ENTREVISTA CON EL PRESIDENTE DEL GRUPO COVADONGA
«Es muy difícil confiar en alguien que te miente, y el concejal de Medio Ambiente lo hizo»
«Estamos convencidos de que una vez que se implante el sistema de acceso por reconocimiento facial y se conozca por parte de los socios será de utilización general»
«Ni se me ha pasado por la cabeza postularme por algún partido. La política la dejo para los políticos»
Esta mañana comienzan a celebrarse las esperadas fiestas del Real Grupo de Cultura Covadonga, que ofrecerán hasta el día 8 un programa de ocio y deporte muy diverso pero con un gran dispositivo de control sanitario. En medio de los preparativos, el presidente de la entidad, Antonio Corripio, concede una entrevista a miGijón para comentar sus impresiones sobre la nueva temporada deportiva y, también, sobre la política local. Dos cuestiones que, con el río Piles de por medio, parecen estar más ligadas que nunca.
Nuevo curso deportivo y el Grupo sigue ampliando su oferta, ¿qué destaca de los más de 300 cursillos en 30 modalidades diferentes que han presentado recientemente?
Destacaría el excelente trabajo de la Dirección Deportiva, que esta temporada 2021-2022 ha logrado poder ofrecer casi 10.000 plazas. Un ejemplo de nuestra decidida apuesta por el deporte. Repito, casi 10.000 plazas, una cifra que apenas admite comparaciones a todas las escalas.
Las fiestas del Grupo vuelven con fuerza y, sobre el papel, con todas las garantías sanitarias. Si ustedes han podido organizarlo, ¿a qué achaca que la ciudad no haya celebrado las fiestas de Begoña este año?
No nos corresponde entrar en valoraciones comparativas en este sentido, si bien lo cierto es que el contexto sanitario ha evolucionado positivamente: el marco de agosto es diferente al actual, sin apenas contagios.
¿Cómo afecta la COVID a la normalidad grupista de esta temporada 2021/22?
A todos los niveles, en temas de aforos, vestuarios, desplazamientos, etcétera. Esperamos que a lo largo de la presente temporada podamos volver a esa deseada normalidad de la que todos hablan.
Los socios han seguido pagando durante la pandemia, ¿el Grupo ha ganado o perdido dinero en este año y medio?
El Grupo ha podido mantener sus servicios e instalaciones gracias a la generosidad de nuestros socios. Nunca me cansaré de agradecerla y ponerla en valor. Es una evidencia de lo que es nuestra sociedad, que como queda claro está sustentada en el potencial de sus socios.
Una novedad tecnológica: empezarán estas semanas a probar el sistema de reconocimiento facial para el acceso a las instalaciones. ¿De dónde procede la idea?
Había que buscar una solución a uno de nuestros grandes problemas: el control de accesos. Se trata de aplicar rigor y facilidades para que los socios accedan a las distintas instalaciones con el máximo control respecto a las personas ajenas a nuestra sociedad.
Los socios tendrán que dar su consentimiento, pero si se acaba imponiendo como sistema definitivo, ¿qué pasará con aquellos que no lo quieran?
Que seguirán entrando como hasta ahora, pero estamos convencidos de que una vez que se implante y lo conozcan será de utilización general.
El coste será de casi medio millón de euros y algunos grupistas dan prioridad a la rehabilitación integral de la finca de La Torriente o la liquidación de los préstamos pendientes que tiene el Grupo. ¿Qué les dice?
Son cuestiones distintas: hay un plan para el control de accesos ya referido y otro plan, el denominado “plan director”, expresamente destinado a la finca La Torriente, ya en ciernes. En cuanto a la liquidación de préstamos pendientes, cambiarlo no generaría ni nuevos servicios ni mayores beneficios al socio. En el supuesto de destinar el presupuesto de los accesos a reducir la cuantía de los préstamos, no los liquidaríamos, tan solo reduciríamos un pequeño porcentaje de los mismos.
¿Cuál será el uso final del inmueble y terrenos de La Torriente?
Lo decidirá el “plan director”, que debemos de recordar que será el elegido y aprobado por la mayoría de los socios.
¿Se baraja en algún momento la incorporación masiva de nuevos socios?
No. Además, la aprobación de entrada de nuevos socios es potestad de la asamblea, no de la Junta Directiva.
