del Sporting y continuó su trayectoria de forma independiente. El Oriamendi disputó sus encuentros en el campo de Los Fresno mientras jugó en categorías nacionales (salvo en la temporada 1939-40 que lo hizo en El Molinón), y entre Los Fresno y La Florida, cuando lo hacía en la liga amateur regional.
Pese a haber sido rivales en lo deportivo en Segunda División, las relaciones entre Sporting y Oriamendi, tanto a nivel de clubes como de jugadores y afición, fueron siempre excelentes. Una muestra de ello es que varios son los futbolistas que militaron en ambos clubes. Por ejemplo, el histórico extremo Pachu García, que jugó siete temporadas en el Sporting hasta el parón provocado por la Guerra Civil, una vez finalizada esta pasó a pertenecer al Oriamendi hasta su definitiva retirada deportiva.
Gundemario Paniceres, autor del primer gol del Sporting en la máxima categoría, procedía del Oriamendi. Pachu Sánchez, legendario extremo rojiblanco, salió de la cantera sportinguista jugando en un Oriamendi ya convertido en filial. Amadeo Sánchez, entrenador de los dos primeros ascensos sportinguistas, fue también míster del otro conjunto profesional gijonés en la temporada 1939-40 en el que también formaba parte como futbolista Jesús Barrio, legendario jugador y entrenador del tercer ascenso rojiblanco.
Fueron muchos los jugadores que lucieron ambos escudos. Otro caso destacado es el de Patricio Rubiera, el delantero de Somió disputó ocho temporadas en el Sporting, las seis previas a la Guerra Civil y las dos posteriores a la contienda. Tras ellas, jugó sus dos últimas temporadas como futbolista en el otro “grande” gijonés. También cabe destacar que la afición del Oriamendi, y particularmente la de la Peña Deportiva Bar Argüelles, la única peña oficial que llegó a tener el club, acudía con frecuencia a El Molinón a animar también al Sporting.
Y del mismo modo, a la fiesta que organizó la peña, junto con la directiva del club, en el Salón Arrieta en la Navidad del 43, con el fin de recaudar dinero y evitar la desaparición del club, asistieron varios futbolistas del equipo rojiblanco. La rivalidad, pues, era muy relativa. Mencionar, además, que cuando decimos rojiblanco nos referimos al Sporting, puesto que el Oriamendi, aunque también lucía los colores de Gijón, llevaba la camiseta íntegramente roja, era blanco su pantalón y usaba las medias de color negro.
El otro conjunto, semi-profesional en este caso, con el que contó la ciudad de Gijón fue el Athletic de El Llano, que se proclamó subcampeón de España de aficionados en 1922 (torneo oficioso, por aquellos entonces, puesto que el primero oficial no se celebró hasta 1930, con la referida victoria del Club Gijón). Un equipo en el que la mayoría de sus componentes pasarían al fútbol profesional, algunos incluso dentro del propio Athletic, y los más en otros equipos.
De aquel once que rozó el título de campeón, Pis, Moro, Pla y Loredo jugarían en el Sporting, Gacha lo haría en Cuba en las filas del Juventud Asturiana, Arturo (padre del popular actor Arturo Fernández) en el Deportivo de la Coruña y Ramón Herrera “el Sabio” jugaría con el Sporting, el Atlético de Madrid y Betis. De aquel once, tan solo Villaverde, Avelino, Ripio y Braulio se quedarían sin llegar a jugar en equipos de renombre.
El Real Athletic de El Llano fue un club fundado por el industrial Manuel Orueta, un empresario gijonés afincado en el barrio de El Llano, hijo del que fuera fundador de la fábrica de jabones de Gijón, Domingo Orueta. Con el dinero aportado por Manuel Orueta, y bajo la presidencia de Manuel Morán, los equipos del Athletic de El Llano, podían competir de tú a tú, a los grandes del fútbol asturiano. Tanto en categorías inferiores como en su primer equipo.
Desde 1923 disputaron sus partidos en unos terrenos donados por el mecenas del club, el campo de la Electra, que fue inaugurado oficialmente en un encuentro entre el club local y el Sporting de Gijón, el 14 de noviembre de 1926. Desgraciadamente, Manuel Orueta había fallecido unos meses antes, el 25 de julio del mismo año, al tirarse al mar para salvar la vida de uno de sus trabajadores y su hijo, que habían sido arrastrados al Cantábrico por una ola en Tazones. Desgraciadamente los tres fallecieron.
