Los vecinos del poblado, apoyados por Ecoloxistes n’Aición, denuncian el agravamiento de unos vertidos que, recuerdan, nunca han cesado por completo desde que se saneasen parcialmente las balsas y depósitos de residuos

Hace nueve meses, en agosto de 2024, recogía este mismo diario la inquietud de los vecinos de Santa Bárbara por la situación de la antigua nave de Vauste, clausurada y abandonada desde octubre de 2021. Concretamente, por su estado ruinoso, por la proliferación de actos vandálicos en sus inmediaciones, y por el temor a que las balsas de productos contaminantes aún supervivientes llegasen a desbordarse, afectando a las viviendas cercanas. Pues bien, aquel «monstruo dormido«, como entonces fue descrito, no ha despertado… Pero sí parece haber eructado en sueños. Con las obras para la demolición de la nave ya en curso, en la tarde de este martes la Asociación Vecinal del poblado daba la voz de alarma por la presencia de un «líquido negruzco» que mana del interior del complejo, vallado perimetralmente mientras se ejecuta su derribo. Ni qué decir tiene que la preocupación se ha disparado, y a la petición generalizada de medidas se ha sumado Ecoloxistes n’Aición d’Asturies, entidad desde la que se ha denunciado la situación ante la Policía Local de Gijón.
Las imágenes tomadas en el escenario hablan por sí mismas. El flujo en cuestión, oleoso y con un fuerte olor a productos industriales, resuma hacia las arquetas del alcantarillado, perdiéndose con los demás líquidos que fluyen por ellas. «No sabemos lo que es, ni si es algo grave, pero que tengamos que sufrir ahora esto…«, se lamentaban ayer en la Asociación, que en las últimas semanas, y tras años reclamando un saneamiento a conciencia de la nave y su entorno, comenzaban a respirar con alivio. Concretamente, desde que empezasen las labores de derribo para despejar la parcela, en la que, si las previsiones actuales se cumplen, la cadena de venta al por mayor Supercash erigirá el que será su segundo supermercado en la ciudad. No obstante, recuerdan en Ecoloxistas n’Aición, la contratación del derribo con la empresa Lugaru, SA, se firmó con la condición de que, previamente, se culminase la limpieza de los elementos contaminantes que, en el momento de la intervención del Principado, no se pudieron retirar por completo. El temor de dicho colectivo es que, en la práctica, lo que se esté haciendo sea «bombear la contaminación restante, y verterla sin ningún tratamiento al alcantarillado, directamente».
Así las cosas, la reclamación conjunta es que «las autoridades comprueben los hechos y, en caso de considerarlo necesario, sancionen de la forma que corresponda». En ese sentido, desde Ecoloxistes n’Aición confirman que agentes de la Policía Local ya han acudido al escenario del problema, si bien las conclusiones sobre el particular todavía se desconocen.