«Digitalización sí, pero no de cualquier manera«
«Necesitamos más manos para dar más vida al vínculo con antiguos alumnos»

Aitor Castaño ya ejerce como primer director laico del Colegio Corazón de María (Codema) de Gijón, un centro con más ocho décadas de historia y 1.600 estudiantes. Antiguo alumno, profesor y coordinador de pastoral, asume ahora el reto de liderar un proyecto educativo que combina tradición e innovación, resultados académicos de primer nivel y una apuesta clara por el acompañamiento personalizado. En esta entrevista para miGijón repasa los principales desafíos que afronta el colegio, desde la baja natalidad hasta la digitalización, pasando por la diversidad, la identidad religiosa y el papel de la concertada en Asturias.
¿Qué supone para usted asumir la dirección de un centro como el CODEMA?
Para cualquiera asumir la dirección de un colegio tan grande es un desafío enorme. Pero también es una sensación muy placentera, porque es mi casa de toda la vida. Contar con la confianza de la titularidad, de los compañeros y con las muestras de cariño de las familias que me han escrito es muy reconfortante. Que se te reconozca y valore de esta manera es algo que agradezco mucho.
¿Qué prioridades marca ahora mismo?
Para todos los colegios asturianos la prioridad es tener un proyecto educativo atractivo para las familias, sobre todo teniendo en cuenta la baja natalidad que sufrimos en la región. Mantener la matrícula, los resultados y el reconocimiento social del CODEMA es clave. Además, otro aspecto fundamental es la personalización de los aprendizajes y el acompañamiento individual. Somos un colegio muy grande, con 1.600 alumnos y realidades muy diversas: altas capacidades, alumnado con características TEA… hay que saber llegar a ellos y también acompañar a sus familias.
Los resultados de la EBAU sitúan al CODEMA entre los mejores. ¿Qué balance hace?
Llevamos años registrando los resultados y comparándolos con los del resto de centros de Asturias. Nos movemos habitualmente entre medio punto y tres cuartos de punto por encima de la media regional, lo que es un buen nivel. En 2023 conseguimos que 3 de nuestros alumnos consiguiesen un 14, algo inédito en España, fruto del trabajo de toda la comunidad educativa y del esfuerzo de los chavales.
Más allá de esos hitos, también nos sentimos orgullosos de los alumnos que, con adaptaciones y necesidades específicas, logran superar la prueba: son historias de éxito igualmente importantes, aunque no salgan tanto en prensa.
¿Qué papel juega el programa docente Dynamis?
Es fundamental, un programa vertebrador del colegio. Se centra en detectar y acompañar el talento de nuestro alumnado, lo que aporta tranquilidad y motivación tanto a las familias como a los propios chavales. Tradicionalmente la escuela llamaba para señalar dificultades; nosotros queremos poner el foco en las potencialidades, desde Infantil hasta Bachillerato, para que las familias sepan hacia dónde pueden crecer y desarrollarse sus hijos.
El curso pasado hubo polémica con la digitalización. Un grupo de 15 familias del centro rechazó el uso obligatorio de tablets en 5º de Primaria. Alegaban riesgos para la salud y el aprendizaje. ¿En qué punto se encuentra este conflicto con la consejería?
Ahora mismo está en manos del Tribunal Superior de Justicia de Asturias, tras el recurso presentado por Escuelas Católicas. Consideramos que es una injerencia en la autonomía pedagógica de los centros. Defendemos la digitalización, pero no de cualquier manera. Es una herramienta clave, pero debe aplicarse de forma coherente dentro del proyecto educativo.
¿Cómo integran las pantallas en las distintas etapas educativas?
Todas las aulas cuentan con pantallas digitales como complemento de la pizarra tradicional. En Primaria, de primero a quinto, tenemos carros con portátiles e iPads para proyectos puntuales. A partir de sexto, cada alumno trabaja con un iPad personal, aunque siempre acompañado de estuches, libretas y libros de lectura en papel, así como también libros físicos en determinados proyectos que se programan desde el centro. Para nosotros lo digital no sustituye lo analógico: lo complementa.
