ENTREVISTA CON ÁNGEL FERNÁNDEZ, VOLUNTARIO EN LOS JUEGOS DE BARCELONA 92
“El deporte con la salud, el turismo y la generación de empleo debería ser una línea estratégica en la próxima campaña electoral”
“En Gijón tenemos una alcaldesa que no distingue una pelota de rugby de una bicicleta, Oviedo ha vuelto a los tiempos de Gabino, pero con menos y Avilés hace lo que puede, pero le falta el paraguas del Principado”
“¿Museo Olímpico? No podemos hacer más equipamientos que no tengan vida o actividad. Si lo haces, por allí tienen que pasar todos los niños de Asturias”
Entre la infinidad de nombres que Asturias dio a la cita olímpica de Barcelona estaba el de un joven que soñaba con ser periodista y que, en la actualidad, se ha convertido en una de las voces más reconocidas del triatlón español. Aunque no hay evento deportivo que se le resista, Ángel Fernández (Oviedo, 1972) es el hombre que coge el micrófono en los campeonatos de España, las grandes citas europeas o mundiales que se celebran en España. Sin embargo, antes de eso hubo media vida dedicada a la radio en la SER, pero también la comunicación política. Un libro abierto que no se muerde la lengua para hablar de la situación del deporte en la comunidad y no esconde que, si la clase política pusiera empeño y presupuesto, el Principado podría ser una auténtica referencia.
Hace 30 años usted estaba en los Juegos Olímpicos de Barcelona…
Tenía bastante más pelo y algún kilo más (risas). Ahora te paras, lo piensas y es de esas cosas importantes que te quedan de tu vida, un recuerdo imborrable. Te vienen flashes, imágenes, pero sobre todo sensaciones, hasta olores si me apuras. Recuerdo, obviamente, mucho deporte y mucha prensa porque como voluntario había pedido estar en tareas relacionadas con medios de comunicación y tuve la suerte de que me destinaran al centro principal de Montjuic. Si pienso en una imagen de Barcelona, es la plaza de España llena y la sensación de felicidad colectiva: no había ningún problema, gente de todos los países con una sonrisa en la boca, te saludabas, hacíamos intercambio de pins… Para algunos también era la primera vez que salíamos a un gran evento de esta provinciana región de Asturias y era la leche.
Seguro que, al igual que muchos de los entrevistados, alguna anécdota tendrá para contar…
Tengo muchas, pero que se pueden contar no sé si todas (risas). Mi función era estar en una puerta controlando el acceso de los periodistas de todo el mundo. Como quería dedicarme a ello me impactaba ver a periodistas famosos pasando por allí, los equipos… Estamos hablando de hace 30 años y la televisión no era lo que es y las cámaras de fotos tampoco. Los que veníamos de pueblo, soy de Lugones y encantado y un poco de Gijón, llegábamos a un centro lleno de pantallas por todos lados y había máquinas de refrescos gratuitas. Es una tontería, pero te daba una idea de la magnitud de cosas que nunca habías visto. En la ceremonia de clausura disfruté de los fuegos artificiales desde casa de un voluntario, una auténtica pasada. Todo era una locura y sobre todo para los compañeros voluntarios y voluntarias que estuvieron allí, se acordarán mucho de los churros en la estación de Sants por la noche a la vuelta del Poble Espanyol, pero eso era la parte menos deportiva (risas).
“Del voluntariado asturiano de Barcelona salieron periodistas, deportistas o personas que gestionan eventos deportivos y casi todos muy desaprovechados en el Principado”
De aquella cita y de aquellos voluntarios salieron periodistas, deportistas y gente que se dedicó a la gestión de eventos deportivos.