El piragüismo sigue dando alegrías a la cantera grupista. Lo último, dos oros en el campeonato de España (Juan Oriyés y Miriam Vega). ¿Cómo se gestiona el disfrutar de estos éxitos y pelear por la supervivencia del anillo navegable del río Piles?
Estos éxitos de nuestros campeones justifican ya de por sí la postura grupista. A ello hay que sumar, siempre desde la defensa de la naturaleza, la creación para nuestros niños de un espacio formativo dentro de este marco del deporte. El anillo navegable es plenamente compatible con una playa y con un río limpio, tal como hemos demostrado técnicamente. Somos los primeros que queremos un río Piles en el mejor estado con el anillo como parte respetuosa del mismo. Es algo obvio, y hasta la fecha no ha podido demostrarse lo contrario. Es incomprensible ir contra la evidencia. Hay situaciones que ni siquiera son explicables desde un posicionamiento político, alejadas de la racionalidad. ¿Puede haber mayor defensor del Piles y de su naturaleza que el Grupo? Es que cae por su propio peso.
Han dicho que acudirán a los tribunales si se cierra el anillo sin alternativas. Según usted, ¿en qué momento se torció la relación con la concejalía de Medio Ambiente?
En cuanto nos mintieron. Así de claro. No es ocultable por evidente. Es muy difícil confiar en alguien que te miente, y el concejal de Medio Ambiente lo hizo.
Desde el principio del conflicto usted ha intentado destacar la iniciativa propia de padres y miembros de la sección en acciones como la recogida de firmas a favor del anillo. Aún así, desde algunos sectores se ha acusado a la Directiva de orquestarlo todo, de manipular a la gente e incluso de utilizar a niños. ¿A qué cree que se debe tanta beligerancia?
Las imposiciones sin argumentaciones que las sostengan son muy difíciles de aceptar. Por eso las actuaciones de esta concejalía han movilizado a la sociedad, lo que se ha traducido en una amplísima corriente de apoyos al Grupo. Acusar a la directiva de orquestar… Por favor, vamos a ser serios, aunque solo sea por respeto a la verdad.
Y si no sale, ¿siempre quedará Trasona o se contemplan otras opciones?
No contemplamos otras opciones. Siempre dijimos que si estábamos equivocados en nuestras afirmaciones daríamos un paso atrás, pero la realidad es que hemos podido demostrar hasta la última de nuestras afirmaciones. Otros no pueden decir lo mismo. No se trata de generar retos, sino de defender una realidad que está ahí, por más que se le quiera dar vueltas intentando confundir con declaraciones insostenibles.
Además de ser presidente del Grupo, dirige una empresa de más de cien personas, es vocal del Comité Ejecutivo de la Cámara de Comercio de Gijón y presidente de la Asociación de Empresas Sociosanitarias de Asturias. ¿Cómo gestiona su tiempo?
No hay ningún secreto: tratando de sacarle el máximo rendimiento a cada uno de los minutos de cada uno de los días, trabajando con fidelidad en las responsabilidades asumidas y tratando de rodearme de los mejores, más allá de tener que restarle tiempo al ocio y a mi familia.
Va por su segunda legislatura al mando de la entidad grupista, ¿qué es lo mejor de ser presidente?
Lo mejor es poder representar a la entidad más importante de Europa, y hacerlo acompañado de una Junta Directiva integrada por grandes personas, tanto en lo personal como en lo profesional; personas con mucho talento y tremendamente comprometidas.
¿Y lo peor?
El tiempo que exige para que las cosas salgan bien.
Algunas voces en la ciudad aseguran que Antonio Corripio quiere más y prepara su salto a la política local. ¿Tiene intención de postularse por algún partido?
Ni se me ha pasado por la cabeza. Yo en estos momentos la tengo tan ocupada y centrada en el presente como para pensar en la política. Lo aseguro con total rotundidad: más allá de mis preocupaciones laborales, mi único compromiso es con el Grupo, y no tengo otra intención que finalizar estos dos años y medio que nos quedan de la mejor forma posible, cumpliendo el programa al que nos comprometimos y por el que nos han votado, intentando hacer las cosas bien, intentando evitar errores y defendiendo siempre al Grupo y a sus socios. La política la dejo para los políticos. Yo no soy un político, soy un gestor.
Los del Grupo defienden una charca de agua estancada que luego va con sus bacterias a la playa. Lamentable.