El día de la inauguración, sirvió para rendir homenaje al heroico empresario y mecenas, para nombrar presidente honorífico del club a su pequeño hijo, “Dominguito” y para despedir a dos futbolistas del Athletic que pasaban a la disciplina rojiblanca: Ramón Herrera y Plá, que ya habían sido fichados en el verano por el Sporting, pero que ese día disputaron su último partido vistiendo la camiseta rojinegra del Athletic. El resultado (aplastante victoria del Sporting por 1 a 8) fue lo de menos.
En cuanto a las curiosas vidas de algunos de los componentes del Real Athletic de El Llano llama la atención la de Arturo Fernández, padre del actor del mismo nombre. Arturo comenzó a jugar al fútbol como portero en el infantil del Athletic, pero luego, debido a su envergadura y potencia con el balón fue reciclado a defensa. En esa posición dio el salto al primer equipo de El Llano, destacando de tal forma que le fue ofrecido un contrato profesional con el Deportivo de la Coruña.
En Galicia no tuvo excesiva suerte y tras dos temporadas como deportivista regresó a Gijón, donde dejó el fútbol de lado y comenzó a trabajar como ferroviario en la estación de trenes de Gijón. Allí conoció a la que sería su esposa y madre del referido actor, limpiadora de la estación. Militante de la CNT, se refugió en el sur de Francia tras la caída de Asturias a manos de las tropas de Franco.
Residió en Arcachon y Burdeos, siendo el tesorero de esa organización anarquista en la capital de la Nueva Aquitania. Allí trabajó en una central hidráulica. En 1942, optó por regresar a España y fue condenado a cinco años de prisión, cumpliendo catorce meses en la cárcel de El Coto. Tras recobrar la libertad trabajó en unos astilleros hasta reincorporarse, pocos años más tarde, a su antiguo empleo de ferroviario.
En cuanto a Ramón Herrera poco se puede decir que la inmensa mayoría de los sportinguistas no sepan ya de él. Políticamente era lo contrario a Arturo, declarado simpatizante falangista, al término de la Guerra Civil se alistó como voluntario en la División Azul y se fue a luchar al frente ruso “contra el comunismo”. Su padre, de mismo nombre, era un conocido fabricante de puertas rotatorias. La gran mayoría de las que había en Asturias y Cantabria eran hechas por él, incluidas, cómo no, las del café Dindurra.
Como futbolista lo fue todo. Era un delantero centro poco habitual hasta la fecha, no era el típico rematador rocoso, sino un hombre de área, pequeño y que sabía cómo, dónde y cuándo colocarse para hacer goles con suma facilidad. Tuvo jugosas ofertas del Barcelona y el Atlético de Madrid, eligiendo a este segundo equipo. Allí, volvió a triunfar como lo había hecho en Gijón y fue apodado “el Sabio”.
Tras dos años en Madrid, decidió cambiar de aires y fichó por el Betis, pero afectado por una sífilis que le lastró para el resto de su vida apenas pudo jugar. A los pocos meses rescindió su contrato y volvió a Gijón para recuperarse y fichar por el Sporting. Su suicidio en un lugar casi sagrado para el sportinguismo, como era el restaurante El Retiro (llegó al hospital de Jove ya cadáver), dio aún más dramatismo a una vida intensa, casi de película.
Su hermano pequeño, Herrerita, también fue un fantástico jugador del Sporting y Real Oviedo. Como gran futbolista fue su sobrino, Chus Herrera, primer jugador asturiano en ganar la Copa de Europa (consiguió dos militando en el Real Madrid), que falleció prematuramente víctima de un cáncer cuando jugaba en la Real Sociedad de San Sebastián. Herrerita y Chus Herrera fueron, además, los primeros casos de padre e hijo que llegaron a la internacionalidad con la selección absoluta de España.
Antes todos los jugadores del Sporting eran de Gijón, ahora ya no hay ninguno y eso que hay una escuela de fútbol que, se supone, debería servir de cantera…
Demuestras no tener ni idea y hablar de oidas
De Gijón en el Sporting estan Rosas,Gragera,Queipo,Rivera,Gaspar.
Así a bote pronto.
Y asturianos hay más.
Yo también prefiero que haya más pero haberlos hailos.
Hay que saber lo que se dice…