Dos meses y medio después de instalarse los cuatro tótems, con un coste de 60.186,01 euros, permanecen sin servicio mientras se completa una actualización; los vecinos lamentan que, en su estado actual, «sólo sirven para que los perros meen contra ellas»
Fue una de las primeras iniciativas de promoción local con las que Gijón dio la bienvenida al 2025, y uno de los eslabones de esa cadena que es el Plan Local de Comercio. Mediado el mes de enero, y mientras la ciudad aún se recuperaba de la resaca navideña, los responsables del área municipal de Economía, Empleo, Turismo e Innovación, coaligados con la Unión de Comerciantes, anunciaban la colocación en las céntricas plazas Italia y Europa, y en las no menos transitadas calles Langreo y Fernández Vallín, de cuatro tótems digitales interactivao que, de forma gratuita e intuitiva, ponían a disposición de vecinos y visitantes información acerca de casi ochenta establecimientos distintos, y seis itinerarios comerciales urbanos. Con una inversión final de 60.186,01 euros, los equipos, instalados por la empresa murciana Tecnoperpal, SL, fueron bien recibidos en el sector y a pie de acera… Sin embargo, dos meses y medio después, todas las pantallas lucen apagadas, sin prestar servicio alguno a la ciudadanía. Desde el Ayuntamiento aseguran que ese hecho es meramente temporal, y responde a una necesaria actualización de los sistemas de las mismas, pero algunos transeúntes no han dudado en poner el grito en el cielo, afeando el estado actual de tales dispositivos y lamentando su falta de utilidad actual.
«Básicamente, sólo sirven para que los perros meen contra ellas, que es lo que vemos que sucede a diario«, comentan los autores de la protesta, que han preferido permanecer en el anonimato. Los mismos, habituales de las arterias en las que se erigen los tótems, afirman que las pantallas dejaron de funcionar hace varias semanas, y alertan de que, incluso, una de ellas «ha sufrido conatos de vandalización«, con pegatinas adheridas tanto al armazón como al propio vidrio. De ahí que se reclame un mejor y más frecuente mantenimiento de las mismas, siendo como son equipos que «se han pagado con el dinero de todos». A ese respecto, conviene matizar que el contrato, que incluye los paquetes de software y los sistemas de información, contó con financiación europea a través de los fondos Next Generation, adscritos al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR).
En ese sentido, el Ejecutivo gijonés ha recogido el guante lanzado por los vecinos, y ha hecho un llamamiento a la paciencia y a la comprensión. El apagado actual, aclaran, se debe a los trabajos de actualización de la aplicación que se están ejecutando; una vez finalicen, los tótems volverán a prestar servicio. Hasta entonces, la petición generalizada es mucho más simple: civismo y respeto por unos dispositivos que, en último término, deben ser de ayuda a la totalidad de los ciudadanos.