ENTREVISTA CON ANTONIO GARCÍA (VOCALISTA DE ARDE BOGOTÁ)
«Me apetece, además del concierto, tomarme una cerveza en Cimadevilla. ¡Me gusta Gijón! Es como una Cartagena a la inversa, una Cartagena en el norte, me da esa impresión»
Este está siendo el año de Arde Bogotá. La banda murciana se prepara para un verano lleno de festivales, y lo hace de la mejor manera para un grupo de rock: encima del escenario. Este fin de semana llegan a Gijón como parte del cartel ‘Vibra Mahou Fest’ con un nueva colaboración bajo el brazo, en la que, junto a Enrique Bunbury reinterpretan ‘La Salvación’, uno de sus temas más aclamados. El cantante y guitarrista de la banda de Cartagena, Antonio García, ofrece esta entrevista para Europa Press horas antes de su poner a bailar a los gijoneses que mañana se acerquen hasta el Recinto Ferial Luis Adaro.
¿Alguna vez os imaginasteis estar donde estáis, llegar donde habéis llegado?
Sí, pero en nuestros sueños más locos. O sea, cuando uno imagina cosas absolutamente delirantes, que no podrían pasar, y sin embargo nos han pasado.
Un Disco de Oro, el Premio Ondas al Fenómeno Musical del Año, dos nominaciones a los Grammy Latinos… ¿Se siente vértigo?
En algunas ocasiones, sí. Luego te pones a currar y a hacer lo que te gusta y se te pasa. Pero al final, el vértigo es la sensación esa que te da cuando estás muy arriba y a la banda le ha ido muy bien, y sentimos que las cosas han subido mucho y eso, claro, aumenta la distancia con el suelo.
Se acaba de anunciar que el 19 de abril os entregarán el Premio de la Cultura de Cartagena en la categoría de Música. ¿Sabe mejor en casa?
Sí, supongo que sí. Yo creo que lo que tiene de especial es la familiaridad en torno a todo. La verdad es que este año hemos tenido la suerte de empezar a coger algo de experiencia en el sarao de los premios y para nosotros, al principio, ha sido como algo extraños, porque nunca habíamos estado en una entrega de premios o hemos empezado muy recientemente. En casa tiene ese aliciente de que puede ir tu madre. Es bonito porque lo compartes. Tiene el significado maravilloso del reconocimiento pero también el aderezo súper guay de que sea en tu casa y en el lugar donde tienes tus memorias.
¿Os da la sensación de que habéis llegado en el momento justo para ocupar el hueco que, por ejemplo, ha dejado Izal?
No, creo que no. La verdad es que nunca he compartido del todo esa visión de la música. No me gusta solo una banda y si quiero ver a una concreta no lo hago en perjuicio de otra. Me gusta pensar que la valía de lo que hacemos reside en nuestras canciones y que hubieran gustado independientemente de cuando hubieran llegado.
¿Qué les diríais ahora a los que os llamaban los ‘Viva Suecia de Hacendado’?
(Ríe) ¡Pues que muchas gracias! Viva Suecia es una banda que nos encanta y de la que evidentemente hemos aprendido muchísimas cosas. Negarlo sería mentir. Éramos unos chavales y veíamos a ‘los Viva’ hacer cosas magníficas, íbamos a verlos y era increíble. Yo creo que, además, en nuestras primeras canciones están muy presentes. Y Hacendado es una marca maravillosa, que muchísima gente compra en Mercadona y compra sus productos y los disfruta. Así que no me puedo tomar como algo peyorativo. Cuando cualquier artista arranca, sus influencias están más marcadas. Y conforme se va desarrollando, descubre y se descubre a sí mismo, se vuelve más valiente. Me gusta pensar que en ese camino se vuelve más genuino.
¿Qué bandas o artistas os han marcado? ¿Quiénes son o han sido vuestros referentes?
Viva Suecia, Second, Bunbury y más en general los Héroes del Silencio, y luego Foo Fighters, Arctic Monkeys, Queens of the Stone Age… son las bandas que tenemos como referente los cuatro, a nivel compartido.
¿Cómo definiríais vuestra música?
Yo suelo decir que más que a la música que hacemos, me gusta definir a la banda como una banda de rock, porque aunque es un término general tiene ciertos matices que todo el mundo entiende y que hacen que sepas lo que te vas a encontrar. Aunque luego todos tenemos referentes muy diferentes de los Led Zeppelin a los Black Sabbath o a Metallica o a cosas más suaves, como U2, que digamos no es tan pesada como las anteriores y sin embargo todo el mundo afirma que es una banda de rock. La música como tal, no me atrevo tanto a definirla. Hacemos lo que hace una banda de rock, pero dentro de eso tiene muchos matices, porque la verdad estoy muy orgulloso de que tengamos en el repertorio canciones como ‘Los Perros’ o ‘Veneno’ y luego otras como ‘Cowboys’, como que tienen sus distancias pero lo podemos hacer porque entra dentro de lo que uno entiende como banda de rock.
Aunque estáis volcados con el último disco, ¿Tenéis ya acordes, letras, ideas en la cabeza? ¿La máquina para alguna vez?
¡De eso hay todo el tiempo! Hemos podido juntarnos a hacer canciones y ver que todo sigue en su sitio. Todavía estamos produciendo cosas que nos gustan pero es verdad que girar el disco de ‘Cowboys’ absorbe el 90% de nuestro tiempo y el otro 10% hay que intentar descansar y luego hacer otras cosas. Para el tema de publicar más canciones, o de la producción vamos con calma que también es lo que nos pide el cuerpo. Hablábamos precisamente de que también hay que disfrutar, que el proyecto ha ido tan rápido que a veces tienes la sensación de ir corriendo y detrás de lo que nos pasaba, y hay que recordárselo continuamente.
Gijón es uno de tus destinos favoritos. ¿Contento de poder volver para actuar? ¿Qué es lo que más te apetece?
Me apetece, además del concierto, tomarme una cerveza en Cimadevilla. ¡Me gusta Gijón! Es como una Cartagena a la inversa, una Cartagena en el norte, me da esa impresión. Tiene como rasgos de cómo se plantea y disfruta la ciudad que me recuerda a la mía. He estado varias veces, no solo tocando. Y me gusta, tiene algo que me encanta. Como este fin de semana solo hacemos un concierto, pues no tengo la presión de «después del concierto me tengo que cuidar, que mañana tengo otro» y eso me da pie a que me pueda acercar al centro, a la orilla del mar… me siento guay en Gijón.
Se acaba de conocer la colaboración con Enrique (Bunbury). ¿Cómo ha sido trabajar con él? ¿Por qué habéis elegido ‘La Salvación’ para cantar juntos?
La verdad es que trabajar con él ha sido maravilloso porque confió plenamente en nuestro criterio para la versión de la canción, para tratarla sin tener por qué ni conocernos tanto. Ha sido un privilegio, nos ha dado un regalo. Elegimos ‘La Salvación’ porque fue como evidente para todos que si queríamos pedir el deseo de que Enrique cantara en una canción, tenía que ser en esta. Ahí es donde él todavía podría aportar algo que no tuviera, como darle otro color ni mejor ni peor, otro color. Igual si le hubiéramos pedido en otro tema del disco, quizá no hubiera brillado su voz como siento que brilla aquí. No se hubiese generado algo que creo que tiene sentido publicar, como es esta versión.