Y muy desaprovechados, por cierto, casi todos en Asturias. Tiene mucho que ver con el programa Andecha porque Asturias fue la que más voluntarios aportó dentro de ese programa a nivel nacional, con la excepción de Cataluña. Es como el deporte: si tienes una base muy potente, al final te acabará saliendo alguna estrella. En aquel caso fuimos muchos y de ahí ha coincidido que ha salido gente a puestos tan importantes. No vamos a hacer muchas referencias, pero Jorge García es una de las personas evidentemente que más ha capitalizado esa experiencia y la ha desarrollado durante estos 30 años en otros eventos.
Es significativo que Asturias, igual que somos una potencia en generar deportistas siendo un millón de habitantes y teniendo un nulo apoyo al deporte prácticamente desde hace muchísimos años, haya conseguido esto aunque cuando estábamos allí ni José Ramón Tuero se imaginaba que iba a ser director general de Deportes o concejal en Gijón, ni Jorge García que iba a seguir haciendo Juegos y ser quien es hoy dentro del triatlón internacional ni yo que iba a poder desarrollarme como periodista o que iba a seguir haciendo eventos en toda España.
Todo esto lo atribuyo a que el pueblo asturiano produce mucha calidad. Otra cosa es que esa calidad desde tiempos inmemoriales de las leyendas urbanas se tenga que ir a buscar las habichuelas fuera, con el máximo respeto por supuesto para grandes compañeros y profesionales que sí pueden desarrollar su futuro en Asturias, pero que al final son los menos, como casi todos los sectores de esta región.
Pese a que Asturias fue la comunidad que más voluntarios aportó, pasó la Olimpiada y la iniciativa acabó muriendo. ¿Fue una oportunidad perdida para el Principado?
El deporte es una oportunidad perdida para el Principado en líneas como la salud, la formación en valores, la inversión para generar puestos de trabajo… El deporte es la gran oportunidad perdida de Asturias y, sobre todo, ahora que Barbón lo ha puesto en cuidados paliativos. No es solo lo que emanó de los Juegos, es continuo. Después de esos Juegos vinieron otros y Samuel Sánchez fue campeón olímpico, Alberto Suárez Laso ha hecho una trayectoria enorme en el atletismo para discapacitados y, sin embargo, las grandes oportunidades que han generado esas personas también se han dejado pasar porque el deporte no existe como línea estratégica de la política del Principado y para mí es posiblemente la mayor oportunidad perdida de esta región.
“Perlora podría ser una Villa Olímpica, un centro de referencia para deportistas de toda España que hoy entrenan a 40 grados en otras comunidades mientras aquí tenemos 27”
Con motivo de la cita olímpica británica presentó un evento donde bajo el título ‘Asturias olímpica, Londres 2012’ charló con varios deportistas como Saúl Craviotto. Y hasta ahí porque la comunidad tampoco ha hecho mucho más en la última década. ¿Decepcionante?
Mucho. Al final, Asturias se queda con la foto de poner un cartel de ‘Candás Villa de Olímpicos’, pero ¿qué desarrollo ha tenido Candás como Villa de Olímpicos? Cuando además tiene al lado unas instalaciones que podrían ser el Centro de Tecnificación Deportiva de referencia para España, incluso para el extranjero y luego contaré una anécdota de Quique Mejuto González sobre esto. Perlora podría ser un centro de referencia para deportistas de toda España que hoy entrenan con 40 grados en cualquier otro lugar del país y en Asturias pueden estar a 27 en unas instalaciones conectadas con centros de salud deportiva, educativos… Perlora es para mí la referencia principal de las oportunidades perdidas en Asturias en el deporte porque podría ser una villa olímpica.
Sin embargo, ¿qué se ha hecho por el deporte y partiendo de la perspectiva del olimpismo en Asturias? Poner un cartel que pone Villa de Olímpicos y a iniciativa de José Ramón Tuero, como director general de Deportes y voluntario que había sido en Barcelona, recuperar ese espíritu de Andecha en una gala por el 25 aniversario que después no tuvo continuidad. Aquella cita sirvió para demostrar la vigencia y la fuerza de ese espíritu porque volver a juntar prácticamente todos los voluntarios y muchos deportistas 25 años después no es fácil. Esa solidaridad que emana del deporte y que puede hacer presión conjunta, en Asturias literalmente se desprecia de manera continua porque para la política asturiana, en líneas generales y salvo contadas excepciones, el deporte es una foto publicitaria.
