Sujetó a la mujer por las muñecas, la agarró por el cuello y se recostó sobre ella
Se le ha aplicado la agravante de reincidencia, en el delito de agresión sexual en grado de tentativa, y la atenuante aplicada como muy cualificada de intoxicación por consumo de alcohol. La vista estaba señalada para este lunes en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, con sede en Oviedo, aunque el reconocimiento por parte del procesado de los hechos que la atribuía la Fiscalía del Principado de Asturias evitó su desarrollo.
Sobre las cuatro de la tarde del 6 de junio de 2020, la mujer de 35 años, se encontraba en una sidrería de Anieves tomando algo con un grupo de amigos, entre los que se encontraba el procesado (1965), y la pareja de este. A las 6 de la tarde, el acusado y su novia se fueron, mientras que la víctima y otras personas permanecieron en el local.
Tres horas más tarde regresó a la sidrería el acusado, ya sin su pareja, y se unió a la denunciante, con la que se quedó a cenar. A las once y media de la noche, una vez terminada la cena, ambos se fueron. El procesado la acompañó hasta el portal de su domicilio. Una vez allí, el hombre insistió a la mujeer para que le dejase subir a su domicilio para estar a solas con ella y mantener relaciones sexuales, proposiciones que ella rechazó. De manera tajante, le manifestó que no quería que entrase en su casa ni mantener relaciones sexuales con él.
El procesado insistió y finalmente, sin violencia, accedió al piso de la víctima, en el que vivía ella sola. El hombre se quedó a dormir en el sofá del salón, en el piso inferior de la vivienda, mientras que ella se fue a su dormitorio, en la planta superior. En un momento dado, el procesado entró en la habitación la denunciante, insistiendo nuevamente en mantener relaciones sexuales con ella, a lo que la mujer volvió a responderle que no. El procesado lo intentó, sin éxito, en una segunda ocasión.
No obstante, el procesado accedió a la habitación una tercera vez y, al verse rechazado de nuevo, sujetó fuertemente a la mujer por las muñecas, la agarró por el cuello y se recostó sobre ella en la cama, al tiempo que le tapaba la boca para que no gritase y le decía entre insultos que se callase. Ella logró zafarse del procesado, salir corriendo y pedir ayuda a los vecinos, que le dieron cobijo en su vivienda y avisaron a la Guardia Civil.
Como consecuencia de los hechos, la mujer sufrió lesiones de las que sanó sin secuelas a los cinco días. La víctima ha renunciado a cuanta indemnización pudiera corresponderle por estos hechos.