Más aristotélica que nunca, y después de haber alertado de los peligros que entrañaba el borrador de la Ley Trans en un manifiesto tachándola de reaccionaria, la catedrática en Filosofía Amelia Valcárcel ha rechazado este miércoles en Gijón que el feminismo esté dividido a consecuencia de su aprobación en el Consejo de Gobierno, antes de participar en la inauguración de la XVIII Escuela Feminista ‘Rosario Acuña’, en la antigua Escuela de Comercio.
Según la catedrática de Oviedo, la Ley Trans «es un proyecto de Ley que tiene un largo camino por delante,» y cree que se logrará mejorar un anteproyecto que tiene «evidentes cosas mejorables». Valcárcel ha precisado que no sabe si la Ley es mejorable o no, simplemente «no sé lo que es», ha indicado. «Sé lo que es el sexo, lo otro no sé, es un concepto», ha matizado con ironía, en relación a la posibilidad de que la transexualidad se incorpore al estado civil o los derechos que la nueva Ley podría incorporar para el conjunto de la comunidad LGTBI si se aprobara definitivamente en el Parlamento.
Respecto a «los frentes abiertos» que vive en este momento el feminismo con la irrupción de la Ley Trans , explicó que siempre ha habido un frente tradicionalista que piensa que el mundo estaba siempre mucho mejor ordenado antes, cuando las mujeres como seres libres no existían. «Lo novedoso es que te salga un frente por el otro lado, eso es nuevo», ha indicado. Aún así, no cree que el feminismo tenga que preocuparse o ocupar el punto medio. Según Valcárcel, el punto medio fue muy alabado por mucha gente por largo tiempo por muy buenas razones. «Suele ser el lugar donde está la prudencia», ha indicado.