Una de las razones por las que decidí incursionar en los concursos de escanciado fue la falta de presencia femenina en las competiciones
Desde que era una niña, mi madre me inculcó el valor del trabajo duro y la importancia de esforzarse para alcanzar nuestros objetivos. Con padres que no podían darme todo lo que quería, decidí ponerme a trabajar para lograr mis propias metas. Así comenzó mi trayectoria en la industria hostelera, un camino que me llevó a convertirme en escanciadora y copropietaria de la sidrería ‘La Montera Picona’ de Gijón.
Han pasado diez años desde que me adentré en el mundo de la sidra, y puedo decir que el camino no ha sido fácil. Al principio, tuve que luchar mucho para ganarme el respeto y la reputación necesarios para llegar a donde estoy hoy. Ser una mujer joven en este ámbito supuso un desafío adicional, pero con el tiempo y la experiencia, he logrado hacerme un lugar respetado entre mis colegas y el personal que trabaja conmigo.
Una de las razones por las que decidí incursionar en los concursos de escanciado fue la falta de presencia femenina en las competiciones. Me sorprendía ver que, mientras había pocas mujeres detrás de la barra echando sidra, la mayoría se dedicaban a labores en cocina y limpieza. Esta disparidad me impulsó a querer cambiar las cosas y aportar mi granito de arena para que más mujeres se animaran a participar y fueran reconocidas en este sector.
A lo largo de estos años, he sido testigo de un cambio positivo. Cada vez se ven más mujeres escanciando en las sidrerías y en los concursos de escanciado, y eso me llena de orgullo. Creo firmemente en la importancia de apoyarnos mutuamente y de dar visibilidad a las mujeres en este ámbito, tanto en el Día Internacional de la Mujer Trabajadora como en cualquier otro día del año.
Sin embargo, también soy consciente de que todavía queda mucho por hacer. El sector hostelero y sidrero sigue estando muy masculinizado, y es necesario seguir luchando por la igualdad de oportunidades. En este sentido, admiro y respeto a mujeres como Laura Ovín, Susana Ovín y Loreto García, que han sido pioneras en su tiempo y han abierto camino para las que venimos detrás.
Personalmente, mi objetivo es seguir avanzando tanto en mi negocio como en el circuito de escanciado de Asturias. Sé que enfrentaré obstáculos y momentos de nerviosismo, pero estoy dispuesta a seguir luchando por lo que creo y a seguir abriendo puertas para las mujeres que vienen detrás de mí.
En resumen, el Día Internacional de la Mujer Trabajadora es una ocasión para reflexionar sobre los avances logrados en materia de igualdad de género, pero también para recordar que la lucha por la igualdad debe ser constante y estar presente en nuestro día a día. Como mujer en el mundo de la sidra y la hostelería, estoy comprometida a seguir contribuyendo a este cambio y a seguir adelante, con determinación y pasión.
Alejandra Venegas es hostelera en La Montera Picona y mejor escanciadora ‘Gijón de Sidra 2022’