“Extremadura es un buen modelo para Asturias. El deporte tiene su consejería, la titular es deportista y han creado una estructura como la Fundación Jóvenes y Deporte”
Antes de seguir, no deje a los lectores sin la anécdota de Mejuto.
Perlora es la Villa Olímpica de Asturias. Evidentemente necesita una inversión del Principado y lleva años dejándolo, incluso en contra de los intereses y reclamaciones de Amelia Fernández, una gran alcaldesa de Carreño que cree en el deporte con un patronato muy fuerte y hace todo lo que puede. ¿Cuál es el problema? Perlora se está cayendo y todo el mundo dice que hay que hacer algo. El Principado está esperando a ver si baja la paloma blanca y pone el dinero. Encima luego se asustan porque imagino que en el horizonte todavía queda el ‘Petromocho’. Quique Mejuto tiene casa en Candás y un día me contaba que vino Björn Kuipers, uno de los árbitros más famosos de Europa con finales de UEFA, Champions… a pasar unas vacaciones. Todos los días corrían por Perlora y cuando se iban a marchar le dijo que cuánto tenía que pagar por el uso de la zona y Mejuto le dijo que nada, solo había que ver cómo estaba aquello. Si una persona élite internacional del deporte piensa que tiene que pagar por entrenar en Perlora como está ahora, ¿cuánto podría pagar por tener un chalé y entrenar una semana en Perlora mientras en Madrid están a 40 grados y aquí a 27? Desde ahí tiene salida a la Unidad de Medicina Regional Deportiva en Avilés a través del tren, pueden irse a centros de universidad educativos a Gijón, Avilés u Oviedo, es ideal por clima, espacios, por todo.
Lo que hablábamos antes, la colaboración público-privada es fantástica y tiene que haberla siempre, pero cuando partes de cero como Asturias. Tienes que poner la base y eso algo más que una foto publicitaria. Tampoco hacen falta inversiones carísimas, no estamos pidiendo hacer un estadio de fútbol. Ahora mismo me duele que se esté hablando de recrecer un estadio en Asturias cuando, seguramente y Dios no lo quiera, ese recrecido estará vacío si el Sporting sigue en Segunda. Diría lo mismo si fuera en el Carlos Tartiere y ojalá estén los dos en Primera, pero si ese dinero que te vas a gastar se invirtiera en Perlora, tendrías un centro de referencia para toda España y si me apuras, parte de Europa porque nuestros deportistas son muy importantes y están muy bien relacionados. Otro ejemplo de cómo se han hecho las cosas es Portomarín en Lugo. Había unas instalaciones en el embalse de Belesar que utilizaba el Fluvial de Lugo en piragüismo. La Xunta y el municipio están colaborando con ellos porque quieren construir una residencia y que vayan a entrenar incluso los rusos porque tiene muy buenas condiciones.
“El Principado no puede fiar lo que emana del espíritu olímpico a la iniciativa privada o a la Fundación Princesa de Asturias. Tiene que ser algo más que la foto y un poco de publicidad”
Vamos a poner algún ejemplo de éxito con actividades relacionadas con el olimpismo en Asturias. En 2006 más de 26.000 personas disfrutaron de la exposición ‘Sueños Olímpicos’ que organizaba la Fundación Príncipe de Asturias en Gijón y que suponía un recorrido desde los orígenes de los Juegos hasta hoy. ¿Fiarlo todo a la iniciativa privada es un riesgo?
