Esta tecnología permitirá estudiar con mucha más profundidad los mecanismos y rutas metabólicas que intervienen en los procesos biológicos de salud y enfermedad
El Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) ha aprobado de manera provisional una ayuda de 1,4 millones destinada al Instituto de Investigación Sanitaria del Principado (ISPA) para la compra de una plataforma de proteómica biomédica. El proyecto está liderado por Ignacio Ortea y Mario Fernández Fraga, profesionales del CSIC adscritos al organismo asturiano.
Con esta subvención, financiada con cargo a los fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, el centro asturiano contará con la tercera unidad de este tipo del país. Según ha informado el Gobierno asturiano en nota de prensa, los responsables de la Fundación de Investigación Biosanitaria (Finba) y el ISPA han valorado el esfuerzo competitivo para acceder a esta convocatoria.
La coordinadora institucional del CSIC en Asturias, María García, ha destacado que esta ayuda pone de manifiesto «el apoyo decidido del Consejo Superior de Investigaciones Científicas por la investigación biomédica que se lleva a cabo en el Principado». La directora científica del ISPA, María Victoria Álvarez, ha subrayado el apoyo «fundamental» de las instituciones para la puesta en marcha de la plataforma.
Por su parte, el subdirector científico del ISPA, Mario Fernández Fraga, ha considerado este equipamiento «estratégico» la culminación de un proyecto «en el que se trabaja desde hace siete años y que hará que Asturias sea más competitiva en el ámbito de la medicina personalizada».
«Es un hito que nos sitúa en la vanguardia de la investigación biomédica en la medicina personalizada y un claro ejemplo de cómo los proyectos que plantean los investigadores se pueden traducir en avances concretos en los medios que se destinan a investigación biomédica y, por tanto, en la atención sanitaria que recibe la ciudadanía», ha destacado Fraga.
Esta infraestructura contará con plataformas de espectrometría de masas de nueva generación, dotadas de la más alta sensibilidad y orientadas a la investigación de medicina de precisión. Con esta tecnología es posible cuantificar en torno a 10.000 proteínas en una muestra, lo cual permitirá estudiar con mucha más profundidad los mecanismos y rutas metabólicas que intervienen en los procesos biológicos de salud/enfermedad.
También favorecerá el descubrimiento de nuevos biomarcadores de diagnóstico, predicción de respuesta, etcétera, por lo que se generarán resultados que puedan ser transferidos a la práctica clínica y a la industria biotecnológica», ha explicado el coordinador científico-técnico de la Unidad de Proteómica, Ignacio Ortea.