La asturiana confirmó estar pasando momentos «muy difíciles», después de que la pasada semana viviese varios encontronazos con sus compañeros de equipo, incluidas acusaciones al líder, Mario González, de «no remar» por los demás
Parece que la buena suerte que acompaña a la Arantxa del Sol en su periplo por ‘Supervivientes 2024‘ no tiene fin. Contra todo pronóstico, y después de haber sido la más votada para la expulsión por sus compañeros, la asturiana era salvada de nuevo por el voto del público, convirtiendo al periodista Kike Calleja en el nuevo eliminado. La de la canguesa fue, eso sí, una alegría efímera: esta semana vuelve a estar nominada, junto con Pedro García Aguado, Ángel Cristo Jr. y Miri Pérez-Cabrero.
Se completaba así una semana que ha estado cargada de emociones en el plató de Honduras. A la expulsión de Calleja se sumaba la salida definitiva, por prescripción del equipo médico del reality, de la tertuliana malagueña Carmen Borrego, ante su incapacidad de controlar la ansiedad que padecía desde su llegada al programa. La propia Del Sol protagonizó varios momentos de tensión con sus nuevos compañeros de equipo, y hace escasos días confesaba estar pasando por un momento «muy difícil», a la vista de la falta de apoyo entre sus camaradas. Tanto es así que se negaron a rotar la única esterilla en condiciones con que contaban, y la asturiana pasó una noche sola, abandonada por los suyos y asediada por los mosquitos. «Estoy hasta arriba, estoy fatal, en las pruebas no doy ni una…«, llegó a admitir.