Total, porque al final ¿quien está manteniendo el espíritu olímpico en Asturias? Los acabas de citar: la Fundación Princesa porque hay un Premio Princesa de los Deportes que generalmente suele tener a mucha gente relacionada con el olimpismo en el jurado y después suele haber premios relacionados con deporte olímpico. Si nos vamos a los eventos que organiza la propia Fundación, y aunque todos son muy importantes, seguramente los de mayor éxito son los que se relacionan con el deporte. Hemos visto en Gijón a Hicham El Guerrouj, en Avilésa Yelena Isinbayevareventar el complejo deportivo de El Quirinal o una carrera multitudinaria con Javier Gómez Noya. A día de hoy todavía se ven esas camisetas naranjas y el recuerdo de aquella carrera de tanta gente.
Con todo esto, lo que no puede hacer el deporte del Principado es fiar todo lo que emana del espíritu olímpico a la iniciativa de la Fundación Princesa de Asturias o ideas exclusivamente privadas. El Principado no puede ser solo la foto y un poco de publicidad. Por ejemplo, el piragüismo. Me parece fantástico y estupendo que Asturias se promocione a través de la ropa porque somos una referencia en este deporte y tenemos un presidente en la Federación Española como Javier Hernanz, pero ¿cuál es el retorno? Porque me da la impresión de que muchas veces la política invierte sólo desde el punto de vista de traer un evento. Otra situación como apoyar la Vuelta a Asturias o la Vuelta a España haciendo publicidad es correcto y eficaz porque hay miles de personas que, por ejemplo, en ciclismo ven Asturias como referencia, quieren venir a subir a los puertos, pero ¿dónde hay luego en la web de Turismo del Principado un apartado que esté específicamente dirigido a los cicloturistas? Hay iniciativas privadas, pero por mucho que vendamos la imagen de Asturias, si luego queremos que el empresario, partiendo de cero, monte un evento para canalizar con programas todo ese movimiento cicloturista, que está dando unos resultados espectaculares por la zona de Murcia o Cataluña, la administración tiene que poner una base y apoyar al empresario que lo haga, no solo publicidad.
No me parece muy difícil que Asturias cierre un día a la semana un puerto con la red que tenemos y con toda esa campaña de promoción que haces con la Vuelta a Asturias decir: ‘Señores cicloturistas, si vienen el jueves pueden subir a Les Praeres porque está cerrado para ustedes y bien señalizado’. El problema es que eso se descarga en los ayuntamientos o en gente como Alejandro Torre que hace un buen trabajo con ‘Asturias Paraíso Ciclista’, pero que tiene que señalizar la subida a cualquiera de los puertos. Lo que falta es que el Principado se involucre más, no sólo hacer publicidad de la región como destino deportivo sino generar una infraestructura de industria del deporte que va a tirar también del deporte base. El deporte en Asturias se está cada vez orillando más y desde la política, en líneas generales y especialmente desde el Gobierno, se mantiene una inversión mínima porque hay que tener las subvenciones para mantener los clubes, el deporte base porque si no habría una revolución social de padres que tendrían que estar más pendientes de los niños las dos horas que van a entrenar. Si no fuera por eso, me da la impresión de que se hubieran retirado las subvenciones al deporte porque no hay ninguna voluntad de avanzar más allá de eso.
Tener un Centro de Estudios Olímpicos como el de la Universidad de Oviedo sin actividad, ¿es otro tren que se ha dejado escapar?
Discrepo en lo de sin actividad, la hay aunque es muy reducida. Formo parte de él y hemos hecho actividades muy bonitas. Es un proyecto con el liderazgo de un auténtico fenómeno como Miguel del Valle por parte de la Universidad y de la periodista Carmen Menéndez; compañera de la agencia EFE, una de las mejores conocedoras del movimiento olímpico que tenemos en Asturias y lleva muchos años trabajando en eso. Recuerdo, por ejemplo, que hemos estado en el Foro de Comunicación y Escuela de Vegadeo con profesionales como Tomás Roncero, hemos movido la biblioteca que tiene ese Centro de Estudios Olímpicos en un 99 %, gracias al trabajo de Carmen Menéndez, y la hemos llevado a colegios. En vísperas de Río 2016, organizamos un acto muy potente con el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo lleno de niños y donde estuvo Saúl Craviotto, Juanjo Azpeitia… hicimos una especie de programa de televisión en directo y ves que tiene capacidad de convocatoria. Se han hecho muchas cosas, ¿cuál es el problema? Que desde el Principado no hacen nada y desde la Universidad, poco.