¿Qué aporta la enseñanza concertada al sistema educativo asturiano?
Cada centro aporta su ideario y su forma de acompañar a alumnos y familias. La concertada ofrece una alternativa enriquecedora: un entorno seguro, un nivel exigente, atención a las familias y proyectos de calidad, también a nivel europeo. Muchas familias llegan al CODEMA por el boca a boca, porque escuchan que aquí se atiende y se acompaña de verdad a los chavales.
¿Cree que ciertos sectores estigmatizan a la concertada?
Sí, claro. Lo vemos a diario en manifestaciones y discursos llenos de tópicos interesados que demuestran un desconocimiento absoluto. Hay quien nos señala, cuando la realidad es que con los recursos que recibimos hacemos un esfuerzo enorme. En los recientes acuerdos alcanzados con la Consejería de Educación para los centros de titularidad pública, que atiende al 70% del alumnado de la región, las medidas pactadas suponen un incrementó su partida económica de 43 millones; para los centros concertados, que atiende casi al 30% del alumnado asturiano, se incrementó en apenas 4 millones. Cada uno es libre de sacar sus propias conclusiones. Ambas redes educativas realizamos un servicio de interés público.
¿La financiación actual limita sus proyectos?
Sí. Los colegios tienen que ingeniárselas para sostenerse, con créditos, la ayuda de las entidades titulares o de las familias. Con la financiación actual es tremendamente meritorio sacar adelante cualquier tipo de proyecto.
¿Cómo combina el CODEMA su identidad religiosa con la atención a la diversidad?
No se pueden separar. Ser un centro católico implica acoger la diversidad. Está en nuestro ADN sentarnos, escuchar y acompañar. Eso sí, atender casos muy complejos requiere más recursos de personal, que deberían estar mejor dotados desde la administración.
¿Qué proyectos de infraestructuras están en marcha?
Este verano hemos acometido la renovación completa de la cubierta del polideportivo, una obra enorme pero necesaria. El próximo año seguiremos con los vestuarios. También queremos continuar con la remodelación de espacios como el pasillo de Bachillerato. Es como en una casa: hay que ir renovando poco a poco según las posibilidades.
¿Y qué tal están las instalaciones de Contrueces?
Muy bien. El año pasado renovamos el tejado del palacio y está espectacular. Ahora hemos retirado unas plantaciones y queremos convertir ese prado en un aula de naturaleza, lista para el próximo curso.
El vínculo con antiguos alumnos siempre ha sido importante en el CODEMA. Usted, además, llevas años muy implicado en este aspecto, especialmente a través del grupo de Facebook, del que es administrador. ¿Cree que hay margen para reforzar esa relación y que el colegio tome más iniciativa en este ámbito?
Movilizar a los antiguos alumnos lleva muchísimo tiempo y esfuerzo. Yo intento mantener vivo el contacto compartiendo noticias y recordatorios en redes sociales para que la gente siga de cerca la vida del colegio. Pero es verdad que me gustaría hacer muchas más cosas, y el problema es que hoy en día el tiempo es lo más caro que tenemos. Cualquier actividad con promociones de antiguos alumnos exige papeleo, llamadas, coordinar a mucha gente… y eso consume un esfuerzo enorme. Ojalá pudiéramos contar con más manos, porque en un colegio de nuestras dimensiones sería fantástico darle aún más vida a esa relación con los antiguos alumnos.
En general, ¿cómo es la relación entre profesores y familias en el CODEMA?
La inmensa mayoría de las familias son colaboradoras, respetuosas y cercanas. Siempre hay excepciones, pero es normal, no todos pensamos ni vemos las cosas de la misma manera. Nada diferente de lo que suceda en cualquiera familia o comunidad. Socialmente sí creo que debemos reivindicar la figura del profesorado como una autoridad que merece respeto, y yo lo apoyaré siempre.
Para terminar, ¿qué sueño o deseo tiene en esta nueva etapa?
Que todos sigamos a una, que el CODEMA mantenga su prestigio social y educativo y que las familias se sientan acogidas. En eso consiste nuestro proyecto: acoger y ofrecer lo mejor de nosotros para el desarrollo del alumnado.