El acusado, de origen dominicano, aprovechaba su situación en el negocio en cuestión, sito en la calle Eulalia Álvarez, para comercializar cocaína
Alimentos de países lejanos, detalles y recuerdos, tarjetas telefónicas… Sin obviar la siempre valiosa posibilidad de socializar. La lista de productos y servicios que los locutorios acostumbran a ofrecer es rica y variada, Sin embargo, la cocaína no debería formar parte de esa relación. Algo que, al parecer, no entendió el empleado de uno de tales negocios, sito en la gijonesa calle Eulalia Álvarez, en el barrio de El Llano y que este jueves se sienta en el banquillo de los acusados de la Sección Octava de la Audiencia Provincial, acusado de un delito de tráfico de estupefacientes. De ser admitida la solicitud de la Fiscalía de Área de Gijón, podría cumplir hasta siete años de prisión. Por si fuera poco, el hombre se encuentra en situación irregular en España.
El Ministerio Fiscal sostiene que el acusado, nacido en República Dominicana en 1979, sobre las 22.27 horas del 12 de noviembre de 2022, se encontraba trabajando en el locutorio en cuestión, donde fue sorprendido por una dotación policial cuando se encontraba vendiendo sustancias estupefacientes, en concreto cocaína. Los agentes se incautaron de dos papelinas de un peso de 1.46 gramos de cocaína y de una riqueza del 67% y con un valor en el mercado ilícito de 292,04 euros; y de tres papelinas de color blanco con 0,62 gramos de cocaína, con una riqueza del 52,5% y un valor en el mercado ilícito de 97,18 euros; y 145 euros procedentes de ventas anteriores, distribuidos en tres billetes de veinte euros, seis billetes de diez y cinco más de cinco euros.