Todo lo que ha hecho el Centro de Estudios Olímpicos ha sido a base del impulso personal y del amor al olimpismo que tiene, por ejemplo, Carmen Menéndez y que podemos tener al deporte todos los que le acompañamos en los proyectos. Por supuesto que es una oportunidad perdida porque no se parte de cero, no es que no haya habido nada y se pueden hacer cosas más allá de una exposición como la de la Feria de Muestras o de un museo. No podemos hacer más equipamientos, desde mi punto de vista, que no tengan vida o actividad. No vayamos a otra oportunidad perdida. Si haces un museo, tienes que llevar a todos los niños de Asturias, hacer que toda la Asturias infantil -el público que todavía podemos educar un poquito más- pase por allí, se involucre en actividades… No hagamos cosas solo para ver porque al final la gente se cansa e igual que nosotros podemos hacer un Museo Olímpico con nuestros destacados olímpicos, si vas a Pontevedra y te hacen uno con Javier Gómez Noya, David Cal y Teresa Portela seguramente ya tengan casi más que nosotros. No podemos competir en material o fotos, tenemos que competir en actividad y eso es lo que veo que no se desarrolla y mira que se ha intentado y seguiremos intentando.
“Me parece una idea fantástica que se incluyan voluntarios en la Junta Directiva de la Familia Olímpica. Incluso lo abriría a aquellos que tienen un sentimiento olímpico sin haber acudido a Juegos”
La Familia Olímpica del Principado va a reiniciar el camino con una nueva Junta Directiva que estará presidida por Jorge García. El avilesino nos contaba que su objetivo es abrir el organismo incluyendo, por ejemplo, a los voluntarios. ¿Es una manera de hacer a todos protagonistas?
Sí. De toda aquella pléyade de voluntarios olímpicos asturianos unos hemos salido comunicadores, otros directores de Competiciones, concejales de Deportes… No me puedo comparar con Herminio Menéndez o Saúl Craviotto, pero haber participado y tener todavía a flor de piel esas sensaciones de Barcelona 92 hace que valoremos el movimiento olímpico quizás de otra manera. Jorge García es una persona híper clara en el pensamiento y cuando quieres crecer tienes que ampliar. No considero que la asociación, si quiere representar al movimiento olímpico, deba ser solo de deportistas, jueces o periodistas acreditados. Ahí por lo menos los voluntarios sí que tenemos un papel que jugar por el caudal que hemos recogido después de experiencias. Incluso, esto es muy difícil de gestionar, pero abrirlo a la gente que tenga ese sentimiento pese a no haber ido a unos Juegos porque puede compartir los valores del movimiento olímpico.
No sé si sería una especie de carné de simpatizante como los del fútbol (risas), pero cuanto más se abra mejor porque más vamos a poder extender esos valores. La idea que tiene que tener tanto la Asociación como el Centro de Estudios Olímpicos, como cualquier movimiento, es transmitir una serie de valores que van más allá del éxito, la parte principal del olímpico porque solo disputar unos Juegos es la leche. Como dice bien Carmen Menéndez: ‘Para ser olímpico no basta con ser muy buen deportista, tiene que tener otra serie de condiciones y valores’. Esos valores son en los que tenemos que ahondar y cuanto más podamos extenderlos va a ir mucho mejor. Me parece una idea brillante y fantástica que se incluyan los voluntarios y a ver si entre todos podemos darle más fuerza.
