
Lo cierto es que tal título no figura en el Archivo General de Palacio, porque no llegó a haber una concesión oficial

Esta fotografía que se acompaña es uno de esos pequeños tesoros que tuve la suerte de encontrar, hace ya más de dos años, rebuscando en el Archivo Histórico Provincial. Se trata del reglamento de la Sociedad Deportiva Sporting de Gijón del año 1916. Es el documento oficial más antiguo que se conserva del club (tan solo le preceden las apariciones en prensa que tenemos desde el año 1907), se adjunta a la modificación de sus estatutos de ese mismo año y viene firmado por su presidente, Bernardo de la Puente (que, por cierto, no aparece en la «historia oficial del club»). La sociedad viene inscrita como Sporting de Gijón, sin más.
Sobre el título de «Real» hay mucho que decir. En la hemeroteca podemos encontrar, al menos, dos entrevistas donde el primer secretario del club, Ignacio Lavilla, relata cómo ocurrieron los hechos a sendos periódicos locales. El propio Lavilla escribió una carta en 1911 solicitando dicho título para la entidad sin recibir respuesta. Aprovechando la venida a Gijón de Alfonso XIII, en el verano de 1912, con motivo de unas regatas organizadas por el Real Club Astur de Regatas, la directiva sportinguista estaba presente en la competición.
En la cena que había al término de la misma, se le entregó nuevamente la petición al monarca, así como se le reiteró la petición de ser el presidente de honor del Sporting y, tras la cena, el rey otorgó el permiso para usar del título de real durante su regencia y aceptó el cargo honorífico. De hecho, regaló al club, en agradecimiento por la simbólica presidencia de la entidad, una foto autografiada. Todo ello viene recogido en la prensa de la época (diario El Comercio de fecha 26 de agosto de 1912), aunque de forma un poco confusa. Y es que las concesiones de uso informales, otorgadas por Alfonso XIII, eran algo habitual en esos años.
Pero lo cierto es que tal título no figura en el Archivo General de Palacio, porque no llegó a haber una concesión oficial, tal y como recoge en sus trabajos Fernando Arrechea, doctor en Ciencias del Deporte y miembro de CIHEFE (Centro de Investigaciones de Historia y Estadística del Fútbol Español), que estudió en profundidad el citado archivo. Con Arrechea tuve la oportunidad de hablar en repetidas ocasiones sobre el tema y la conclusión es siempre la misma: no hay duda, no existe concesión alguna al club gijonés de tal título.
En el Archivo General de Palacio, creado por Fernando VII en el año 1814, se conservan todos los expedientes relativos a las concesiones de los títulos de Real a clubes, federaciones y sociedades hasta el año 1931, además de otra mucha documentación relativa a la Administración de la Casa Real y del Patrimonio de la Corona. Aparecen, por tanto, todos los títulos concedidos a los equipos del fútbol hasta el referido 1931.
El primero el del Real Club Coruña, concedido en el año 1908, y seguidos por otros como la Real Sociedad de San Sebastián o al Real Vigo Foot-ball Club. En definitiva, allí no figura nada relativo al Sporting. Tampoco hay referencia al Real Oviedo, ya que heredó el título de forma oficiosa (que tampoco de forma oficial), al tenerlo sus dos clubes matriz: el Real Stadium Ovetense y el Real Club Deportivo de Oviedo. De ambos sí hay constancia en el Archivo General de Palacio. Otras entidades deportivas como el Real Club Astur de Regatas de Gijón o la Real Sociedad Deportiva Asturiana de Oviedo tienen, igualmente, su correspondiente expediente en el mencionado archivo de la Casa Real.

Durante la Segunda República todos esos clubes perdieron su título monárquico y recuperaron su denominación previa. Entre ellos, claro está, el Sporting, hasta que por el decreto de Serrano Suñer, el 20 de diciembre de 1940, se “españolizaron” todos aquellos extranjerismos presentes en el fútbol patrio. Así pues, el Athletic de Bilbao pasó a llamarse Atlético de Bilbao, el Racing de Santander se convirtió en Real Santander y el Sporting adoptó la denominación oficial de Real Gijón, aunque para el aficionado rojiblanco jamás dejó de ser el Sporting.
El absurdo hizo que esa temporada 1940-41 el conjunto gijonés comenzara las competiciones oficiales con un nombre y lo finalizara con otro bien distinto. Esa despersonalización de su denominación oficial se mantuvo hasta el 22 de julio de 1970, en el que el club asturiano recuperó el antiguo de Sporting de Gijón, manteniendo, eso sí, la condición de Real, aun sin tener título de la Corona que lo acreditara. Y es que durante el franquismo hubo rehabilitaciones de títulos monárquicos, en algún caso heredados de clubes precedentes de la misma ciudad, como le sucedió al Oviedo o al Zaragoza, o incluso recuperados sus derechos de uso alfonsinos, como el caso del Sporting.
El absurdo de esa situación lo explicaba a la perfección Alejandro Roces Antuña, una de las voces más acreditadas del deporte asturiano de la posguerra y sportinguista confeso: “Que el Sporting se fundó en 1905 está fuera de toda duda, en cuanto a lo de cambiar el nombre por el de Real Gijón fue una imposición absurda e inútil. Para el aficionado siempre fue el Sporting, incluso para la prensa de Gijón, que nunca dejó de llamarlo así. Ni Real Gijón, ni Real Sporting, el Sporting era y es nuestro nombre”.
Evidentemente, nadie pretende hoy que el Real Sporting de Gijón deje de llamarse así, solo constatar que por vicisitudes de la historia mantuvo un nombre que solo estaba previsto para su uso de modo, en principio, temporal y oficioso. Hay otros casos idénticos en el fútbol español, el del Real Murcia, por ejemplo, cuya concesión del uso de Real data de 1923, sin que exista título alguno que lo acredite. No es un caso único.
Muchas gracias por tu trabajo de información y por este artículo sobre nuestro querido SPORTING