El campeonato regresará a la ciudad desde este viernes y hasta el 25 de mayo, con la participación de 57 establecimientos, la recuperación del ‘gastromapa’ impreso y la implantación de una tecnología de reconocimiento para que los votos se emitan sólo tras probar las creaciones

¿Quiénes tienen más razón? ¿Los defensores acérrimos de la modernidad y la innovación? O, por el contrario… ¿Aquellos que se escudan en lo viejo conocido, en aquello etiquetado con la muy venerable designación ‘de siempre’? La respuesta, por polémica que pueda resultar, es obvia: ni unos, ni otros, y todos ellos a la vez. Esa es la realidad de la que han tomado buena nota en la empresa de eventos gastronómicos y marketing gourmet Fenicia. De ahí que la que será la 17ª edición del Campeonato de Pinchos y Tapas ‘Gijón de Pinchos’, que arrancará mañana viernes y se prolongará hasta el 25 de mayo, se haya concebido como una síntesis entre lo viejo y lo nuevo. Así, el rescate del ‘gastromapa’ en papel, desaparecido en año pasado, coexistirá con la implementación de una avanzada tecnología para garantizar el adecuado voto del público a la hora de valorar las 57 creaciones, ofrecidas por otros tantos establecimientos. Y el pistoletazo de salida se dará a las 13 horas de mañana viernes, precisamente, en uno de ellos: el Alalunga Taberna, ganador de la edición de 2024, y en el que se procederá a la degustación del ya emblemático Primer Pincho. Todo ello, gracias al patrocinio de entidades como la patronal OTEA, EquipAstur o la Fundación Caja Rural de Gijón.
«Va a ser un espectáculo; el nivel es muy alto, y puedo decir, por las fotos, que, al menos, veinte de los participantes podrían acudir al Campeonato de España de Pinchos«, ha asegurado esta mañana Iván de la Plata, responsable de Fenicia, en el acto de presentación que, ante una nutrida representación de hosteleros, se ha desarrollado en el Salón de Recepciones del Ayuntamiento. Porque, un año más, ha sido la alianza de Fenicia con la empresa municipal Divertia la que ha posibilitado la organización de este acontecimiento, que retorna con la intención de superar las ya de por sí cifras «de récord» cosechadas el año pasado. «Hubo locales que llegaron a vender más de 2.000 pinchos; eso, para un mes de mayo, y en un plazo de nueve días, es todo un mérito«, ha detallado De la Plata. Esa percepción era compartida por Oliver Suárez, presidente de Divertia, satisfecho de la revalidación del certamen como «referente en la desestacionalización«, y de su trascendencia a la hora de que «este sector tan importante que es el de la hostelería, en épocas en las que no hay tanta gente, pueda generar un mayor tráfico«.

Las buenas intenciones están bien, pero… ¿Qué va a ofrecer esta edición de ‘Gijón de Pinchos’? De entrada, esa posibilidad de degustar las 57 propuestas concebidas por sus participantes, en las que habrá opciones para todos los paladares. Mar y tierra, sólidos y líquidos, clasicismo y transgresión… Siempre, ha asegurado De la Plata, «apostando por la calidad del producto«, y a unos precios que, si bien la legislación impide unificar, pues «no es lo mismo un pincho de bacalao que otro de chorizo», sí serán «asequibles». Claro, que no todo se limitará al placer culinario… Los asistentes, que podrán guiarse de local a local mediante el ‘gastromapa’, tanto en su versión digital como en la analógica recuperada este año, emitirán un voto que, en la práctica, supondrá el 50% de la puntuación final, que se sumará a la de los jueces. Para ello, y como gran novedad, Fenicia ha implementado un sistema que impide emitir más de un voto por pincho, y sólo tras haber probado, efectivamente, la creación en cuestión. «Es una tecnología en la que llevamos trabajando siete años, que estamos vendiendo a todo el mundo, que se aplica en los grandes campeonatos, y que nos parecía adecuada para Gijón», ha ahondado De la Plata; eso sí, los detalles de dicho sistema no han trascendido. Lo que sí se ha dado a conocer es que, de nuevo, habrá tarjetas que permitirán a los clientes sumarse a sorteos, como método para incentivar la participación. Toda la información puede consultarse aquí.
En fin, con todo preparado, y el reloj corriendo, ya sólo queda esperar al gran instante de mañana para constatar hasta qué punto los cambios aplicados permiten alcanzar la línea de meta: la de que esta 17ª edición de ‘Gijón de Pinchos’ supere con creces a todas las precedentes. Aun así, para De la Plata lo conseguido en estos diecinueve años (pues, como ha recordado él mismo, «hubo un COVID de por medio» que impidó la celebración del certamen dos años) ya es sobradamente meritorio. «Pensemos que, antes, aquí no se hacía un pincho; se pensaba que sólo era lo que daban los bares y sidrerías con la consumición, ese trozo de pan, ese poco de chorizo y ese palillo para ensartarlo todo«, ha rememorado el responsable de Fenicia. Ahora, en cambio, Gijón, como toda Asturias, cuenta con «grandes referentes«, capaces de medirse con los más grandes del país y del mundo. «Eso, en una ciudad como la nuestra, debe ser motivo de alegría», ha sentenciado. Y, por si fuera poco, ‘Gijón de Pinchos’ añade una variable más, igualmente digna de aplauso: que, en último término, «implica a casi todos los barrios de la ciudad, que es de donde proceden los locales. Por todo eso, tenemos razones para sentirnos orgullosos».