Usted que ha convivido con el deporte en distintos gobiernos, ¿algún ejecutivo regional se ha preocupado de verdad por él?
Como deporte, no; como argumento electoral, promoción y fotografía, sí. El deporte en Asturias a nivel de política gubernamental nunca, y es triste decirlo en 2022, ha sido una línea estratégica en salud, educación, generación de empleo, no se ha pensado en ello. El deporte asturiano tiraba gracias al distinto populista de Vicente Álvarez Areces y a los equipazos, sobre todo, que tuvo en la gestión del deporte y su buen carácter Daniel Gutiérrez Granda. Esto se hacía desde esa perspectiva de la foto promocional de un gran evento. A partir de ahí ha ido a menos y todos los gobiernos han ido quitándole cosas hasta que ha llegado Barbón y lo ha puesto en cuidados paliativos haciéndolo desaparecer incluso del organigrama de su Gobierno.
El deporte no existe como consejería. Ahora mismo es el apéndice de una consejería que se dedica prioritariamente a la cultura, al turismo y a la política lingüística. Evidentemente, en cultura el deporte puede ayudar un poquito, en turismo puede ayudar mucho si se decide aplicar como un concepto turístico y en política lingüística creo que vamos a ayudar poco. Si el Gobierno regional considera que la política lingüística, para mí muy respetable, es más importante para la formación en valores, la educación y generación de empleo que el deporte algo va mal porque creo que el deporte tendría que estar por delante de muchas otras cosas. Hemos tenido buenos directores generales de Deportes y miro a los últimos: José Ramón Tuero, Beatriz Álvarez Mesa, Aida Nuño. Ojalá que dure muchísimo y Aida es súper válida, pero no me sirve que pongamos a una gran deportista, con una gran formación y luego tenga el mismo presupuesto que la de antes o un poco menos porque al final ponemos buenos directores maniatados de pies y manos, con un presupuesto menguante.
Además, ¿dónde van a reclamar si su Consejería es de Cultura, Turismo y Política Lingüística? Me parece que siempre hemos ido a menos hasta ahora que estamos peor y que hay una gran oportunidad para cambiarlo. El deporte con la salud, el turismo y la generación de empleo debería ser una línea estratégica en la próxima campaña electoral. ¿El Gobierno de Adrián Barbón va a presentar alguna iniciativa, la candidatura de Teresa Mallada o cualquier otra? No lo veo y eso que todos tienen deportistas. El PP en Gijón a Ángela Pumariega, el PSOE en Oviedo a Natalia Santa Bárbara, pero se les utiliza como caras, no se les deja desarrollar y mientras eso no cambie seguiremos orillados y, empleando unas palabras de Preciado, siendo la última mierda que cagó Pilatos.
Quiero preguntarle por un modelo que conoce bien: Extremadura. ¿Debería ser un modelo a tener en cuenta a la hora de gestionar el deporte?
Para Asturias es un buen modelo. Además, entiendo ahora mismo la sintonía de gobiernos con Guillermo Fernández Vara y Adrián Barbón, ambos del Partido Socialista. Hay más ejemplos porque Galicia o Navarra funcionan muy bien aunque en este último puede costar un poco más encontrar el paralelismo por los fueros y la cuestión económica. Más allá de que tienen más dinero generado en la propia comunidad o consigue quedarse con una mayor partida de los presupuestos, su modelo es brutal en cuanto al apoyo al deporte escolar, la parte principal y por la que tienes que empezar a generar.
Volviendo a Extremadura, me quedo con una serie de detalles. Tiene una Consejería de Cultura, Turismo y Deportes, una consejera deportista (escaladora) como Nuria Flores que tiene una voluntad de tirar por el deporte extremeño fantástica y una estructura que ha generado hace tiempo como la Fundación Jóvenes y Deporte de Extremadura dirigida por una deportista como Sonia Bejarano, duatleta internacional y atleta, y con actividad. Entiendo por cómo son las estructuras políticas que es muy difícil que una Dirección General pueda crecer dentro de la administración, sobre todo en Asturias, que no se cree que haya que regarla para que crezca. Entiendo que es muy complicado dotarla de más personal o de más estructura por las dificultades que genera todo el entramado del movimiento del dinero público.
