Se observa un incremento en el consumo semanal de bebidas energéticas en España
Gijón: La combinación de alcohol con bebidas estimulantes es un 3,5% superior a la media nacional entre los adolescentes
Mejoran el rendimiento deportivo, ayudan en las relaciones sociales e incluso a perder peso… o eso es lo que se dice. La publicidad nos cuenta las bondades de las bebidas energéticas (BE) pero, como ha estudiado un grupo de enfermeras comunitarias en Asturias, «no se han probado científicamente ninguno de estos beneficios y sí la existencia de riesgos».
Es una de las conclusiones recogidas en la guía en la que han participado estas sanitarias y que acaban de publicar el Conseyu de la Mocedá d’Asturies, el Conseyu de Mocedá de Xixón y el Conseyu de la Mocedá d’Uviéu, tras analizar el consumo entre la población escolar de Gijón y como parte de un trabajo final en la rotación de enfermería comunitaria.
Se recoge que «según los datos de la encuesta nacional ESTUDES 2018, un 2,4% de los jóvenes españoles consumía más de 6 latas a la semana». En Gijón, consumían BE el «32,3% de las personas encuestadas, casi un 8% menos que a nivel nacional. La edad media del primer consumo fue de 13,4 años y la cantidad más habitual de una lata a la semana».
No obstante, las enfermeras insisten en los riesgos derivados de este tipo de productos, que contienen cafeína, azúcar, carninitina o guaraná, y con un consumo frecuente pueden provocar una larga lista de patologías, como taquicardias, insomnio, alteraciones visuales, caries, obesidad, diabetes, problemas digestivos y más.
«A pesar de que algunas personas no experimentan efectos secundarios derivados del consumo de BE, hay cierta controversia en cuanto a la recomendación de
una dosis segura de cafeína, dada la gran variabilidad individual de respuesta a la
misma. Por lo tanto, la recomendación más adecuada sería no consumir este tipo
de bebidas».
La mezcla con alcohol, muy frecuente en Gijón
El documento refleja evidencias científicas que alarman de una proliferación del uso de estas bebidas mezcladas con alcohol: «En España, el 16% de los/as adolescentes de 14-18 años ha consumido BE combinadas con alcohol en los últimos 30 días. La mayor proporción de consumo en ambos sexos, se da entre los 17 y 18 años. En Gijón el porcentaje obtenido fue del 19,5%, un 3,5% más que a nivel nacional».
Se detecta un cambio en el consumo de alcohol entre la gente más joven, dominado por el binge drinking o consumo rápido, que puede derivar «con mayor frecuencia en peleas, accidentes (de tráfico, caídas…), o relaciones sexuales sin protección».
La guía “Una aproximación al consumo de bebidas energéticas en adolescentes y jóvenes en Asturias» también incluye una potente bibliografía sobre el tema para las personas que quieran profundizar en un problema creciente en nuestra sociedad, así como una propuesta de taller formativo para que los docentes puedan tratar el asunto en sus clases.