En Extremadura crearon la Fundación Jóvenes y Deporte que, aparte de contar con un presupuesto propio de la consejería o la Junta, capta patrocinadores privados fuera y con ese dinero genera servicios para el deporte. Es decir, allá donde un organizador necesita una megafonía, una estructura para su meta o unas carpas si no tiene sus propios recursos, sí tiene una fundación que le ayuda a conseguirlos o que los tiene y se los destina. ¿Dónde existe eso en Asturias? En una sola ciudad: Avilés. Su alcaldesa Mariví Monteserín hace años sí que viene trabajando con una perspectiva bastante global en torno al deporte y hay una Fundación Deportiva Municipal que funciona, capta cosas y presta servicios. Hay alguien que puede pensar que es otro chiringuito. Todo depende como lo enfoques.
La Fundación Jóvenes y Deporte de Extremadura no lo es porque ves su actividad y escuchas a los deportistas decir que es un elemento importante. En Avilés, en cierta medida, hay una conexión del deporte y de los clubes con esa Fundación Deportiva Municipal. ¿Por qué ese modelo no cunde? No lo sé. Seguramente porque Asturias es demasiado clientelar y se buscan las iniciativas en los amiguetes, no las de éxito para conseguir que demos pasos importantes hacia adelante. Así está Asturias, estancada desde hace unos cuantos años.
Avilés salva los muebles, ¿y el resto?
Avilés hace lo que puede, pero también con sus dificultades porque falta el paraguas principal, el apoyo al Principado. Por ejemplo, en Gijón tenemos una alcaldesa que no distingue una pelota de rugby de una bicicleta y además tendría que ser juzgada por el atentado que ha cometido contra el deporte y especialmente contra los cicloturistas con el carril bici del Muro. Es inconcebible porque sólo cabe que se haya hecho mal a propósito, como venganza. Gijón tiene una de las mejores redes de carriles bici de España y el mejor se lo han cargado poniendo en peligro cuatro o cinco veces a los peatones, a los ciclistas y a los viandantes. Eso debería ser motivo, por lo menos, de juicio moral.
Oviedo ha vuelto a los tiempos de Gabino, pero con menos de lo mismo. En Oviedo tuvimos en su día un Rally Fórmula al que venían Ari Vatanen, Carlos Sainz, etc. Alguien puede decir que son inversiones publicitarias, pero es que luego había un Rally Princesa de Asturias que sigue estando ahí, traía mucha gente también y era una forma de potenciarlo. Hemos tenido un critérium ciclista, referencia en España y donde venían los mejores ciclistas de nuestro país. Aquello se hizo con la misma perspectiva que se hace todo aquí: traer a los ciclistas, enseñarles Oviedo, pero a nadie se le ocurrió cerrar la carretera del Naranco unas horas al día para que pudieran hacer sus cronos.
Hemos vuelto a buscar esas fotos, pero con eventos de menos importancia, repercusión y no me da la impresión de que traigan cantidades ingentes de personas, como sí lo ha hecho Avilés o Gijón en menor medida. Gijón u Oviedo quizás ya no necesitan ponerse en el mapa, lo que hace falta es distinguirse. Ahí es donde está costando porque no hacemos cosas originales y, sobre todo, no apoyamos a cuestiones que tengan un mayor fondo y una mayor perspectiva. Buscamos la foto, pero el año que viene como consecuencia de ese evento, ¿cuántos van a venir? En ese punto nos paramos, se acaba la inversión y es donde vamos camino del fallecimiento, salvo mantener enchufado en paliativos al deporte base para que no haya una revolución social de padres que realmente pudiera afectar al sentido del voto político.